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Urge reformar las leyes de nacionalidad que discriminan por género y causan apatridia de niños y niñas

Comunicados de prensa

Urge reformar las leyes de nacionalidad que discriminan por género y causan apatridia de niños y niñas

Comunicado de prensa conjunto de ACNUR, UNICEF y la Campaña Global por la Igualdad de Nacionalidad

22 August 2019
Amal Al Mohamad, madre apátrida con sus dos hijos en Beirut, Líbano, en abril de 2015. Amal no tiene ciudadanía porque su padre es apátrida y, según la ley libanesa, su madre no puede transmitir su nacionalidad.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, UNICEF, y la Campaña Mundial por la Igualdad de Derechos de Nacionalidad (Global Campaign for Equal Nationality Rights) piden actuar con urgencia para reformar las leyes nacionales discriminatorias por motivos de género, que siguen siendo una causa fundamental de la apatridia infantil en el mundo.  

Un nuevo informe publicado esta semana por las tres organizaciones pone de relieve que 25 países todavía mantienen leyes que niegan a las mujeres el derecho a transmitir su nacionalidad a sus hijos e hijas en igualdad de condiciones con los hombres, mientras que tres países también cuentan con leyes que impiden a los hombres dar su nacionalidad a los hijos nacidos fuera del matrimonio legal.

No me gusta ser apátrida porque no es justo. Todos mis amigos pueden ir a otros sitios y yo no. Me pone triste no tener un documento de identificación y que todos mis amigos tengan uno”, comenta Rama en el Líbano.

Es desolador y deshumanizante no poder dar mi ciudadanía a mi hijo solo por una cuestión de género. ¿Por qué, como mujer, no puedo tener los mismos derechos que un hombre estando en la misma situación? Espero que el gobierno se ocupe de este asunto muy pronto”, comparte una madre de Bahamas.

“Estas leyes discriminatorias pueden convertir a los y las niñas en apátridas, impidiéndoles tener una nacionalidad, limitando su acceso a derechos básicos como la educación o la asistencia sanitaria, y exponiéndoles a una discriminación de por vida. Ser apátrida también entraña para ellos el peligro de sufrir violencia, abusos y trata, y, junto a sus familias, les pone en riesgo de ser arrestados o detenidos”, expone Grainne O’Hara, Directora de Protección Internacional de ACNUR.

A pesar de que estas leyes de nacionalidad discriminatorias por género históricamente han sido la norma en muchos países, más del 85% de los países han llevado a cabo reformas para garantizar que sus leyes de nacionalidad amparen la igualdad entre mujeres y hombres en su derecho para conferir su nacionalidad a los hijos, incluidos los casos más recientes de Madagascar y Sierra Leona.

La Coalición liderada por ACNUR y UNICEF por el Derecho de cada Niño/a a la Nacionalidad, y sus socios, incluida la Campaña Mundial por la Igualdad de Derechos de Nacionalidad (Global Campaign for Equal Nationality Rights), han estado apoyando los esfuerzos para acabar con la discriminación por motivos de género en las leyes de nacionalidad, de forma que se garantice que todos los niños y niñas tengan derecho a una nacionalidad.  

La Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer defiende la igualdad de derechos de las madres y los padres de transmitir de la nacionalidad a sus hijos, y la Convención de los Derechos del Niño, a la que prácticamente todos los Estados están adscritos, contempla que todos los niños y niñas tengan derecho a adquirir una nacionalidad desde su nacimiento, y que esto se produzca sin discriminación en función del sexo de sus progenitores.  

“Antes de que existiese esta ley, no tenía la nacionalidad marroquí. Sentía que era un poco diferente a los demás, pero ahora puedo hacer cualquier cosa que quiera, como los otros niños y niñas”, dice Halima, quién obtuvo la nacionalidad marroquí de su madre tras las reformas producidas en el país en 2007.

“Ningún niño escoge ser apátrida, es algo que se encuentra fuera de su control, y casi siempre también del de sus padres. Las consecuencias pueden ser devastadoras, y les hace sentirse aislados, excluidos e incapaces de revindicar sus derechos. Es crucial eliminar la discriminación por motivos de género en las leyes de nacionalidad para poder acabar con la apatridia infantil y garantizar que todos los niños y niñas puedan hacer realidad sus sueños”, explica Cornelius Williams, Director Adjunto para la Protección Infantil en UNICEF.

La apatridia afecta a millones de personas en el mundo. Según las cifras reportadas por 78 países, hay cerca de 3,9 millones de personas apátridas, aunque probablemente el número real es significativamente mayor.

ACNUR se encuentra en la mitad de su campaña #IBelong (#YoPertenezco) para erradicar la apatridia en el mundo en 2024 y organizará un encuentro de alto nivel en Ginebra en el mes de octubre para evaluar los logros alcanzados hasta el momento, como por ejemplo las acciones para reformar las leyes de nacionalidad discriminatorias por género, así como para alentar a los Estados y otros actores a concretar promesas específicas sobre este y otras cuestiones relativas a la apatridia.

“Las leyes de nacionalidad discriminatorias por motivos de género perjudican a los niños y niñas, deniegan a las mujeres la igualdad de derechos de ciudadanía e impiden un desarrollo sostenible. Pero este problema innecesario tiene una solución sencilla. Los gobiernos pueden demostrar su compromiso con la igualdad de género y con la eliminación de la apatridia infantil si llevan a cabo reformas que velen por la igualdad en el derecho a la nacionalidad entre mujeres y hombres”, declara Catherine Harrington, Directora de la Campaña de la Global Campaign for Equal Nationality Rights.

Para más información sobre este tema, puede contactar con: