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La telefonía móvil brinda a los refugiados en Uganda un apoyo económico

Historias

La telefonía móvil brinda a los refugiados en Uganda un apoyo económico

Los acuerdos con las compañías de telecomunicaciones están ayudando a las familias de Sudán del Sur en el asentamiento de refugiados más grande del mundo, a conectarse con los servicios esenciales.
16 Octubre 2017 Disponible también en:
Sarah Kiden (derecha) paga unas verduras con una tarjeta de cupones electrónicos en el asentamiento de refugiados de Bidibidi, en Uganda.

BIDIBIDI, Uganda – Brian Dinga, su cuñada y sus seis hijos huyeron de su hogar en Sudán del Sur en septiembre de 2016, después de que su hermano fuera asesinado a tiros en una pelea.

Atravesaron la frontera a pie hasta Uganda y se alojaron en el mayor asentamiento de refugiados del mundo, Bidibidi, donde se les hacía cuesta arriba llegar a fin de mes. Brian, de 62 años, no tenía trabajo ni dinero, y las perspectivas para la familia no eran buenas.

Un teléfono móvil donado les ha proporcionado sustento. Brian fue identificado por la Organización No Gubernamental DanChurchAid como un caso vulnerable, y ahora recibe una transferencia electrónica de efectivo a través del teléfono donado para comprar comida para su familia.

"Recibo 10 dólares cada mes, que me envían por teléfono, y podemos comprar lo que queramos", dice. "Lo gastamos en comida, compramos pescado, arroz y verduras. Incluso hemos comprado una gallina, para poder comernos los huevos que ponga".

Más de un millón de personas de Sudán del Sur huyeron al norte de Uganda en el último año y el país alberga a otros 355.000 en el sur, procedentes de otros países.

Los refugiados corrían el riesgo de quedar rezagados por la revolución digital, especialmente aquellos en zonas rurales, donde la conectividad es deficiente.

Jens Hesemann, coordinador senior en el terreno del ACNUR, dijo que la Agencia de la ONU para los Refugiados estaba buscando formas innovadoras para que los refugiados pudieran usar la tecnología para reunirse con miembros de su familia, acceder a educación y ofertas de trabajo e incluso solicitar asistencia de protección.

"Esperamos que así puedan definir sus propios destinos y ser menos dependientes de las agencias humanitarias."

ACNUR ha recurrido al sector privado en busca de ayuda. A principios de año, llegó a distintos acuerdos con los operadores de redes móviles ugandeses MTN, Africell y Airtel para que proporcionasen conectividad a los asentamientos del norte del país.

En Julio, MTN remplazó una torre móvil en Bidibidi por una torre permanente, para proporcionar conectividad telefónica a más de 500.000 refugiados y a la comunidad de acogida. Africell ha instalado otra torre móvil en el asentamiento vecino de Imvepi, para impulsar la recepción telefónica de otras 200.000 personas.

Zein Annous, director ejecutivo de Africell, dijo que la compañía "estaba siguiendo el ejemplo de la generosa política del gobierno con los refugiados" al vender teléfonos a precios reducidos en los asentamientos y al proporcionar tarjetas SIM de forma gratuita.

"Proporcionar servicios de telecomunicaciones a los refugiados es un negocio, pero también forma parte de nuestra responsabilidad social corporativa", dice. "Queremos mejorar sus vidas de una forma sostenible".

Trabajar con el sector privado para proporcionar conectividad y mejorar la entrega de ayuda a los refugiados, es uno de los temas clave de nuestra nueva respuesta integral aplicada en Uganda, y es también uno de los temas que se discutirán en una conferencia de dos días en Ginebra en esta semana, diseñada para encontrar formas de fortalecer la respuesta internacional a la situación de los refugiados.

Un refugiado de Sudán del Sur compra tiempo de transmisión a un vendedor de teléfonos móviles en el asentimiento de Imvepi, al norte de Uganda, para poder mantenerse en contacto con su familia.

