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Ucrania: Actualización de la Agencia de la ONU para los Refugiados sobre soluciones y retos para el retorno y la recuperación

Notas de prensa

Ucrania: Actualización de la Agencia de la ONU para los Refugiados sobre soluciones y retos para el retorno y la recuperación

7 Julio 2023 Disponible también en:
Esta semana, misiles destruyeron algunas casas en Leópolis, causando víctimas mortales y heridos entre la población civil. ACNUR y sus socios brindaron apoyo sicosocial a ayuda de emergencia a las personas sobrevivientes.

Esta semana, misiles destruyeron algunas casas en Leópolis, causando víctimas mortales y heridos entre la población civil. ACNUR y sus socios brindaron apoyo sicosocial a ayuda de emergencia a las personas sobrevivientes.

Esta semana, ACNUR publicó un nuevo posicionamiento sobre Retornos Voluntarios a Ucrania. Aunque el retorno al propio país es un derecho fundamental, ACNUR no está promoviendo activamente el retorno a Ucrania debido al actual conflicto armado internacional. Cualquier decisión personal de las personas refugiadas de regresar a su país debe tomarse con la información adecuada y de manera totalmente voluntaria.

El aviso inicial de no retorno de ACNUR, emitido en marzo de 2022, poco después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de la Federación Rusa, sigue siendo válido. Pide a todos los países que permitan a la población civil de todas las nacionalidades que huyen de Ucrania un acceso no discriminatorio a sus territorios y que garanticen el respeto del principio de no devolución.

Aunque muchas personas refugiadas han realizado visitas de corta duración a Ucrania, ACNUR no considera que éstas disminuyan en modo alguno la necesidad de protección internacional de los refugiados. ACNUR insta a los Estados de acogida a mantener un enfoque flexible respecto a las visitas de corta duración a Ucrania, lo que puede ayudar a facilitar decisiones plenamente informadas sobre el retorno a más largo plazo. La condición jurídica y los derechos asociados en un país de acogida no deberían verse afectados por una visita a Ucrania de duración inferior a tres meses. 

Mientras tanto, ACNUR sigue consultando a las personas refugiadas y desplazadas internas de Ucrania sobre sus intenciones y preocupaciones, y ha publicado una cuarta edición de la encuesta “Lives on Hold: Intentions and Perspectives of Refugees from Ukraine” (Vidas en espera: intenciones y perspectivas de los refugiados de Ucrania), que incluye por primera vez tanto a la población refugiada como a la desplazada interna: Se basó en entrevistas con unos 3.850 hogares de refugiados de toda Europa y 4.000 hogares de desplazados internos de Ucrania.

En consonancia con las encuestas anteriores, la mayoría absoluta – el 76 por ciento de las personas refugiadas procedentes de Ucrania y el 82 por ciento de las desplazadas dentro del país – tiene previsto o espera regresar, y alrededor del 15 por ciento tiene previsto regresar en los próximos tres meses.

El principal obstáculo para el retorno sigue siendo la protección y la situación de seguridad, ya que la invasión y el conflicto armado internacional continúan en medio de intensos combates en las zonas de primera línea, además de los ataques con misiles y aviones no tripulados contra ciudades como Kiev, Dnipró y Leópolis, que ayer alcanzaron un edificio residencial y provocaron la trágica muerte de diez personas y más de 40 resultaron heridas. Mientras continúe el conflicto armado internacional, es esencial que los retornos sean voluntarios y no forzados o bajo presión.

Otros obstáculos o facilitadores del retorno que se mencionan en la encuesta son el acceso a servicios básicos como agua y electricidad, medios de vida, vivienda y educación. Estas son las áreas clave en las que trabajan los actores humanitarios y de recuperación temprana dentro de Ucrania, para que quienes tomen la decisión de regresar puedan realmente permanecer, recuperarse y reconstruir sus vidas en sus zonas de origen dentro del país.

ACNUR contribuye a programas por zonas que ayudan a las personas refugiadas y desplazadas internas que regresan a encontrar protección y soluciones duraderas en sus zonas de retorno mediante servicios de protección, vivienda y programas comunitarios. Esto incluye también asistencia jurídica para ayudar a los retornados a recuperar sus documentos de identidad y de propiedad, así como asistencia para la reparación de viviendas y la construcción de casas prefabricadas.

Las encuestas de intención revelan que existe un gran interés por regresar a zonas como la región de Chernígov, al norte de Ucrania, y la región de Járkov. Se trata de regiones en las que ACNUR ha dado prioridad a la reparación de viviendas. Solo en Chernígov hemos reparado hasta ahora unas 1.800 casas y asistido a 27.000 personas con servicios de asistencia jurídica que les ayudan a recuperarse y a acceder a servicios administrativos y de protección social.

En la región de Járkov, se ha ayudado a 1.500 familias a reparar sus casas y a 50.000 con asistencia y servicios jurídicos. En Mykolaiv, otra zona clave para los retornos, ACNUR ha apoyado 2.200 reparaciones de viviendas y a 16.000 personas con asistencia jurídica. En total, ACNUR ha apoyado la reparación de más de 13.000 casas en regiones de toda Ucrania y ha ayudado a más de 240.000 personas con servicios de asistencia jurídica.

El regreso a las zonas afectadas por las inundaciones tras la destrucción de la presa de Kajovka es especialmente difícil. El lunes visité la zona de Snijurivka hromada, en la región de Mykolaiv, afectada por las inundaciones, y la casa de Olena. Su casa había estado ocupada durante nueve meses por soldados rusos cuando la zona estaba bajo el control militar temporal de la Federación Rusa. Se estaba recuperando de ese trauma cuando su casa se inundó los días 7 y 8 de julio al romperse la presa. Los daños en su casa son inmensos y estaba claro que no se podría restaurar rápidamente: estaba dañada hasta los cimientos.

El martes visité la hromada de Bilozerka, una de las regiones más afectadas por las inundaciones en el oblast de Kherson, y me reuní con Liubov, de 70 años, cuya casa había sido alcanzada dos veces por los bombardeos, en los que murió su hija, quien dejó un hijo de 19 años y una hija de 9. Me describió cómo, tras la rotura de la presa, el agua había inundado su calle y su casa hasta 3,5 metros por encima del suelo; su casa seguía en pie, pero estaba dañada en sus cimientos. El trauma por el que están pasando es inmenso. Al lado de ella vive Sasha, cuya casa también había quedado completamente cubierta por el agua y totalmente derrumbada.

Lo que vemos en estas zonas es que las necesidades humanitarias y de recuperación son inmensas. La guerra, las hostilidades y luego las inundaciones añaden capas de desafíos a la población, que ya estaba preocupada por reparar sus casas antes del invierno, que se acerca.

También vi la otra cara del impacto de la destrucción de la presa cuando visité Nikopol, en la región de Dnipró, el miércoles. Ahí, la escasez de agua es aguda. Lo que antes era un depósito que abastecía a cientos de miles de personas es ahora tierra seca. Parecía un desierto bajo el sol abrasador, y al otro lado – frente a mí – estaba la central nuclear de Zaporiyia. Como saben, la población vive con el temor constante de que ahí pueda ocurrir algo aún peor.

Las necesidades – humanitarias y de recuperación – del conflicto armado internacional y, además, de la destrucción de la presa, son inmensas y requieren el apoyo continuo de la comunidad internacional ahora y a largo plazo.

Para más información sobre este tema, favor de contactar: