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ACNUR: la política de 'retornos al campamento' de Malawi podría causar sufrimiento entre la población refugiada

Comunicados de prensa

ACNUR: la política de 'retornos al campamento' de Malawi podría causar sufrimiento entre la población refugiada

24 Mayo 2023 Disponible también en:
El campamento de refugiados de Dzaleka, en Malaui, diseñado para albergar hasta 12.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo, acoge actualmente a más de 50.000.

El campamento de refugiados de Dzaleka, en Malaui, diseñado para albergar hasta 12.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo, acoge actualmente a más de 50.000.

GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está extremadamente preocupada por el reciente arresto y detención de 377 personas refugiadas, entre ellas 117 niñas y niños, el 17 de mayo, y su posterior traslado forzoso al campamento de refugiados de Dzaleka por parte de las autoridades de Malawi.

Las detenciones y el cierre de todas las tiendas y negocios propiedad de personas refugiadas y solicitantes de asilo en un suburbio de Lilongüe, la capital de Malawi, se producen tras una directiva emitida por el gobierno el 27 de marzo de 2023 para hacer cumplir su política de internamiento en los campamentos. La directiva ordena a todos los refugiados y solicitantes de asilo que viven en zonas urbanas y rurales que regresen voluntariamente al campamento antes del 15 de abril de 2023, o se enfrentarán a una reubicación forzosa.

Unas 35 personas que tuvieron que retornar al campamento de refugiados de Dzaleka tras la intervención de las autoridades contaron a los equipos de ACNUR lo rápido que tuvieron que salir de sus hogares, dejándolo todo para escapar del arresto. Otra familia contó que, en medio del caos, corrieron en distintas direcciones y se separaron de su hija de 8 años durante dos días antes de reunirse.

Las personas refugiadas y solicitantes de asilo fueron recluidas inicialmente en la prisión central de Maula, antes de ser trasladadas en vehículos del gobierno a Dzaleka los días 19 y 20 de mayo.

“Reiteramos firmemente nuestro llamamiento a las autoridades para que anulen su decisión de reubicación, ya que las estructuras existentes en el campamento de refugiados de Dzaleka ya están al límite y no pueden albergar a más personas refugiadas de forma digna”, declaró Valentin Tapsoba, Director de la Oficina Regional de ACNUR para el Sur de África. “Esto provocará un inmenso sufrimiento humano y creará una nueva dependencia de la asistencia humanitaria”.

Cualquier retorno al campamento de refugiados de Dzaleka debe hacerse de acuerdo con los principios de los derechos humanos y no realizar la detención de menores.

Hasta la fecha, 505 personas han regresado al campamento desde que el gobierno emitió la orden en 2021. Esto incluye a las 377 personas refugiadas y solicitantes de asilo que fueron reubicadas por la fuerza en el campamento la semana pasada.

En el campamento, algunos refugiados han regresado a sus alojamientos anteriores, mientras que otros están siendo acogidos por familias y parientes. Alrededor de 110 personas están alojadas en el centro de recepción del campamento, en pasillos abarrotados con instalaciones sanitarias y de agua insuficientes, lo que supone un riesgo para la seguridad y la salud.

El campamento de refugiados de Dzaleka ya se enfrenta a dificultades, ya que los servicios de salud, agua, alojamiento e instalaciones sanitarias son inadecuados para atender a la población actual. Trasladar a Dzaleka a personas refugiadas y solicitantes de asilo autosuficientes y productivas no hará sino agravar estos problemas, ya que se reducirán sus perspectivas de rehacer sus vidas. El traslado también afectará negativamente a niñas y niños refugiados inscritos en escuelas de todo el país, en caso de que tengan que incorporarse a clases saturadas en el campamento.

El campamento, creado originalmente para albergar hasta 12.000 personas refugiadas, albergaba el 22 de mayo a más de 50.600, principalmente de la República Democrática del Congo, Burundi y Ruanda, lo que representa el total de la población refugiada en Malawi.

De ellas, se calcula que unas 8.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo llevan viviendo en las zonas rurales y urbanas de Malawi durante largos periodos de tiempo, algunas desde 2003, tras haber llegado al país en 1994. La mayoría están bien integrados en la comunidad local. Son autosuficientes y contribuyen a la economía local con pequeños negocios y otras actividades comerciales.

Malawi se ha comprometido con el Marco Integral de Respuesta para los Refugiados y se comprometió en el Foro Mundial sobre los Refugiados de diciembre de 2019 a incorporar las cuestiones relacionadas con los refugiados en su agenda nacional de desarrollo, reformar el marco jurídico y político, abarcar el registro y la documentación de los refugiados, mejorar la determinación de la condición de refugiado y apoyar la autosuficiencia de las personas refugiadas mediante el aumento de las actividades de medios de vida.

Al 23 de mayo, ACNUR solo había recibido el 9 por ciento de los 27,2 millones de dólares (USD) necesarios para apoyar adecuadamente a la población refugiada y solicitante de asilo en Malawi este año. Esto ha mermado la capacidad de ACNUR para satisfacer las necesidades de protección, asistencia y medios de vida de las personas por las que trabaja. Debido al déficit de financiación, ACNUR no dispone de recursos para satisfacer las necesidades de los retornados, incluida la mejora de los albergues de tránsito y el suministro de artículos domésticos.

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