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En discurso clave, Volker Türk llama a un "diálogo más empático y humano"

Historias

En discurso clave, Volker Türk llama a un "diálogo más empático y humano"

El Alto Comisionado Auxiliar para la Protección dijo a la reunión anual del Comité Ejecutivo que el debate sobre los refugiados debe centrarse en la dignidad humana.
4 Octubre 2018 Disponible también en:
Una miembro del personal de ACNUR sostiene a una pequeña refugiada en una manta, después de que su barco llegara a la isla griega de Lesbos en enero de 2016.

GINEBRA – El Alto Comisionado Auxiliar para la Protección hizo hoy un llamado a volver a un “diálogo más empático y humano” que se centre en la dignidad humana, para contrarrestar los tensos debates sobre los refugiados.

En un discurso clave de la reunión anual del Comité Ejecutivo de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Ginebra, Volker Türk, Alto Comisionado Auxiliar para la Protección, describió la polarización del discurso público en torno a los refugiados.

Por un lado, según dijo, se ha dado un enfoque multilateral constructivo que llevó a 193 Estados miembro de la ONU a desarrollar el pacto mundial sobre refugiados este año, mostrando “lo que se puede lograr cuando elegimos elevarnos por encima de los intereses a corto plazo para encontrar un camino a seguir”.

Por otro lado, habló de las consecuencias de los Estados que sucumben a las presiones populistas y eluden sus responsabilidades. Citó los ejemplos de niños y niñas que se golpeaban la cabeza contra la pared, desesperados, porque estaban separados de sus padres o languidecían en detención, y los suicidios de jóvenes solicitantes de asilo detenidos y maltratados en centros de procesamiento.

“Estamos enfrentando un momento decisivo en el que han surgido dos conjuntos de valores en dos discursos muy distintos”, dijo Türk, el principal experto de la ONU en temas de protección internacional.

“Estamos enfrentando un momento decisivo en el que han surgido dos conjuntos de valores”.

“Es difícil reconciliar cómo se han producido los acontecimientos positivos del año pasado junto con la interminable descarga de ataques contra los refugiados. De diferentes maneras, hablan de lo que está en el corazón de nuestro trabajo de protección: respetar la dignidad humana”.

La renovada atención al debate llega en un momento en el que la guerra y la persecución han desarraigado a una cifra récord de 68,5 millones de niños, niñas, mujeres y hombres en todo el mundo, entre ellos 25,4 millones de refugiados.

En medio del “ruido, la charla, la agudeza, la falta de civismo y el lenguaje áspero” que rodea la discusión, Türk pidió la creación de un espacio donde “podamos hacer posible tal conversación, para que la dignidad humana vuelva a entrar en escena en nuestro pensamiento y nuestro compromiso”.

Él estableció cinco áreas en las que necesitamos enfocarnos:

Primero, el respeto por la dignidad debe ser central para el desarrollo e implementación de la ley y las normas para la protección de los refugiados. Esto significa especialmente, prevenir los intentos de restringir el concepto de quién es un refugiado. Significa recordar que el régimen de protección de los refugiados estaba destinado a ser completo e inclusivo.

También significa respetar la ley. “Necesitamos reconocer que cuando permitimos la denigración de una sola persona a través del incumplimiento de estas leyes, sentamos el precedente para la denigración de todos nosotros”.

En segundo lugar, destacó que el respeto por la dignidad debe ser el antídoto contra la deshumanización. Subrayó que el odio y la violencia tuvieron su origen en reducir a individuos y grupos a una o dos características, que “denigran y deshumanizan, desafiando la dignidad inherente de todas las personas”.

Continuó diciendo: “Tenemos que enfrentarnos a la xenofobia, el racismo, el nativismo y el fanatismo, a menudo impulsados ​​por el miedo, la ira y la ansiedad dentro de las comunidades. Estos se utilizan a menudo para desviar la responsabilidad” y “como un pretexto para demoler las instituciones de la democracia liberal”. “En última instancia, esto tiene un efecto corrosivo en todos nosotros”.

En tercer lugar, el respeto por la dignidad debe estar en el centro del derecho a una nacionalidad, que reconoce que los individuos no son objetos que deben ser gobernados por los poderosos, sino que son sujetos de derecho, dotados de dignidad y con derecho a una identidad legal.

“Las personas apátridas me han dicho que se sienten invisibles, como si hubieran caído en las grietas”.

"Los apátridas me han dicho que se sienten invisibles, como si se hubieran caído en las grietas y no importaran”, dijo Türk.

Cuarto, el respeto por la dignidad de todas las personas ilustra la necesidad del multilateralismo en un mundo interdependiente. Türk dijo que es nuestra responsabilidad colectiva abordar las causas fundamentales del desplazamiento y ayudar a los países a asumir sus responsabilidades de acoger a las personas refugiadas.

Añadió: “Es sorprendente que algunos de los países que más se han beneficiado de la cooperación y el comercio internacional se encuentren entre los menos dispuestos a formar parte de marcos internacionales o regionales sobre movimientos de población, incluidos los refugiados”.

Destacó cómo se ha puesto de moda en algunos círculos académicos jugar con la idea de contención, externalización y “literalmente, enviar a las personas fuera de la vista, fuera de la mente y efectivamente, fuera de los derechos”.

Finalmente, la dignidad y la seguridad de las generaciones futuras deben salvaguardarse abordando los problemas que llevaron al desplazamiento forzado, con el conflicto armado en primer lugar.

Los factores que alimentan el conflicto y la violencia deben abordarse como una prioridad, incluyendo el comercio de armas, las industrias extractivas, la adquisición de tierras para la minería y otros fines, la desigualdad, el autoritarismo, el cambio climático y la degradación del medio ambiente.

Concluyó diciendo: “La protección se ve a menudo de forma negativa, ya que las violaciones y los abusos de los derechos dominan la narrativa, pero también debe considerarse como una visión para el futuro. Preservar la dignidad humana nos invita a aprovechar nuestra diversidad y riqueza para imaginar libertades más grandes que se pueden asegurar a través de la supervisión y la acción común”.

Consulte el discurso completo, en su versión en inglés.