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Unas 350.000 personas necesitan ayuda urgente en Goma, República Democrática del Congo

Notas de prensa

Unas 350.000 personas necesitan ayuda urgente en Goma, República Democrática del Congo

1 Junio 2021 Disponible también en:
Personas refugiadas congoleñas que huyeron de la erupción volcánica cerca de Goma esperan recibir asistencia en Rubavu, Ruanda.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, continúa asistiendo a miles de personas afectadas por la erupción del volcán Nyiragongo cerca de la ciudad de Goma en la República Democrática del Congo (RDC), el 22 de mayo. Se estima que unas 350.000 necesitan asistencia humanitaria urgente.

Se estima que 450.000 personas han huido de Goma, de las cuales unas 120.000 han llegado a la vecina ciudad de Sake, en la provincia oriental de Kivu del Norte. Alrededor de 8.000 personas también cruzaron la frontera hacia Ruanda, aunque la mayoría ha regresado desde entonces.

La mayoría de las personas desplazadas está siendo acogida por familias locales, mientras que otros se quedan en iglesias y escuelas, a menudo en condiciones de hacinamiento. Tras la erupción volcánica, las personas desplazadas tienen una necesidad urgente de alojamiento y artículos básicos como colchonetas, mantas y utensilios de cocina.

La ciudad ha experimentado más de mil terremotos y temblores después de la erupción, la mayoría de ellos pequeños, pero algunos lo suficientemente fuertes como para derrumbar edificios.

Las casas de muchas personas fueron destruidas por el flujo de lava, pero muchas más tuvieron que irse siguiendo la orden de evacuación de las ocho áreas de Goma que están en mayor riesgo en caso de que otra erupción golpee la ciudad.

Inmediatamente después de llegar a la ciudad de Sake al oeste de Goma, ACNUR comenzó a asistir a las personas que habían seguido la orden de evacuación y actualmente evalúa las necesidades en otras áreas. Desde el 28 de mayo, ACNUR ha asistido a las poblaciones desplazadas proporcionando alojamientos comunales para descongestionar escuelas e iglesias, y artículos escenciales que incluyen lonas, mantas y kits de higiene.

Esta asistencia se ha brindado como parte de los esfuerzos en curso de la comunidad internacional, pero no es suficiente para cubrir todas las necesidades. Las evaluaciones sobre el terreno muestran que el alojamiento es la necesidad más urgente, al igual que el agua y la comida. ACNUR continúa trabajando en Sake, enfocándose ahora en la construcción de un sitio que permitirá a las personas desplazadas salir de las escuelas e iglesias, y permitir que las niñas y los niños regresen a clases.

Muchas personas han sido acogidas por familias locales. Como se ve tan a menudo en el Congo, ya sea debido a conflictos o a desastres naturales, la gente está ayudando generosamente a las personas desplazadas, compartiendo lo poco que tienen.

También existe la necesidad de atención psicosocial en las áreas de acogida, como lo solicitaron los médicos del hospital regional, ya que muchas personas se presentan con signos de trauma. Se necesitará lo mismo en las escuelas, y ACNUR trabajará con UNICEF y otros para encontrar maneras de apoyar a las familias que huyeron. ACNUR también envió un equipo a Rutshuru, una ciudad a 70 kilómetros al noreste de Goma, para ayudar en los esfuerzos ahí y conectarse con un gran número de personas refugiadas que ya se encontraban en la zona, o que huyeron ahí después de la erupción.

Los terremotos se han vuelto menos intensos, pero todavía hay dudas sobre las corrientes de magma debajo de la ciudad. Siempre que sea posible regresar a Goma, la reconstrucción será un desafío: la ciudad está al pie de un volcán activo y en una grieta cambiante.

También estamos volviendo a trabajar en emergencias relacionadas con el conflicto en Kivu del Norte, incluida la respuesta humanitaria a los recientes ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés) y la planificación de una distribución de ayuda para las personas desplazadas por el conflicto en el territorio de Masisi, que se interrumpió cuando una carretera se derrumbó la semana anterior a la erupción, también a raíz de la evacuación del personal.

Los desafíos en la provincia de Kivu del Norte ya eran enormes antes de este último desplazamiento, ya que los conflictos y la violencia han desarraigado a más de 2 millones de personas en la provincia, incluidas 450.000 solo este año.

BROLL: https://media.unhcr.org/Share/xi2l28y8hb5g2t676ns226ul8r2f5113

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