El ACNUR trabaja con el Gobierno y socios de atención de emergencias para contener un brote de cólera entre los refugiados sur sudaneses recién llegados en el Distrito de Adjumani, Uganda
El ACNUR trabaja con el Gobierno y socios de atención de emergencias para contener un brote de cólera entre los refugiados sur sudaneses recién llegados en el Distrito de Adjumani, Uganda
El Gobierno de Uganda y el ACNUR implementan medidas de contención tras la confirmación de un brote de cólera en el asentamiento de Pagirinya, abierto recientemente en el distrito de Adjumani.
Se ha confirmado que 49 sur sudaneses y un ugandés han contraído la enfermedad. 44 de estas personas han recibido el alta tras recibir tratamiento médico en instalaciones sanitarias, mientras que dos han sido puestas en cuarentena.
Se están tomando medidas adicionales para evitar una mayor expansión del brote, como la desinfección de las casas de quienes contrajeron la enfermedad y el drenaje de su depósito de agua, así como una campaña de concientización puerta a puerta. Se ha restringido la venta de productos frescos en mercados y en los caminos. También se han intensificado las medidas sanitarias, como la cloratización de fuentes de agua, retirada de basura, refuerzo de instalaciones de lavado a mano, y distribución de pastillas potabilizadoras. Como resultado, el número de nuevos casos es reducido; no obstante, los equipos médicos continúan en observación para detectar a individuos que presenten potenciales síntomas.
El cólera es una enfermedad infecciosa aguda, que se contagia habitualmente por el consumo de alimentos y agua contaminados, y que puede resultar mortal. Los afectados presentan síntomas tales como diarrea acuosa aguda y vómitos.
La mayor parte de los afectados por el brote se encuentran en centros de recepción del asentamiento de Pagirinya, y de forma más reducida en el asentamiento en sí mismo y en el punto de recogida de Elegu. Pagirinya cobija en esto momentos a más de 30.000 refugiados sursudaneses, la mayoría de los cuales han llegado en las últimas seis semanas.
"Durante el último mes hemos recibido a un gran número de niños refugiados, que son particularmente vulnerables a esta enfermedad potencialmente letal", dijo el representante en funciones de Uganda, Bornwell Kantande. "Junto al Ministerio de Sanidad y a nuestras organizaciones socias, hemos implementado rápidamente medidas para contener el contagio. Seguimos haciendo lo máximo para reducir el número de personas que albergan los centros de recepción, no sólo para prevenir brotes epidémicos, sino también para que estas personas puedan comenzar a reconstruir sus vidas lo antes posible".
La descongestión de los centros de tránsito y recepción es una de las principales prioridades. Los refugiados están siendo reubicados al asentamiento de Bidoibidi, en el distrito de Yumbe, de reciente apertura. En sintonía con la generosa política de Uganda en esta materia, se les proporcionará de parcelas de tierra para construir casas y sembrar cosechas agrícolas.
Más de 80.000 refugiados sursudaneses han huido a Uganda tras el estallido de violencia del 8 de julio en Yuba (capital de Sudán del Sur). Más del 85% de los recién llegados corresponde a mujeres y niños, siendo el 64% el porcentaje de llegadas de niños sobre el total de entradas. Los recién llegados informan que grupos armados atacan los pueblos, asesinando civiles, asaltan sexualmente a las mujeres y reclutando forzosamente a jóvenes y niños para engrosar sus filas.