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Reunificación familiar

Reunificación familiar

Las familias pueden desintegrarse y permanecer separadas durante años a causa del desplazamiento forzado.

Junto con sus socios, ACNUR ayuda a salvaguardar el derecho fundamental de los refugiados a la unidad familiar; además, se esfuerza por apoyar a las familias refugiadas que han sido separadas y por mejorar el acceso a procedimientos de reunificación familiar.

“La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

Párrafo 3 del artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos

¿Eres una persona refugiada que busca cómo reencontrarse con su familia?

Conocer más detalles

La unidad familiar constituye un derecho universal. Al ser forzadas a abandonar su país de origen, las familias refugiadas suelen separarse, y su separación puede ser prolongada. Los Estados tienen la responsabilidad, mediante procedimientos de reunificación familiar, de proteger y de restaurar la vida familiar de las personas refugiadas. ACNUR ayuda a salvaguardar el derecho fundamental de los refugiados a la unidad familiar; además, se esfuerza por apoyar a las familias refugiadas que han sido separadas y por potenciar el acceso a procedimientos de reunificación familiar.

Las familias deben estar juntas

Al ser forzadas a huir de su país de origen, con frecuencia, las personas refugiadas deben separarse de sus familias; pueden pasar años antes de que vuelvan a ver a sus seres queridos, o bien no vuelven a estar con ellos nunca. 

Los procedimientos de reunificación familiar se basan en el derecho a la unidad familiar. En contraste con las soluciones en terceros países (como el reasentamiento, la educación o el empleo), los Estados tienen una responsabilidad legal consistente en crear marcos jurídicos que faciliten la reunificación familiar.

La familia constituye una unidad social fundamental; además, su integridad está protegida por el derecho internacional y por instrumentos jurídicos de carácter vinculante a nivel regional. La obligación legal que consiste en proteger el derecho universal a la unidad familiar se traduce en la responsabilidad que tienen los Estados de facilitar la reunificación familiar. A raíz de estas obligaciones internacionales, muchos países cuentan con procedimientos de reunificación familiar para apoyar a las personas refugiadas.

Cuando están bien diseñados, estos procedimientos también pueden ayudar a crear vías legales seguras que impiden que, para lograr reencontrarse con sus seres queridos, las personas refugiadas emprendan travesías peligrosas e irregulares que ponen en riesgo sus vidas. La eficacia de los procedimientos de reunificación familiar puede desalentar a las redes de tráfico que se aprovechan de la necesidad de las personas de reencontrarse con sus familiares. 

Reunificar familias que han sido separadas no solo ayuda a las personas refugiadas a superar el trauma causado por el conflicto, sino que también potencia sus posibilidades de integración. Estando juntas, las familias pueden adaptarse mejor a sus nuevas comunidades, y sus integrantes ofrecen una sensación de seguridad – sobre todo para los grupos vulnerables, como mujeres, niñas y niños – y fomentan la autosuficiencia económica. 

¿Qué hace ACNUR al respecto?

ACNUR apoya la reunificación de familias refugiadas. Es importante resaltar que, para cumplir con los criterios específicos que requieren los procedimientos de reunificación familiar, si bien la persona que patrocina o activa el procedimiento de reunificación familiar debe haber sido reconocida como refugiado o debe haber recibido protección complementaria del Estado, los integrantes de su familia son también personas bajo el mandato de ACNUR sin importar que sea por mérito propio (por su condición de refugiado) o por derivación.    

La reunificación familiar es un procedimiento que gestiona el Estado de conformidad con el marco jurídico nacional de este. Por tanto, la responsabilidad de reunificar familias refugiadas recae, primordialmente, en los Estados. ACNUR monitorea el cumplimiento de los Estados de las obligaciones de reunificación de familias refugiadas y aboga sin cesar por la adopción de procedimientos flexibles que se enfoquen en la protección y que sean congruentes con las limitaciones que supone la situación de las personas refugiadas. Además, no solo apoya a las familias para que tengan acceso a información y a la asistencia jurídica y administrativa que brindan los socios pertinentes, sino que también coordina a socios clave para crear sistemas que apoyen a las personas refugiadas. 

¿Qué desafíos existen?

En concreto, hay barreras prácticas, jurídicas y financieras que siguen impidiendo la reunificación de las familias refugiadas; entre ellas: 

  • Los procedimientos de reunificación familiar suelen ser complejos; además, las familias no siempre tienen acceso a información confiable en su lengua.  
  • Algunos países exigen el pago de cuotas para presentar una solicitud; al mismo tiempo, mediante estrictos requisitos en materia de ingresos, hay países que exigen que las personas refugiadas demuestren que tienen la capacidad de sostener a su familia.  
  • En algunos países, el plazo para presentar una solicitud es corto; y, si bien hay quienes cumplen con los criterios, suelen quedar fuera del plazo estipulado debido, por ejemplo, a que no conocían la fecha límite o a que no tuvieron oportunidad de obtener todos los documentos solicitados dentro del plazo previsto. Otros países han impuesto un período de espera para que las personas que gozan de formas complementarias de protección puedan presentar una solicitud.
  • Hay tantas definiciones de familia como hay países y culturas. En ese sentido, con frecuencia, los procedimientos de reunificación familiar identifican un número limitado de tipos de parentesco elegibles, lo cual excluye a personas cuya dependencia es de tipo social, emocional o económica. 
  • Para las personas refugiadas no es fácil acreditar su identidad ni su parentesco mediante pasaportes, certificados de nacimiento o de matrimonio, entre otros documentos. 
  • Cuando es limitada la presencia de una embajada en el país de acogida, quizás se solicite a los integrantes de una familia que viajen a países o regiones vecinas en distintas etapas del proceso. Más allá de ser costoso y peligroso, para las personas refugiadas resulta imposible cumplir con este requisito. 
  • Casi siempre, los integrantes de una familia son también refugiados. En consecuencia, cuando se les solicita acercarse a las autoridades de su país de origen para obtener documentación, se les expone a más peligros. 
  • En algunos países, además, los períodos de espera son largos (a veces, toman años), lo cual prolonga la separación de familias desesperadas. 

Red de Reunificación Familiar

Creada en 2020, la Red de Reunificación Familiar (FRUN, en inglés) se convirtió en la primera plataforma global dedicada a la reunificación familiar en beneficio de personas refugiadas y otras que requieren protección internacional. En esta red convergen voces expertas, integrantes de la comunidad académica y partes interesadas clave que, en materia de reunificación familiar, tienen un propósito común que consiste en promover y facilitar el acceso a los procedimientos de reunificación familiar. 

ACNUR tiene a su cargo la Secretaría de la Red de Reunificación Familiar, que no está abierta a cualquiera, sino que sus posibles miembros deben contar con aprobación tras consultar al Grupo Asesor de la Red de Reunificación Familiar y a las operaciones de ACNUR en el país de que se trate. Para obtener más información, favor de contactar a [email protected].

La historia de Numeir
Consumido por el miedo a ser reclutado por el ejército, Numeir no tuvo más opción que abandonar su hogar en Siria. Tenía apenas quince años. Luego de pasar tres largos años lejos de su familia, gracias a un programa de reunificación familiar, logró reencontrarse con sus seres queridos en Alemania.
La historia de Emad
Tras haber pasado tres años en cautiverio, Emad, un iraquí de trece años, se reunió con su madre y sus hermanos en Canadá.