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Familia siria espera el fin del confinamiento para comenzar una nueva vida en Noruega

Historias

Familia siria espera el fin del confinamiento para comenzar una nueva vida en Noruega

El cierre del aeropuerto puso en espera el reasentamiento de Wafaa y su familia, pero espera que una vez que la crisis se alivie puedan salir del Líbano y su hijo adolescente pueda dejar de trabajar.
24 Junio 2020 Disponible también en:
El refugiado sirio Mohammad y su hija Yasmine en la azotea de su casa en Barja, Líbano.

Después de sobrevivir catorce meses viviendo con miedo y hambre durante el asedio del este de Guta cerca de Damasco, Wafaa Hashim y su familia estaban agradecidos por escapar con vida cuando huyeron del asedio y se dirigieron al Líbano como refugiados en 2014.


"Cuando llegamos al Líbano, fue como si nos mudáramos del infierno al cielo", dijo Wafaa, de 32 años, al recordar el día en que la familia finalmente cruzó la frontera.

Pero después de más de cinco años de profundización de la pobreza, y con el constantemente deterioro de las condiciones en Líbano, los sentimientos de aprisionamiento y desesperación de la familia una vez más comenzaron a afianzarse.

Con el esposo de Wafaa, Mohammad, luchando por encontrar un trabajo regular debido a una lesión sufrida durante el asedio, ahora se ven obligados a depender de los ingresos de su hijo Bakr, de 13 años, que trabaja en un supermercado local entregando productos a los clientes.

"Esto es realmente difícil para un niño".

"Cuando veo a mi hijo trabajando y no estudiando, me siento muy triste", dijo Wafaa. "Miro a sus amigos que aprendieron a leer y escribir, pero él no puede. A menudo regresa exhausto del trabajo y me pregunta: "¿cuándo va a terminar esto?"

"Su estado psicológico no es bueno", agregó Wafaa. "No sale a jugar y tiene muy pocos amigos. Pasa mucho tiempo solo. Me siento muy triste por él, siento que está quebrantado porque no puede leer ni escribir. Esto es realmente difícil para un niño”.

La familia vive en un departamento escasamente amueblado en la gobernación del Monte Líbano, en las afueras de la capital, Beirut. Las ganancias de Bakr apenas cubren el alquiler mensual, lo que significa que la familia a menudo tiene que vivir sin otras necesidades.

Recientemente, la familia tuvo que vivir sin electricidad durante cuatro meses, ya que no podían pagar el combustible para hacer funcionar el generador.

Una tarde, cuando estaba durmiendo a sus hijos más pequeños, Wafaa trató de asegurarles que las cosas mejorarían. "Estábamos bajo mucha presión, teníamos que pagar el alquiler y no pudimos. Estaba bromeando con mis hijas, diciéndoles que durmieran temprano, ya que tendríamos una entrevista en ACNUR al día siguiente para ir al extranjero”.

Para su sorpresa, la esperanzadora historia de Wafaa se hizo realidad al día siguiente cuando ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, llamó a su esposo para decirles que Noruega entrevistaría a la familia para el reasentamiento "Estaba completamente conmocionado, no lo podía creer. Le agradecí a Dios que finalmente podríamos sacar a nuestros hijos”.

Después de una entrevista con la misión de selección noruega a fines del año pasado, que se realizó por videoconferencia después de que la delegación no pudiera viajar al Líbano debido a las protestas en el país en ese momento, la familia fue aceptada y su viaje se programó para el 23 Marzo 2020.

Pero las medidas de bloqueo introducidas a mediados de marzo para evitar la propagación de COVID-19 significaron que los vuelos de la familia fueron cancelados y su reasentamiento se suspendió.

“Ser pobre es difícil, ser vulnerable es difícil. Nuestras esperanzas estaban puestas en este viaje, pero no ha funcionado", dijo Wafaa.

Con muchos países en todo el mundo cerrando sus fronteras en respuesta a la pandemia, y con la interrupción generalizada del tráfico aéreo internacional, a mediados de marzo, ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunciaron que la mayoría de las salidas de reasentamiento para refugiados quedarían en pausa, con excepción de casos de emergencia.

Pero con las restricciones que comienzan a levantarse en algunos países, la semana pasada el ACNUR y la OIM anunciaron la reanudación de las salidas de reasentamiento tan pronto como la situación en cada país lo permitiera. El aeropuerto de Beirut comenzará una reapertura parcial a principios de julio.

Si bien menos del 1 por ciento de los refugiados del mundo tienen la posibilidad de ser reasentados, encontrar un nuevo hogar en un tercer país sigue siendo una opción vital y a menudo salva vidas para algunas de las personas más vulnerables bajo el mandato del ACNUR.

La familia todavía espera viajar a Noruega cuando se reabran los aeropuertos y se reanuden los vuelos comerciales.

"Escuchamos que Noruega es un país desarrollado y hermoso", dijo Wafaa. “Que respetan a otras personas y respetan la libertad de expresión. Esperamos lograr ir allá”.

"Queremos olvidar nuestro pasado".

Wafaa sueña con educar a todos sus hijos y espera ir a la escuela para estudiar psicología. Ella también espera que su esposo pueda obtener el tratamiento que necesita para superar su lesión.

La familia reconoce que el aplazamiento de su tan esperado viaje se debe a circunstancias más allá de su control, y mantienen la esperanza de que su situación actual no dure tanto como los períodos difíciles anteriores en sus vidas.

"Tenemos muchas esperanzas de viajar", dijo Wafaa. “Todavía estamos seguros de que llegaremos allí una vez que termine esta pandemia y se reabran los aeropuertos. Queremos olvidar nuestro pasado, tenemos algo de esperanza con esta oportunidad. Como dicen, después de las dificultades sale la luz.