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Víctima de una mordedura de serpiente en Nepal recibe tratamiento gracias a una donación de ACNUR

Historias

Víctima de una mordedura de serpiente en Nepal recibe tratamiento gracias a una donación de ACNUR

Un ventilador portátil donado por el ACNUR está ayudando a salvar vidas en las zonas de acogida de refugiados en el este de Nepal.
23 Septiembre 2013 Disponible también en:
Laxmi junto a su marido tras recibir con éxito un tratamiento en el Centro de Tratamiento de las Mordeduras de Serpiente de la Cruz Roja.

DAMAK, Nepal, 23 de septiembre de 2013 (ACNUR) – Todos los años, en Nepal, la temporada de monzones desencadena fuertes lluvias y abre la temporada de plantación de arroz en los terrenos del Terai, en el sudeste del país, que acogen a refugiados. Desde junio hasta octubre, los granjeros pasan largas horas en los campos plantando y luego recolectando sus cultivos de arroz. Pero no están solos.

Alejadas de su hábitat natural, las serpientes deambulan libremente por los campos y producen un aumento de las mordeduras en esta época del año. El este de Nepal, en particular, es conocido por su alta densidad de serpientes venenosas. Las mordeduras de cobras son comunes y producen potentes neurotoxinas que pueden conducir a una parálisis respiratoria.

Preocupados por la salud de los refugiados de Bután y de sus anfitriones nepalíes, ACNUR ha donado un respirador portátil para los tratamientos de respiración artificial del Centro de Tratamiento de las Mordeduras de Serpiente de la Cruz Roja nepalí en Damak. Esta máquina ayuda a los pacientes con parálisis respiratoria a respirar con más facilidad y resulta una importante forma de apoyo terapeutico además del suministro del antídoto a la víctima.

"Durante nuestra valoración encontramos que el centro tan solo tenía un respirador mecánico que tenía que ser utilizado manualmente y eso no era efectivo", dijo Lakruwan Dassanayke, el coordinador de salud de ACNUR en Damak. "Nos dimos cuenta de la necesidad de un respirador portátil para que los casos de parálisis respiratoria por envenenamiento se pudieran tratar en este centro y, en caso de ser necesario, se pudiera trasladar de manera segura al paciente al hospital más cercano", dijo el doctor.

Un ama de casa nepalí, Laxmi Gautam puede dar fe de ello. Esta joven recién casada estaba preparando la cena cuando de repente apareció una serpiente en el suelo de su cocina y le mordió la pierna izquierda. Su marido la llevó inmediatamente al Centro de Tratamiento de Mordeduras de Serpiente de Damak, a unos 22 kilómetros de distancia, en moto.

Laxmi respiraba con tanta dificultad que el equipo del centro médico en seguida supo que le había mordido una serpiente venenosa. La conectaron al respirador portátil y le inyectaron el antídoto. Para medianoche había recuperado la conciencia y su respiración había mejorado. "El estado de Laxmi podría haber sido crítico si no hubiéramos usado el respirador portátil. Salvó su vida", dijo Amir Bista, el jefe del equipo del centro médico que la trató.

Sólo hay dos centros de tratamiento para la mordedura de serpiente en la zona. Sólo el centro de Damak recibe más de 1.000 casos de mordeduras de serpiente al año, incluyendo unos 200 casos de serpientes venenosas.

El respirador portátil que donó ACNUR costó alrededor de 5.000 dólares y puede cargarse utilizando la corriente eléctrica o a través de una batería externa. Esto hace que sea muy útil durante los frecuentes cortes de luz en la zona o mientras se trasladan los casos críticos del centro al hospital.

Después de pasar una semana en el hospital local recuperándose de la mordedura de serpiente, Laxmi ha vuelto a casa y está bien. Lo único que necesita es un poco de fisioterapia para la pierna. "Fue una noche horrible para mí", recuerda. "Y estoy muy agradecida a todos los que me trataron y me dieron una nueva vida".

ACNUR ha estado trabajando en los distritos de Jhapa y Morang, al este de Nepal, desde 1992, cuando decenas de miles de refugiados llegaron de Bután. La Agencia de la ONU para los Refugiados continúa ofreciendo protección y asistencia a unos 34.000 refugiados a diario. Además, se está llevando a cabo un amplio programa de reasentamiento que ha logrado que 83.000 refugiados hayan comenzado una nueva vida en ocho países diferentes.

Para demostrar su aprecio por la comunidad de acogida nepalí, ACNUR ha proporcionado apoyo continuado a lo largo de los años, sobre todo en sectores de educación y salud. Anteriores donaciones han incluido ambulancias y equipamiento médico para los hospitales locales para tratar tanto a la comunidad local como a los refugiados.