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Previniendo la apatridia: los países del Sudeste Asiático comparten experiencias

Historias

Previniendo la apatridia: los países del Sudeste Asiático comparten experiencias

In Bangkok, experts from nine countries learn from each other the best ways to keep people from falling into legal limbo. [for translation]
29 Octubre 2010 Disponible también en:
Nguyen Thi Phuong, right, was stateless when this photo was taken at her mother's house in Ho Chi Minh City in 2007, after her marriage to a Taiwanese man ended. Through a new Vietnamese nationality law she got her citizenship back. [for translation]

BANGKOK, Tailandia, 29 (ACNUR) – El impresionante éxito de Camboya al documentar a sus ciudadanos luego de los devastadores años de los Jemeres Rojos y la nueva ley vietnamita de nacionalidad, que ha logrado rescatar a miles de "esposas por conveniencia" de su condición de apátridas, son dos lecciones que han sido compartidas con expertos de nueve países del Sudeste Asiático como modelo a seguir por otros Estados para prevenir el problema de la falta de nacionalidad.

Yim Sam Ol, del Ministerio del Interior camboyano, en una Mesa Redonda llevada a cabo en Bangkok, relató ante unos 60 expertos la lucha de su país por reconstruir todos los registros de ciudadanía que habían sido destruidos entre 1975 y 1979. Usando equipos móviles para llegar hasta las áreas más remotas, Camboya pudo aumentar el porcentaje de certificados de nacimiento emitidos de un 5% a más de un 90% en tan sólo dos años.

"La inscripción de los nacimientos es una medida importante que puede prevenir la apatridia", dijo Mark Manly, Director de la Unidad de Apatridia del ACNUR y uno de los organizadores de la Mesa Redonda, armada conjuntamente entre la Comisión Nacional de Derecho Humanos de Tailandia y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

El encuentro de dos días de duración, que finalizó el viernes, fue financiado por la Comisión Europea y se dio junto con el inicio de una campaña anual del ACNUR para ayudar a los aproximadamente 12 millones de apátridas que existen en el mundo, y para impulsar a que más países firmen la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961.

"La campaña de inscripción de Camboya enfatiza el vínculo del Estado de Camboya para con sus ciudadanos, lo cual es un paso importante para prevenir la apatridia en caso de que los camboyanos se encuentren alguna vez en el exterior sin documentación alguna", dijo Manly.

Al mismo tiempo, añadió, "la falta de documentación no te hace apátrida". Manly explicó que los refugiados, los trabajadores emigrantes y otras personas desplazadas normalmente no pueden probar su estado, pero ellos tienen de hecho ciudadanía en algún lado.

El verdadero estado de apátrida se da cuando una persona no puede reclamar la nacionalidad de ningún país, a veces por la disolución de Estados (como en el caso de la ex Unión Soviética) y otras veces por conflicto entre las leyes concernientes a la ciudadanía y al matrimonio.

Miles de mujeres vietnamitas que se casaron con hombres taiwaneses devinieron apátridas porque fueron forzadas a renunciar a su ciudadanía para poder solicitar la de Taiwán. Pero si sus matrimonios fracasaban antes de que consiguiesen su nueva nacionalidad, ellas (y en muchos casos también sus hijos) volvían a Vietnam sin nacionalidad alguna, aunque ese fuese el país en el que habían nacido.

En el 2009 Vietnam aprobó una nueva ley de nacionalidad que permitió la doble ciudadanía y prevenía de esta forma que aquellas mujeres cayesen en el limbo de la apatridia. Vietnam también ha empezado sistemáticamente a restablecer la ciudadanía para las mujeres divorciadas apátridas, muchas de las cuales se casaron por motivos económicos.

Trinh Thi Hong Anh, del Ministerio de Asuntos Sociales de Vietnam, le informó a la concurrencia que su ministerio planeaba lanzar una campaña mediática para prevenir a las mujeres acerca de los potenciales peligros de casarse en el extranjero. Orientación vocacional y asesoramiento les serían ofrecidos a aquellas mujeres y niños que regresasen al país luego de matrimonios fallidos.

Rafendi Djamin, representante de Indonesia ante la Comisión Intergubernamental de Derechos Humanos de ANSA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), dijo que esta organización está completamente abierta para aprender del mundo entero, "pero que también pueden aprender bien de sus países vecinos".

"Hemos visto muchas similitudes en cuanto a valores y normas, es por ello que muchas de las lecciones son más aplicables debido a los semejantes valores que comparten los países del Sudeste Asiático", dijo.

Tomando las "mejores prácticas" de esta reunión, expresó Djamin, el siguiente paso es ver lo que puede hacerse para identificar, prevenir y reducir la apatridia mediante un trabajo a nivel regional.

Por Kitty McKinsey en Bangkok