La reunión, que tendrá lugar los días 17 y 18 de octubre, tiene como objetivo recolectar sugerencias para un programa de acción que formará parte de un nuevo Pacto Mundial sobre Refugiados. Al ACNUR se le encomendó la tarea de desarrollar un Pacto Mundial sobre Refugiados en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes que tuvo lugar el año pasado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Un comité considerará cómo lograr una mayor efectividad en la ayuda humanitaria, como por ejemplo a través de asistencia en efectivo y asegurando que los refugiados estén conectados.

Se ha propuesto que el programa de acción incluya formas de trabajar con proveedores de Internet y servicios móviles, para garantizar que los refugiados tengan acceso a servicios de telefonía móvil e internet a un precio razonable.

"La salud de mi niña ha mejorado mucho y se la ve muy bien."

Con cinco sectores en expansión, la conectividad es crucial en Bidibidi, que tiene una población más extensa que la mayoría de las ciudades de Uganda, y ocupa un área de 250 kilómetros cuadrados.

ACNUR proporciona teléfonos a los representantes de los refugiados, de forma que puedan informarse sobre temas tales como la protección, el suministro de agua y otros servicios.

Abed Beligeya, de 21 años, usa su teléfono para hacer llamadas a su familia, en Sudán del Sur. "Mi padre está enfermo y no tiene medicamentos", dice. "Es caro, así que solo llamo dos veces al mes, para asegurarme de que todos están bien".

MTN y AirTel han formado alianzas con ONG como DanChurchAid, Mercy Corps y el Comité Internacional de Rescate para transferir efectivo a refugiados con necesidades específicas, como adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y hogares encabezados por mujeres.

Sarah Kiden, de 19 años, su marido y su hija de 22 meses llegaron a Bidibidi desde Sudán del Sur en septiembre de 2016. Ella es una de las 12.000 refugiadas que reciben dinero en efectivo de DanChurchAid, utilizando una tarjeta de cupones electrónicos mensuales provista por AirTel.

"Antes de obtener la tarjeta, era un desafío tener una dieta equilibrada, subsistíamos solo a base de frijoles", dice. "Fue difícil para mi producir leche, y mi hija estaba muy delgada. Ahora puedo comprar comida fresca, como carne y verduras. La salud de mi niña ha mejorado mucho y ahora se la ve muy bien".

"Puedo comprar medicamentos para mi familia y pagar el costo de la escuela de mi hijo."

Una mejor conectividad telefónica también está teniendo un efecto positivo en las vidas de las personas de las comunidades de acogida, que han donado tierras para los refugiados.

Bako Diana, de 32 años, de la ciudad cercana de Yuacmbe es una de los cuatro ugandeses que fueron formados por DanChurchAid para usar la aplicación de cupones electrónicos. Ella vende sus frutas y verduras directamente a los refugiados que usan estas tarjetas.

"Ahora tengo una clientela más estable y obtengo mejores ingresos", dice. "Puedo comprar medicamentos para mi familia y pagar las tasas de la escuela de mi hijo".

ACNUR, las ONG y los operadores telefónicos tienen planes para construir más torres en los asentamientos del norte como Palabek, Pagorinya y Rhino. DanChurchAid y Mercy Corps prevén distribuir 21.000 teléfonos básicos en Bidibidi antes de que acabe el año. ACNUR distribuirá 1.500 smartphones a los refugiados en el sur, procedentes de Burundi, la República Democrática del Congo y Ruanda.

Con un precio de 12 dólares por teléfono, estar conectados era demasiado caro para Brian Dinga y su familia. Ahora, con la capacidad de comprar a través de su teléfono donado, ya no depende de las distribuciones de comida de ayuda humanitaria y puede llevar una vida más digna.

"Doy las gracias a Dios por el dinero que recibimos, y si pudiéramos recibir un poco más, sería la respuesta a todas mis oraciones".

Por Catherine Robinson

Gracias a la Voluntaria en Línea Paula Babot por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.