Refugiados centroafricanos son atacados mientras huyen a Camerún
Refugiados centroafricanos son atacados mientras huyen a Camerún
ACNUR está extremadamente preocupado por la información que llega indicando que las milicias antibalaka estarían impidiendo la huida de civiles de la República Centroafricana (RCA), atacándoles en su camino hacia un lugar seguro.
Durante las últimas dos semanas, los trabajadores de ACNUR en Camerún han sido testigos de la llegada de refugiados heridos por machetes o disparos. También han observado un aumento en el número de personas que cruzan hacia Camerún por puntos fronterizos remotos.
Los recién llegados han contado a los trabajadores de ACNUR que hombres de las milicias antibalaka han bloqueado las rutas hacia Camerún, obligándoles a deambular por los bosques durante dos o tres meses hasta poder alcanzar la frontera. Los refugiados también han explicado que estas milicias los han atacado durante su huida.
En los últimos días, ACNUR ha registrado como refugiados a tres personas – una mujer, un niño y un hombre – con graves heridas de machete mientras que otro refugiado estaba herido por un disparo en el pecho. Todos ellos han recibido asistencia médica.
La mayoría de los recién llegados, que son mujeres, niños y ancianos musulmanes, han explicado a los equipos de ACNUR que los hombres se han quedado en la RCA para crear grupos de autodefensa y proteger a su comunidad y su ganado.
ACNUR está pidiendo a la milicia antibalaka que deje de impedir la huida de civiles que buscan seguridad en países vecinos, al tiempo que hace un llamamiento a todas las partes en conflicto para que renuncien a la violencia.
A pesar de los obstáculos para desplazarse, una media de 10.000 personas cruzan cada semana desde RCA hasta Camerún. Dado que los principales puntos fronterizos de entrada (Garoua Boulai y Kenzou) ya no están accesibles a raíz de las actividades de los antibalaka, la gente está utilizando rutas alternativas. Esto ha incrementado el número de puntos fronterizos de entrada en Camerún, pasando de 12 a 27 en las últimas tres semanas, y haciendo aún más complicado para ACNUR el monitoreo de fronteras.
Muchos de los recién llegados provienen de las zonas de Boda y Bozoum, próximas a la República Democrática del Congo y a Chad, respectivamente. Dado el largo trayecto que han tenido que realizar, todos los refugiados están llegando en muy mal estado de salud, algunos con los pies y piernas hinchados y otros con malnutrición.
ACNUR y sus socios han aumentado el número de clínicas móviles en los puntos fronterizos de entrada para ofrecer asistencia de emergencia a los refugiados que acaban de cruzar. La Agencia también está apoyando los centros de salud públicos, que se encuentran desbordados por el número de refugiados y sus condiciones de salud.
Mientras tanto, ACNUR ha reubicado a unos 20.000 refugiados que estaban viviendo al raso en las zonas fronterizas de Garoua Bouai y Kenzou. Ahora han sido trasladados a los asentamientos que se han levantado en Lolo, Mborguene, Gado y Borgop, en las regiones del este y de Adamwa.
Desde el comienzo del año, Camerún ha recibido a 69.389 refugiados de RCA que se suman a los 92.000 centroafricanos que ya habían huido en distintas oleadas desde el año 2004, escapando de los ataques de grupos rebeldes y bandidos del norte del país.
El número global de desplazados internos en la República Centroafricana supera los 625.000, mientras que unos 315.000 han buscado refugio en los países limítrofes.