Ayuda en efectivo hace diferencia en las vidas de cientos de solicitantes de asilo en Costa Rica
Ayuda en efectivo hace diferencia en las vidas de cientos de solicitantes de asilo en Costa Rica

“Después de recibir una llamada de ACNUR, fui a su oficina en Upala donde recibí una tarjeta de débito y que fue recargada por tres meses”.
Cuando Elena* (35) se recuperaba de COVID-19 que la afectó por más de un mes, recibió una llamada que anhelaba: recibiría ayuda en efectivo para suplir las necesidades básicas de su familia por tres meses.
Su familia salió de Nicaragua en medio de la crisis sociopolítica de ese país y solicitó asilo en Costa Rica en 2021.
Durante el 2022, Elena y otras 3.000 personas solicitantes de asilo en Costa Rica han sido beneficiarias de la asistencia de ayuda en efectivo de ACNUR, con el apoyo de la Unión Europea. “Esta asistencia me ayudó mucho y la agradeceré siempre”, relata Elena.
A continuación, Elena narra cómo le ha permitido seguir adelante con su vida.

“Acompañado de la tarjeta, también recibí un folleto con información para comprar de forma segura, dónde podía recibir orientación para mí y mi familia”.

“Con esta ayuda logré comprar medicamentos para mí y mis padres, quienes son adultos mayores y padecen de enfermedades crónicas. Mi padre perdió la vista y no pudo salir a trabajar más. También ayudé a cubrir las necesidades básicas de mi hogar, como pagar el agua, la luz y la renta, así como los medicamentos para mi familia”.

“También pude comprar alimentos e ingredientes para cocinar panes, bollos, empanadas y tamales nicaragüenses que hago junto a mi madre y luego salgo a venderle a mis vecinos”.

“Salgo todas las mañanas a vender lo que cocinamos. Vendo una bolsa de pan de 5 unidades a 1.000 colones costarricenses (aproximadamente 1 euro). Vivimos con la ayuda en efectivo y la venta de pan. Un día espero poder buscar otro trabajo para poder llevar a mi padre a sus citas de la vista”.
*El nombre se ha cambiado por motivos de protección.