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RDC: ACNUR y sus socios buscan financiación urgente mientras se dispara el número de refugiados congoleños

Comunicados de prensa

RDC: ACNUR y sus socios buscan financiación urgente mientras se dispara el número de refugiados congoleños

6 Mayo 2025 Disponible también en:
Doas mujeres fotografiadas de espaldas cerca de un bus cargan voluminosos fardos.

Refugiadas congoleñas cargan sus pertenecías en un bus que las llevará de la zona fronteriza de Rugombo al asentamiento de refugiados de Musenyi, en el sur de Burundi.

GINEBRA – A medida que la crisis humanitaria en la República Democrática del Congo (RDC) sigue agravándose, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y 107 socios solicitan 781 millones de dólares para continuar proporcionando apoyo urgente y vital durante el año 2025 a más de 1 millón de refugiados y solicitantes de asilo congoleños en países vecinos y a más de 1 millón de personas en comunidades locales en siete países.

El Plan de Respuesta Regional para Refugiados (RRP) actualizado para la situación en la RDC destaca el alarmante deterioro de las condiciones en el este del Congo, donde el aumento de la violencia armada ha seguido desplazando a las comunidades a un ritmo sin precedentes desde enero de este año. La reducción de recursos y los recientes recortes de financiación están interrumpiendo gravemente la entrega de esta ayuda tan crítica.

Los países vecinos, que cada día están recibiendo generosamente a miles de refugiados, están teniendo importantes dificultades para hacer frente al ritmo y la escala de las nuevas llegadas. Desde enero, casi 150.000 personas han huido de la RDC, superando el número total de personas que huyeron durante todo el 2024. La mayoría –en torno al 95 por ciento– ha huido del este de la RDC y ha buscado refugio en Burundi y Uganda, mientras que 8.000 han llegado a la República del Congo huyendo de la violencia entre comunidades en el oeste de la RDC.

El desplazamiento dentro de la RDC también ha alcanzado niveles sin precedentes. Para finales de 2024, se estimaba que 7,8 millones de personas estaban desplazadas internamente, la cifra más alta jamás registrada.

El coste humano de esta crisis es devastador: comunidades enteras desplazadas, familias separadas y civiles expuestos a violaciones extremas de los derechos humanos, como abuso sexual, asesinatos arbitrarios y reclutamiento forzado. Las mujeres, los niños y las personas con discapacidad son especialmente vulnerables, y muchos llegan cruzando las fronteras traumatizados y en urgente necesidad de protección y atención.

“Una vez más, son las familias, y particularmente las mujeres y los niños, quienes se ven obligados a huir por sus vidas cuando prevalece la violencia. Las comunidades de acogida continúan mostrando una generosidad notable al recibirlos, pero no pueden responder solos”, declaró Chansa Kapaya, Directora Regional de ACNUR para África Austral y Coordinadora Regional para la situación de los refugiados de la RDC. “La comunidad internacional debe dar un paso adelante urgentemente y apoyar los esfuerzos de los gobiernos de acogida y de todas las organizaciones humanitarias para proporcionar protección y asistencia crítica”.

A pesar de los encomiables esfuerzos de los países vecinos para recibir y asistir a los recién llegados, hay una situación de hacinamiento en las instalaciones de tránsito, al tiempo que los recursos son insuficientes y se experimentan importantes dificultades para mantenerse al día con las crecientes necesidades de refugio seguro, agua y saneamiento, atención médica y otros servicios esenciales.

El llamamiento del Plan de Respuesta Regional para Refugiados (RRP) para la RDC cubre Angola, Burundi, la República del Congo, Ruanda, Uganda, la República Unida de Tanzania y Zambia. El plan describe las prioridades inmediatas, incluyendo refugio de emergencia, alimentos, atención médica y servicios de protección, al tiempo que promueve la inclusión social, la resiliencia y soluciones duraderas para los desplazados.

A pesar de las crecientes necesidades, la financiación para la RDC sigue siendo críticamente baja. En 2024, ACNUR y sus socios recibieron menos de la mitad de los fondos necesarios, lo que obligó a los actores humanitarios a tomar decisiones difíciles, incluyendo la reducción de las raciones de alimentos, la disminución de los servicios esenciales y la limitación del apoyo a los grupos extremadamente vulnerables.

El RRP complementa el plan de respuesta humanitaria para la propia RDC, publicado en febrero de 2025. Juntos representan un esfuerzo coordinado para abordar tanto las necesidades inmediatas como a largo plazo de una de las crisis más urgentes pero pasadas por alto del mundo.

“Sin un aumento de la financiación, los socios que trabajan en primera línea tendrán que hacer frente a decisiones imposibles, como cerrar servicios de salud, reducir la asistencia alimentaria o dejar a las sobrevivientes de violencia sexual sin apoyo”, advirtió Kapaya. “Cuando los refugiados no pueden acceder al apoyo y la protección que necesitan en los países donde buscan seguridad, a menudo se ven obligados a continuar su peligrosa travesía en busca de dignidad y esperanza en otro lugar”.

Para más información, de favor contactar: