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Los CREADE: la puerta de entrada a España para los refugiados de Ucrania

Historias

Los CREADE: la puerta de entrada a España para los refugiados de Ucrania

La mayoría de las personas refugiadas de Ucrania que llegan a España pasan por uno de los cuatro Centros de Registro, Atención y Derivación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Un año después de su puesta en marcha, el equipo de ACNUR en los CREADE hace balance de la experiencia en estos centros.
21 March 2023
Personal de ACNUR en el CREADE de Málaga.

El 24 de febrero se cumplió un año de la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces, más de 8 millones de personas se han visto forzadas a huir del país hacia Europa, y más de 5 millones viven fuera de sus hogares como desplazadas internas.

La guerra en Ucrania ha provocado uno de los mayores desplazamientos forzados en lo que llevamos de siglo, y el mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ante un reto de tales dimensiones, la Unión Europea adoptó una decisión sin precedentes: activar el mecanismo de protección temporal que prevé la Directiva de la UE para este éxodo de refugiados de Ucrania, lo que permitió dar una respuesta eficaz y rápida a las necesidades de millones de personas.

En España, quinto país de la UE en número de concesiones de protección temporal a refugiados de Ucrania, más de 170.000 personas se han beneficiado de esta medida que confiere autorización de trabajo y residencia. De ellas, 96.700 han pasado por uno de los cuatro CREADE, ubicados en Alicante, Málaga, Barcelona y Pozuelo (Madrid).

Se trata de Centros de Recepción, Atención y Derivación que las autoridades españolas establecieron en tiempo récord en las principales ciudades de llegada, para poder dar una respuesta unificada e integral a quienes huían de la guerra en Ucrania. En estos centros, en apenas unas horas, las personas refugiadas son registradas, documentadas, informadas de derechos y obligaciones y son atendidas a nivel psicosocial mientras se deriva a recursos sociales a quienes lo necesitan. ACNUR ha estado presente en los CREADE desde el primer momento, apoyando la labor del Gobierno y sociedad civil.

Cada día, el CREADE de Alicante recibe entre 60 y 70 personas, pero en el momento de mayor afluencia llegaron a ser más de 200, la mayoría mujeres con niños pequeños, que dejaban pareja y familia en el país.

“Las historias más emotivas son las de familias que se reencuentran”, relata Lucía Requena, Asistente Senior de Protección de ACNUR en este centro. “Recuerdo el caso de una mujer que llegó sola. En Ucrania se habían quedado su marido y su hijo, menor de edad y con discapacidad. Con mucho esfuerzo por parte de los actores que trabajamos en el CREADE, se consiguió que pudiesen venir los dos, y también traer al perro terapéutico de su hijo. Ahora viven en un piso en Alicante, el niño fue derivado a un centro especializado, y ella ha podido encontrar trabajo”.

Los CREADE, un modelo de respuesta integrada

Uno de los aspectos fundamentales del éxito de los CREADE es reunir en un mismo espacio a actores especializados en distintas áreas: Policía Nacional, ONG del sistema de acogida de Protección Internacional y Protección temporal como Cruz Roja, CEAR o ACCEM, la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA por sus siglas en inglés), entidades relacionadas con el empleo, como la Fundación CEOE, con un mecanismo de coordinación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSM). También ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, cuya labor es garantizar el acceso a la protección, ofrecer información y monitorear el acceso a derechos.

Todos los servicios cuentan con intérpretes de ucraniano, una de las claves de su buen funcionamiento. Las personas refugiadas llegan a los CREADE con la carga emocional de haber huido de una guerra, dejando atrás hogar y seres queridos, y en muchos casos, tras haber vivido experiencias de violencia o pérdida. Encontrar un lugar seguro, con atención en su propio idioma y un funcionamiento ágil y eficaz contribuye a su bienestar físico y psicológico, evitando sumar más incertidumbre y dudas a una situación de gran vulnerabilidad.

Personas con necesidades específicas

El perfil más común entre los refugiados que pasan por los CREADE es el de una mujer joven con niños a su cargo. Sin embargo, también hay personas mayores, muchas de ellas con problemas de salud, personas con discapacidad e integrantes del colectivo LGTBIQ+. Identificar las necesidades específicas de estas personas, especialmente de las más vulnerables, es clave para poder derivarlas al servicio que necesiten.

También la violencia de género, la explotación laboral o sexual o el riesgo de trata son los problemas que pueden afectar a una población mayoritariamente femenina en situación de desplazamiento. Detectarla, prevenir y proteger a las víctimas es prioritario, así como proporcionar herramientas que ayuden a las supervivientes en su proceso de recuperación. “Recuerdo el caso de una madre con dos niños, sobrevivientes de agresiones sexuales en Ucrania”, relata Lucía Gómez, Asistente Senior de Protección de ACNUR en el CREADE de Málaga. “A su llegada, los niños y las niñas empezaron a asistir a actividades extraescolares, tanto culturales como deportivas. Pudimos ver cómo estas actividades y la relación con otros niños y niñas contribuyeron a su integración y a su bienestar”.

El papel de la sociedad civil

Además de la gestión de administraciones públicas y entidades, ha habido una extraordinaria movilización por parte de la sociedad civil, especialmente en los meses posteriores al estallido del conflicto, con familias participando en programas de acogida en sus domicilios, y voluntarios en el acompañamiento y mentoría.

Para muchas personas que llegan solas a un país extraño, encontrar un entorno familiar local en el que apoyarse es clave para su inclusión. “Una chica de Donetsk llegó al CREADE de Barcelona después de haber perdido a su madre en Ucrania por falta de atención médica, porque los hospitales estaban saturados por la guerra”, relata Aida Sahraoui, Asistente Senior de Protección de ACNUR. “Tiempo antes había perdido a su padre por un cáncer. Llegó sola, y una familia la acogió en su casa y la ayudó a buscar empleo, y consiguió encontrar trabajo en un centro de estética, que era su profesión en Ucrania. Ya es autosuficiente”.

Asimismo, las instituciones educativas, las asociaciones vecinales y las organizaciones lideradas por personas refugiadas ucranianas han sido parte importante en la respuesta solidaria, organizando actividades culturales, educativas y lúdicas, repartos de ayuda y contribuyendo a la inclusión de los niños y niñas refugiados en las comunidades locales.

Para el equipo de ACNUR en los CREADE y para la Representante de ACNUR en España el balance de este año es muy positivo. “Los centros han sido capaces de adaptarse a una situación variable, y los actores que nos hemos implicado hemos intercambiado conocimiento y experiencia. Escuchar a las personas refugiadas decir que se sienten seguras y atendidas es una prueba de su buen funcionamiento” dice Sophie Muller, Representante de ACNUR en España. “Sin duda los CREADE han sido un excelente ejemplo de respuesta ágil, eficiente e integradora para refugiados de Ucrania. Sería deseable que el modelo de “techo único”, que es cada vez más utilizado en Europa, se pudiera replicar para otros colectivos de solicitantes de asilo y refugiados que llegan a España, especialmente los más vulnerables, en un momento en el que el procedimiento de asilo afronta importantes retos” añadió Muller, destacando la disposición de colaboración de ACNUR con las autoridades en este sentido.