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La grave falta de fondos en el Líbano y Jordania amenaza con traducirse en pobreza y desesperación para las familias refugiadas sirias

Notas de prensa

La grave falta de fondos en el Líbano y Jordania amenaza con traducirse en pobreza y desesperación para las familias refugiadas sirias

6 Junio 2017 Disponible también en:
Una mujer siria en Mafraq, Jordania, saca dinero de un cajero con tecnología de identificación de iris. Gran parte del 80% de los refugiados sirios que viven fuera de los campos dependen fuertemente de la asistencia económica en efectivo de ACNUR.

La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, alerta que si no se reciben contribuciones adicionales de manera urgente, unas 60.000 familias de refugiados sirios se verán excluidas de los programas mensuales de ayuda económica en efectivo en el Líbano y en Jordania a partir del mes de julio.

Algunos aspectos esenciales de la respuesta de ACNUR a las necesidades de los refugiados sirios carecen de financiación suficiente. Se necesitan con urgencia contribuciones adicionales para evitar recortes drásticos en la prestación de servicios básicos y vitales para los refugiados sirios durante la segunda mitad del año.

A pesar de las generosas promesas de contribuciones, los programas humanitarios de apoyo a los refugiados sirios y a las comunidades que los acogen se están quedando sin recursos. Esta situación es especialmente dramática en el Líbano y en Jordania, donde un cierto número de actividades de ayuda económica en efectivo podrían verse interrumpidas en menos de cuatro semanas.

En el Líbano, los refugiados sirios -- de los que el 70% vive bajo el umbral nacional de pobreza -- señalan que, sin esta ayuda vital, no saben cómo lograrán sobrevivir. Para muchos, la ayuda en efectivo es el único recurso con que cuentan para comprar medicinas para sus familiares enfermos y para pagar las facturas y las deudas que se van acumulando rápidamente. Los refugiados han indicado al ACNUR que todos los meses tienen grandes dificultades para pagar el alquiler y que están expuestos a la amenaza del desalojo.

Aquellos refugiados que han huido a Jordania hacen frente a los mismos retos. Los refugiados han explicado al personal de ACNUR que el apoyo mensual en efectivo que les proporciona ACNUR supone tener acceso a una comida diaria, a un mejor techo bajo el que vivir y ver garantizada su dignidad. Ahora temen perderlo todo. Muchos dicen que prefieren volver a Siria para morir si dejan de recibir esta ayuda. Para una de cada tres familias refugiadas beneficiarias de este programa de ayuda en efectivo en Jordania, se trata de su única fuente de ingresos, lo que los hace particularmente vulnerables a cualquier recorte.

ACNUR amplió y promovió nuevos enfoques para la prestación de programas de asistencia en 2011 para ayudar a un gran número de refugiados sirios en los países vecinos, los cuales son Estados de renta media. Gracias a infraestructuras y servicios bien establecidos, ACNUR ha podido trabajar con los bancos para entregar ayuda en efectivo a los refugiados, reducir gastos indirectos y el fraude, así como dar la opción a los refugiados de comprar aquello que necesitaban, evitando la estigmatización que suponen las colas de espera para la distribución. Estos programas permiten a las familias vulnerables hacer frente a las dificultades provocadas por el desplazamiento forzado y ayudarles a restablecer su dignidad. Además son elementos clave para ayudar a las familias refugiadas a prevenir situaciones de indigencia, explotación o abusos, así como a evitar que tengan que recurrir al trabajo infantil, los matrimonios tempranos, la práctica de sexo para la supervivencia u otros mecanismos de adaptación negativos.

En el Líbano, donde ACNUR necesita urgentemente $ 116 millones de dólares, los programas de asistencia directa en efectivo para los refugiados serán los primeros afectados. Esto incluye una ayuda en efectivo para necesidades varias destinada a 30.000 familias de refugiados sirios, una asistencia en efectivo durante dos meses para prepararse de cara al invierno para otras 174.000 familias y una asistencia en efectivo para la protección de 1.500 familias de refugiados con el objetivo de ayudarles a sobrellevar las dificultades. La falta de fondos también amenaza a 65.000 intervenciones vitales en atención sanitaria secundaria y el apoyo a la capacidad de de las autoridades libanesas para la expedición y renovación de los documentos de identidad para los refugiados, tras la reciente decisión de eximir del pago de las tasas de renovación de los permisos de residencia, gasto que la mayoría de los refugiados no pueden permitirse.

Por otra parte, en Jordania se necesitan de manera urgente $71 millones de dólares para proporcionar una ayuda mensual en efectivo a 30.000 familias refugiadas sirias, apoyo a los 60.000 sirios que se estima se encuentran bloqueados en la frontera entre Siria y Jordania, la prestación de 115.000 consultas de atención sanitaria primaria y 12.000 derivaciones a servicios de atención sanitaria secundaria para los refugiados que viven tanto en campamentos como en áreas urbanas, así como para asegurar un apoyo para el próximo invierno para 35.000 sirios.

Más de cinco millones de sirios viven como refugiados en países vecinos. Esto convierte a los sirios en la mayor población refugiada en el mundo. Además, otros 6,3 millones de sirios se encuentran desplazados en el interior de Siria.

Cuando ha transcurrido la primera mitad del año, el llamamiento interinstitucional para 2017 ($4.600 millones de dólares) para responder a las necesidad humanitarias inmediatas de los refugiados sirios en Oriente Medio y el norte de África apenas se encuentra financiado en un 18%. Dados los retos para cubrir unas necesidades humanitarias de tal magnitud y en toda la región, resulta primordial recibir contribuciones rápidas y suficientes para garantizar la prestación oportuna y planificada de los programas de protección y ayuda a los refugiados.