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La emergencia rohingya un año después: la crisis de refugiados más reciente de Asia necesita solidaridad internacional y avanzar en soluciones

Notas de prensa

La emergencia rohingya un año después: la crisis de refugiados más reciente de Asia necesita solidaridad internacional y avanzar en soluciones

24 Agosto 2018 Disponible también en:
Hamida, de 22 años, (centro) y su hijo Mohammed, de 1 año, esperan recibir ayuda alimentaria junto con otros cientos de refugiados rohingyas en el campo de refugiados de Kutupalong, en Bangladesh.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, hace un llamamiento hoy a la comunidad internacional para que incremente su apoyo a unos 900.000 apátridas rohingya refugiados en Bangladesh y se solidarice con sus generosos anfitriones. La responsabilidad internacional conjunta de proteger y encontrar soluciones para los refugiados debe seguir siendo una prioridad para todos los países de la región y más allá.

Desde Agosto del año pasado, más de 720.000 refugiados rohingya que huían de la violencia y la discriminación sistémica en el estado de Rakhine en Myanmar, han encontrado refugio y seguridad en Cox’s Bazar en Bangladesh, donde se unieron a unos 200.000 rohingya que habían llegado en oleadas anteriores de desplazamientos.

Cuando comenzó la emergencia, ACNUR envió de inmediato personal de refuerzo a Bangladesh así como más de 1.500 toneladas métricas de materiales de ayuda humanitaria por avión. Posteriormente siguió y sigue enviando ayuda por tierra. Durante el pasado año, nuestros equipos trabajaron a contrarreloj para ayudar a las autoridades de Bangladesh a garantizar la protección de los refugiados facilitado asesoramiento psicosocial, prevención de violencia sexual y por motivos de género, reunificación familiar, identificación y asistencia a menores no acompañados y atención a otros refugiados vulnerables.

Actualmente, el asentamiento de Kutapalong en Cox’s Bazar da cobijo a más de 600.000 refugiados, lo que le convierte en el asentamiento más grande y poblado del mundo. Su magnitud acarrea desafíos diarios tales como garantizar refugio, agua, saneamiento y acceso a servicios básicos, además de garantizar la seguridad de mujeres y niñas.

En los últimos meses, se ha tratado de dotar a los asentamientos de las infraestructuras necesarias para soportar las fuertes lluvias del monzón en una dramática carrera a contrarreloj. Se han realizado grandes trabajos de ingeniería para ayudar a reducir el riesgo de desplazamientos de tierra e inundaciones y cientos de voluntarios refugiados han recibido formación para poder responder ante desastres naturales. Estos esfuerzos han demostrado ser  muy valiosos durante las lluvias sin precedentes de los meses de junio y julio, puesto que los asentamientos de los refugiados han aguantado en su mayoría las adversidades meteorológicas.

Al hacer balance de lo logrado hasta ahora, ACNUR pide que se renueve el compromiso internacional y el apoyo a los refugiados y a las comunidades de acogida en Bangladesh con el objetivo de reforzar la respuesta y pasar de las operaciones del día a día para salvar vidas a hacer frente a retos tales como la educación y la autosuficiencia de los refugiados rohingya. Mitigar del impacto ambiental que provoca el alojamiento de cientos de miles de rohingya en el área de Cox’s Bazar, también requiere medidas urgentes tales como reforestar o usar combustibles alternativos para cocinar o para calentarse. Esta semana hemos distribuido gas licuado del petróleo (GLP) a los primeros 7.000 hogares. ACNUR tiene previsto distribuir este nuevo combustible a 100.000 hogares (alcanzando a unos 500.000 refugiados) antes de fin de año.

El Plan de Respuesta Conjunta lanzado en marzo de 2018 tenía como objetivo recaudar 950.8 millones de dólares entre marzo y diciembre de este año, sin embargo, a mediados de agosto sólo se ha conseguido un 33% de financiación, lo cual es muy preocupante dado que sólo quedan cuatro meses para terminar el año. Es fundamental que las agencias humanitarias reciban fondos de manera flexible y temprana para seguir brindando asistencia y mejorando las condiciones de refugiados y comunidades de acogida en Bangladesh. 

En este contexto es muy importante no olvidar que las soluciones a esta crisis están en Myanmar. Se necesita apoyo internacional para ayudar al Gobierno de Myanmar a abordar las causas de raíz de esta crisis, de conformidad con las recomendaciones de la Comisión Asesora del Estado de Rakhine, dirigida por el recientemente fallecido Kofi Annan, que deberían garantizar la libertad de circulación de todas las personas en el Estado de Rakhine, independientemente de su etnia, religión o estatus como ciudadanos, así como un proceso de nacionalización claro y voluntario. Es por tanto fundamental que las autoridades de Myanmar tomen el liderazgo en este proceso.

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