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ACNUR se prepara para asistir a posibles retornados en Malí

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ACNUR se prepara para asistir a posibles retornados en Malí

El ACNUR tiene como objetivo abrir nuevas presencias en Gao y otras ciudades del norte tan pronto como lo permitan las condiciones de seguridad.
29 Enero 2013 Disponible también en:
Este niño maliense huyó de la ciudad de Diabaly cuando fue atacada por las fuerzas rebeldes el 14 de enero y encontró refugio en Bamako. Él es uno de los 230.000 desplazados internos en el país.

BAMAKO, Malí, 29 de enero (ACNUR) – En el marco de una situación militar que evoluciona rápidamente, la Agencia de la ONU para los Refugiados se está preparando para prestar asistencia en el posible retorno espontáneo de miles de personas desplazadas por el conflicto en el norte del país.

El objetivo de ACNUR es ampliar su presencia en Gao y en otras ciudades del norte tan pronto como lo permitan las condiciones. Hasta la fecha, la inseguridad ha obstaculizado el acceso humanitario al acceso al norte del país-

De las entrevistas mantenidas con personas desplazadas internas (IDPs por sus siglas en inglés) durante los últimos días en Bamako, capital de Malí, se desprende que muchos civiles esperan regresar pronto a sus zonas de origen que estaban, o están actualmente, bajo control rebelde,como Gao, Tombuctú y Kidal.

Si bien los retornos no son aún una tendencia generalizada, ya han comenzado en algunos lugares.

En la ciudad de Konna, en la zona central de Malí, por ejemplo, una misión de evaluación de la seguridad de Naciones Unidas ha confirmado que la gente está regresando. Casi la mitad de la población de esta ciudad de 10.000 habitantes huyó hacia los bosques de los alrededores cuando Konna fue invadida por los combatientes rebeldes el pasado 10 de enero, lo que provocó la intervención militar francesa.

A pesar de las muestras de creciente interés por el retorno, las condiciones en el norte del país son difíciles. Las personas recientemente desplazadas del norte han informado de que hay una grave carestía de alimentos, agua potable y combustible. La electricidad, el transporte, las comunicaciones y el acceso a la atención sanitaria y a la educación se habrían visto gravemente interrumpidos.

En Kidal y Tessalit, ciudades situadas en el norte del país, cerca de Argelia, el suministro de alimentos y otros materiales de primera necesidad se ha visto seriamente afectado por el conflicto y por el cierre de la frontera con Argelia, a través de la cual se solían importar muchos productos.

Se ha informado de que cientos de personas han huido de Kidal en los últimos días hacia aldeas más al norte, aún más cercanas a la frontera con Argelia. Otros han cruzado esta frontera a pesar de que oficialmente está cerrada.

Mientras tanto, se ha informado de que la tensión es cada vez mayor entre las comunidades étnicas en algunas zonas del país. En concreto, miembros de la comunidad tuareg y árabe están siendo acusados por otros grupos de apoyar a los rebeldes separatistas que han desencadenado el conflicto actual.

ACNUR hace un llamamiento a los líderes comunitarios y a las autoridades malienses para que den prioridad absoluta a las iniciativas para promover la paz y la reconciliación entre los distintos grupos étnicos.

ACNUR está llevando a Malí de manera urgente material de ayuda humanitaria para 9.000 familias (unas 54.000 personas), incluyendo colchonetas, mantas, lonas de plástico, bidones, mosquiteras y utensilios de cocina. El martes está previsto que comience una distribución de asistencia humanitaria en la ciudad de Mopti, hogar de aproximadamente 40.000 desplazados internos.

En total, unas 380.000 personas han huido del norte de Malí desde que comenzó el conflicto hace un año, entre ellos 320.000 desplazados internos y más de 150.000 refugiados en Mauritania, Níger, Burkina Faso y Argelia.