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Reduciendo la apatridia en Côte d'Ivoire un caso a la vez

Historias

Reduciendo la apatridia en Côte d'Ivoire un caso a la vez

En Côte d'Ivoire el ACNUR está ayudando a miles de personas nacidas o residentes en el país a adquirir la nacionalidad ivoriense a través de un procedimiento simplificado.
25 Febrero 2016 Disponible también en:
Mamadou Sanogo muestra orgulloso su pasaporte de Côte d'Ivoire y la carta que demuestra que adquirió la nacionalidad marfileña.

ABIDJAN, Côte d'Ivoire, 25 de febrero de 2016 (ACNUR) – Cuando Mamadou Salogo comenzó a trabajar como agente de seguridad en una compañía de repartos en Côte d'Ivoire, lo único que les importaba a sus empleadores era que pudiera llegar puntual y hacer su trabajo.

Pero muy pronto el hecho de que no tuviera manera de comprobar su derecho a vivir y trabajar en su natal Côte d'Ivoire, lo convirtió en blanco de burlas y novatadas por parte de sus compañeros de trabajo, haciendo que mantener el sencillo empleo se convirtiera en una tarea imposible.

"¿Cómo conseguiste este trabajo? No sabemos quién eres. ¡Ni siquiera eres de aquí!" recuerda Salogo que decían, convencido de que ser apátrida fue la razón por la cual finalmente le pidieron que abandonara su puesto.

La pérdida de su empleo fue la gota que derramó el vaso para Salogo, de 59 años, quien había sufrido una vida de discriminación por no poder comprobar ser ivoriense. Comenzó cuando lo obligaron a abandonar la escuela a muy corta edad debido a que no era elegible para becas, las cuales estaban reservadas únicamente para nacionales.

Al igual que alrededor de 10 millones de personas en el mundo que no pueden comprobar su nacionalidad – miles de las cuales viven en Côte d'Ivoire – era frecuentemente insultado debido a su situación, y tratado como un intruso en cualquier lugar al que fuera.

"Sufrí tanto por ser apátrida. Era como ser un extraño en mi propio hogar. La apatridia es, en su forma más básica, una cuestión de dignidad humana", dice, conversando en su casa en Yopougon, un barrio popular en Abidjan, en donde vive con sus cuatro esposas y catorce hijos.

La apatridia, o no ser considerado ciudadano de ningún país, tiene consecuencias desastrosas: despojados de su ciudadanía, los apátridas no pueden ir a la escuela, trabajar, poseer tierras o tener acceso a atención médica; son forzados a vivir en las sombras, vulnerables a la explotación e invisibles a los ojos de la ley.

Las circunstancias que dejaron apátrida a Salogo son comunes. Explica que sus padres eran originarios de "Haute-Côte d'Ivoire", la actual Burkina Faso, y se establecieron en Côte d'Ivoire para trabajar en las plantaciones de cacao y café.

"Ya que ninguno de ellos había sido registrado al nacer ni tenía papeles para comprobar quienes habían sido sus padres, nunca se les ocurrió hacerlo por mí. Así, al igual que mis padres, no tenía documentos de identidad nacional".

Mamadou posa con sus cuatro esposas y algunos de sus 14 hijos frente a su casa ubicada en el barrio de Yopougon en Abidjan.

Muchos de los amigos de Salogo están en una situación similar. "Vivir en este país sin una nacionalidad era verdaderamente frustrante. Tenía la aspiración de convertirme en un oficial de alto nivel, pero ni siquiera pude ir a la universidad por no ser reconocido como ivoriense", explica Moussa Ouedraogo.

Durante la violencia postelectoral en Côte d'Ivoire a finales de 2010, que obligó a alrededor de 300.000 personas al exilio, la vida para Salogo se volvió aún más difícil. Sin una nacionalidad, era automáticamente visto como sospechoso e identificado ya sea como aliado de una de las partes en conflicto, o como extranjero tratando de sembrar el caos en el país. "Fue un infierno, mi familia y yo nos sentíamos inseguros donde estuviéramos", recuerda.

Hoy se cumple el primer aniversario de la Declaración de Abidjan, adoptada por todos los Estados de África Occidental como un compromiso para reducir y erradicar definitivamente la apatridia en la región. Se han logrado avances significativos en el último año en la disminución de casos de apatridia – entre ellos, el de Salogo.

Su situación fue resuelta finalmente en junio de 2015, cuando su aplicación al programa para adquirir la nacionalidad ivoriense a través de una declaración fue aceptada. Salogo está entre otros 6.400 ivorienses que han obtenido certificados de nacionalidad desde abril de 2014, y ahora tiene los mismos derechos que los demás ciudadanos ivorienses.

"Mi vida ha cambiado mucho desde entonces. La gente me mira distinto, siento que finalmente estoy en pie de igualdad con los demás. Puedo ir a trabajar sin temer que se burlen de mí. Mis hijos ahora pueden adquirir la nacionalidad ivoriense de igual manera, e ir a la escuela".

En Côte d'Ivoire el ACNUR está apoyando un programa dirigido por el gobierno que permite a las personas nacidas o residentes en el país desde su independencia adquirir la nacionalidad ivoriense a través de un método simple, no discrecional. Además de los certificados de nacionalidad que ya han sido distribuidos, hay miles de aplicaciones más que están aún siendo examinadas.

"El programa del gobierno de Côte d'Ivoire es un primer paso importante en la reducción de la apatridia, pero aún queda mucho por hacer", dice Mohamed Askia Toure, representante del ACNUR en Côte d'Ivoire. "Debería extenderse indefinidamente, ya que todavía hay miles de personas que no tienen nacionalidad en Côte d'Ivoire y que necesitan protección y asistencia urgente".

Por Nora Surm en Abidjan, Côte d'Ivoire

Gracias a la Voluntaria en Línea Violeta Laura Nadurille Hillmann por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.