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Camerún: ACNUR intensifica los esfuerzos para trasladar refugiados a un lugar seguro

Notas de prensa

Camerún: ACNUR intensifica los esfuerzos para trasladar refugiados a un lugar seguro

23 September 2014

ACNUR está redoblando sus esfuerzos para trasladar a unos 5.000 refugiados nigerianos en Camerún lejos de la ciudad fronteriza de Fotokol, a raíz de los ataques transfronterizos llevados a cabo por insurgentes. Los refugiados huyeron de la vecina ciudad nigeriana de Gambaru Ngala, que cayó bajo control de los insurgentes a principios de este mes.

ACNUR ya ha reubicado a más de 8.600 refugiados en el campo de Minawo durante las dos últimas semanas, al tiempo que los combates transfronterizos se multiplicaban. Unos 100 refugiados nigerianos continúan llegando a Camerún cada día.

Varias incursiones en Camerún han logrado ser rechazadas por el ejército camerunés, pero la situación sigue siendo inestable. El 18 de septiembre, insurgentes atacaron una serie de pueblos cameruneses situados a lo largo de la frontera con Nigeria e incendiaron más de diez iglesias. En esta ocasión, se pudo avisar a los aldeanos y éstos lograron huir antes de que llegaran los agresores. Diez días antes, los insurgentes habían atacado varias aldeas de la zona, asesinando a ocho personas y apoderándose de 300 motocicletas.

Desde el principio de la crisis en Nigeria, las autoridades locales en Camerún han informado de la llegada de 43.720 refugiados nigerianos, de los cuales 26.720 han sido registrados por ACNUR. La crisis en el noreste de Nigeria ha desplazado a unas 70.000 personas al vecino Níger, según las autoridades, y a unas 1.600 a Chad. Se estima que 650.000 personas se encuentran desplazadas en el noreste de Nigeria debido a la insurgencia.

En Fotokol, las condiciones de vida son terribles. Los refugiados están viviendo en aulas escolares en condiciones de hacinamiento y en refugios improvisados construidos con trapos. Dependen de las autoridades locales y de los aldeanos para conseguir alimentos. Los refugiados han contado a los equipos de ACNUR que están completamente atemorizados, ya que los insurgentes lanzan proyectiles de artillería contra la ciudad, y quieren ser trasladados lo antes posible.

Las instalaciones y servicios del campamento necesitan ser ampliadas urgentemente. Los recién llegados están viviendo en 57 refugios comunitarios y aulas con poca o ninguna privacidad. El único puesto de salud en el campo está saturado y la mayoría de refugiados trasladados a Minawao están enfermos. Hay una elevada prevalencia de infecciones respiratorias entre los niños debido a la exposición al viento y al frío durante el tiempo que pasaron a la intemperie en la frontera. ACNUR está cada vez más preocupado por el número de niños que llegan desnutridos. Una rápida evaluación nutricional a 2.189 niños de 6 a 59 meses reveló que el 3,1% padecía malnutrición aguda severa, y un 4,3%, malnutrición aguda moderada.

Actualmente, hay tres bombas de agua en el campo que, suministran menos de 8 litros de agua por persona al día, lo que está muy por debajo del nivel recomendado de 20 litros por persona al día. Sólo hay 69 letrinas y 80 duchas en funcionamiento para cerca de 15.000 personas, lo que supone un grave riesgo para la salud en esta parte de Camerún donde el cólera es endémico.

En respuesta, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha empezado a construir más refugios familiares, a un ritmo de unos 100 al día. Ya se ha completado la construcción de un dispensario médico de emergencia sanitaria y el socio de ACNUR, International Medical Corps, ha desplegado personal médico para proporcionar atención médica de urgencia a los recién llegados. Además, ACNUR ha iniciado conversaciones con el Ministerio de Salud para aumentar la capacidad del centro de salud local. Asimismo la Agencia está construyendo 10 pozos y, al mismo tiempo, está trabajando con el cuerpo de bomberos de la ciudad para proporcionar agua potable al campo en camiones cisterna.

La educación sigue siendo un verdadero desafío. Hay cerca de 2.500 niños en edad escolar entre los recién llegados, pero sólo se dispone de 14 clases y 11 profesores en el campo.