El Ministerio de Trabajo y ACNUR renuevan alianza por la inclusión laboral de personas forzadas a huir y provenientes de comunidades estigmatizadas en El Salvador
El Ministerio de Trabajo y ACNUR renuevan alianza por la inclusión laboral de personas forzadas a huir y provenientes de comunidades estigmatizadas en El Salvador
Rolando Castro, Ministro de Trabajo y Previsión Social y Laura Almirall, Representante de ACNUR en El Salvador durante la renovación de la carta de entendimiento en favor de la inclusión laboral de personas a las que ACNUR sirve en El Salvador.
SAN SALVADOR, El Salvador – El Ministerio de Trabajo y Previsión Social de El Salvador, y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, renovaron su alianza para promover la inserción laboral para personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas o en riesgo, y aquellas de comunidades históricamente estigmatizadas por la violencia en El Salvador.
A través de la renovación de la carta de entendimiento suscrita en 2021, el Ministro de Trabajo y Previsión Social, Rolando Castro, y Laura Almirall, Representante de ACNUR en El Salvador, reafirmaban hoy su firme propósito de fomentar acciones conjuntas que impulsen el acceso al empleo formal y decente de las personas para las cuales y con las cuales ACNUR trabaja.
En el marco del evento, 60 jóvenes firmaron contratos de aprendizaje para incorporarse a diversas empresas privadas en el país, como resultado del programa conjunto “Mi Primer Trabajo” desarrollado por el MTPS y ACNUR, con la colaboración de World Vision.
“En ACNUR estamos convencidos de que el acceso a oportunidades y trabajo digno tiene el poder de transformar las vidas de personas que tuvieron que dejar sus hogares huyendo para proteger su vida o que proceden de comunidades históricamente estigmatizadas por la violencia. Este acuerdo reafirma nuestro compromiso y esfuerzo para apoyar a las personas que más lo necesitan en El Salvador. Y así, trabajando mano a mano con el Estado, las comunidades y el sector privado, darles el impulso para que sean autónomas, resilientes, y contribuyan al desarrollo de sus familias y comunidades”, expresó Laura Almirall, Representante de ACNUR.
En El Salvador, las personas provenientes de comunidades históricamente estigmatizadas por la violencia generalmente enfrentan retos adicionales para encontrar un empleo formal.
ACNUR, en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, y en alianza con World Vision, gestiona el programa “Mi Primer Trabajo”, iniciativa que promueve el acceso a una primera experiencia laboral formal. Las personas participantes reciben formación en habilidades para la vida y para el trabajo, una retribución equivalente al salario mínimo vigente y obtienen acceso a seguridad social durante cinco meses. Gracias a este programa, 616 jóvenes han ingresado al mercado laboral formal.
La cooperación entre ACNUR y el Ministerio de Trabajo inició en 2021, a través de la cual han logrado orientar y preparar en habilidades blandas para el empleo a 1.135 y apoyar a la inclusión laboral de 616 jóvenes mediante contratos de aprendizaje. Además 184 empresas del sector privado abrieron sus puertas a la inclusión y obtuvieron capital humano altamente motivado y capacitado.
En el evento, 60 jóvenes firmaron contratos de aprendizaje para incorporarse a diversas empresas privadas como resultados del programa “Mi Primer Trabajo”.
“El 55 por ciento de los jóvenes que participaron en el programa fueron contratados por las empresas. Las instituciones tuvimos la iniciativa, pero las empresas tomaron la decisión de abrir sus puertas a la inclusión de personas jóvenes que están construyendo sus sueños”, comentó Rolando Castro, Ministro de Trabajo y Previsión Social.
Estas acciones contribuyen a la implementación en El Salvador del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), una aplicación regional del Marco de Respuesta Integral para los Refugiados y una contribución concreta al Pacto Global sobre los Refugiados. En El Salvador, ACNUR trabaja en estrecha coordinación con las comunidades, con instituciones del Gobierno, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y, en general, con toda la sociedad, para proteger, empoderar y buscar soluciones duraderas para las personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas o en riesgo, o retornadas con necesidades de protección.
