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Refugiados sirios en Iraq se trasladan a un nuevo campo en Kurdistán

Historias

Refugiados sirios en Iraq se trasladan a un nuevo campo en Kurdistán

Some 3,000 residents of the Arbat transit camp are relocating to a camp with facilities for a long-term stay. [for translation]
9 Julio 2014 Disponible también en:
Nariman y su familia desembalan todas sus pertenencias en el nuevo campo que se ha abierto en Kurdistán para mejorar las condiciones de vida de los refugiados sirios.

SOLIMANIA, Iraq, 9 de Julio de 2014 (ACNUR) – En medio del creciente desplazamiento de iraquís que huyen de la guerra en su propio país, el ACNUR continua ayudando a los miles de refugiados sirios que huyeron a Iraq para escapar del conflicto en Siria. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha establecido un nuevo campamento de refugiados en la región de Kurdistán, en el norte de Iraq, para alojar a algunos de los 225.000 sirios que se han registrado como refugiados en Iraq en los últimos dos años.

Los 3.000 residentes del campamento de tránsito de Arbat, en la ciudad de Solimania, se están desplazando a un nuevo campo con mejores instalaciones apenas a 10 minutos en autobús en el noreste de Iraq. Aunque la mayoría de los refugiados que llegan a Iraq han encontrado su propio alojamiento, la población del nuevo campo podría alcanzar finalmente las 10.000 personas.

"El campo fue diseñado en un momento en el que había una afluencia continua de refugiados. Creemos que más refugiados vendrán aquí a medida que se vayan trasladando desde zonas urbanas u otras provincias, o quizás al acabarse sus recursos para alquilar casas", afirma Kahin Ismail, Jefe de la Oficina del ACNUR en Solimania.

"Creemos que los refugiados se queden aquí en un futuro inmediato, dado que no hay signos visibles de solución política para el conflicto sirio".

Nariman, de 44 años, y su familia no tardaron mucho en empacar. Bajo un sol abrasador de 40 grados de temperatura, Nariman y sus tres hijos trabajaron junto con los encargados de mudanzas de una ONG local para cargar rápidamente su pequeño tesoro, compuesto por colchones, alfombras, ollas y cacerolas, en una pequeña camioneta.

Nariman y su familia huyeron de la violencia en Siria hace 10 meses solo con lo que llevaban puesto. Habían vivido en el campamento de tránsito desde entonces. ACNUR tardó nueve meses en construir el nuevo campo para proporcionar a Nariman y a sus vecinos un nivel de vida más elevado.

Nariman está contenta por mudarse porque su marido y su hijo mayor, que tienen graves problemas de salud, tendrán ahora mejores cuidados. "Mi hijo mayor de 16 años tiene un trastorno sanguíneo y mi marido está casi sordo. En el nuevo campamento hay una clínica médica más grande y espero que ahora puedan conseguir su medicación de manera regular".

En el nuevo campamento de Arbat se extienden hileras de carpas blancas en lo que antes era un campo agrícola, cada una erigida sobre una base de hormigón para prevenir inundaciones. Cada familia tiene su propia ducha, cocina y letrina, todas ellas características importantes para Nariman y sus hijos en edad de crecimiento. "La vida como refugiada ha sido dura porque tengo hijos adolescentes y necesitábamos más espacio".

Otras mejoras en el nuevo campo incluyen aulas prefabricadas aisladas para aguantar las extremas temperaturas de Iraq, un centro juvenil y un supermercado.

Nariman no piensa volver a Siria en un futuro cercano. Centrada en mantener a su familia unida, ha negociado con los funcionarios del campo de ACNUR para asegurar que su tienda esté junto a su hija recién casada y su yerno. "Estamos lejos de casa y es importante para mi estar cerca de mis familiares de forma que podamos apoyarnos los unos a los otros tanto como sea posible".

Por Catherine Robinson en Solimania, Iraq.

Gracias a la Voluntaria en Línea Elena Muñoz Galvez por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.