Con apoyo de ACNUR y de sus socios, más de 500 personas refugiadas y migrantes han dejado los albergues en Manaos, Brasil
Con apoyo de ACNUR y de sus socios, más de 500 personas refugiadas y migrantes han dejado los albergues en Manaos, Brasil
Yusdely, originaria de Venezuela, se reúne con su madre y con su hijo tras una jornada de trabajo.
La iniciativa fomenta la integración local y la autosuficiencia económica de población refugiada y migrante de forma segura y sostenible; concretamente, ofrece posibilidades de alojamiento para familias recién llegadas en situación de vulnerabilidad.
Solo en 2023, la Estrategia de Autosuficiencia hizo posible que 182 refugiados y migrantes abandonaran la red de albergues de la capital de forma voluntaria y ordenada. De ellos, 121 fueron recibidos en el Albergue SAIAF Coroado, gestionado por la Secretaría de Asistencia Social (SEAS). Orangel José, un hombre venezolano que pasó ocho meses en el albergue con su familia, es una de las personas que se ha beneficiado con la estrategia.
Desde que llegaron a Amazonas, en 2022, Orangel, su esposa y sus dos hijos se albergaron en SAIAF Coroado, donde recibieron apoyo para acceder a documentación y atención médica; también recibieron ayuda para matricular a su hijo en edad escolar. Además, los canalizaron con la red de asistencia social. Ocho meses después, tras acogerse a la Estrategia de Autosuficiencia, la familia de Orangel recibió apoyo de ACNUR con ayuda económica, suministro de utensilios domésticos, información y cursos de capacitación para que pudieran encontrar oportunidades laborales.
Actualmente, Orangel trabaja como guardia de seguridad para una empresa privada. Por su parte, su familia alquiló un lugar para vivir y contribuye a la economía local consumiendo servicios y productos mientras le dan forma a su nuevo hogar. “No hay nada como tener tu propio espacio”, concluyó Orangel.
Asistencia y medios de vida
Desde 2020, año en que inició la alianza con Cáritas Arquidiocesana de Manaos, la Estrategia de Autosuficiencia de ACNUR ha proporcionado hasta tres meses de asistencia financiera, así como kits para satisfacer necesidades básicas y utensilios domésticos para familias y personas en albergues estatales, municipales y de la sociedad civil. En un principio, la iniciativa se diseñó para beneficiar a familias indígenas refugiadas y migrantes de Venezuela. Tras su éxito, el proyecto se amplió para llegar a más perfiles de familias.
Junto con socios locales (como el Instituto Mana, ADRA y Hermanitos), ACNUR ofrece actividades para promover la generación de ingresos y la empleabilidad, como charlas sobre educación financiera y cuestiones laborales, así como servicios para preparar y actualizar hojas de vida.
“Con la Estrategia de Autosuficiencia, damos a las personas refugiadas la oportunidad de hacer una transición gradual y sostenible de la acogida a la autosuficiencia. Para estas personas, encontrar un hogar y un trabajo después de haber dejado todo atrás les permite reiniciar sus vidas con dignidad y contribuir a la sociedad que les ha dado acogida”, afirmó Laura Lima, directora de la oficina de ACNUR en Manaos.
Ednaldo Gomes, subgerente del Departamento de Alta Complejidad de Protección Social Especial (DPSE) de la SEAS, sostiene que la iniciativa ofrece una oportunidad para que las personas refugiadas y migrantes alcancen el mayor grado de estabilidad posible. “Con esta estrategia se reducen los niveles de ansiedad y se recargan las baterías para seguir trabajando y desarrollándose”, aseveró.
“Esta estrategia ha dado a muchas familias de SAIAF Coroado una oportunidad única para reanudar sus vidas en condiciones seguras, sin que se violen sus derechos”, subrayó Gomes.
Nuevos comienzos
Yusdely, una mujer venezolana que cría por sí sola a su hijo de cinco años, llegó a Brasil en 2020. Pasó siete meses en el Albergue Oasis, una organización de la sociedad civil, pero, en junio de 2021, ella y su hijo salieron del lugar a través de la Estrategia de Autosuficiencia. Yusdely dice que recibió apoyo con alimentos y capacitación para lograr insertarse en el mercado laboral.
“Me ayudaron a adaptarme a este país y a encontrar trabajo. Me ayudaron a matricular a mi hijo en la escuela e, incluso después de haber salido del albergue, siguieron apoyándome con círculos de conversación”, comentó.
“Fue como un empujón para seguir adelante y empezar a hacer realidad nuestros sueños”.
Dayana y su hijo en Manaos
El acompañamiento de las familias durante la fase de adaptación forma parte de la estrategia desarrollada por ACNUR y sus socios. A lo largo de tres meses, los equipos de asistencia social de los centros de acogida realizan visitas de seguimiento que permiten detectar las dificultades y derivar a las familias a la red de atención y servicios.
Yusdely, que actualmente trabaja en una cadena de grandes almacenes, dice estar contenta de poder gestionar su vida de forma independiente. “Nos ha ido muy bien. Al principio fue un poco difícil, pero estamos bien”, añadió.
Al igual que Yusdely, otra familia venezolana – Dayana, su marido y sus dos hijos – fue acogida en el Albergue Oasis a su llegada a Brasil en noviembre de 2022. Son una de las 15 familias que salieron del albergue en 2023 para alquilar una casa por cuenta propia. Desde julio de 2023, Dayana y su marido trabajan en el almacén de un fabricante de bebidas y gestionan los gastos de la familia por su cuenta.
ACNUR agradece el constante y generoso apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) de los Estados Unidos, que hace posible acciones como esta, garantizando que las personas refugiadas en Brasil reciban protección y participen activamente en su proceso de integración socioeconómica en el país.
“Siempre nos trataron muy bien en el albergue, pero yo soñaba con tener una casa entera solo para mi familia y vivir bien con mi marido y mis hijos. ¡Soy muy feliz!”.
