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Los rostros de refugiados chilenos que reconstruyeron sus vidas gracias a la solidaridad internacional

Comunicados de prensa

Los rostros de refugiados chilenos que reconstruyeron sus vidas gracias a la solidaridad internacional

20 Junio 2023
La exposición “A 50 años del Golpe: La relevancia de la solidaridad internacional, el exilio y la reconstrucción de la vida lejos de Chile” se inauguró con ocasión del Día Mundial del Reugiado en Santiago, Chile.

La exposición “A 50 años del Golpe: La relevancia de la solidaridad internacional, el exilio y la reconstrucción de la vida lejos de Chile” se inauguró con ocasión del Día Mundial del Reugiado en Santiago, Chile.

SANTIAGO, Chile – Una enorme foto expuesta en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en Santiago, le recuerda a Vicky Bown cómo era su vida en Austria. Verse nuevamente junto a su muñeca y a sus amigas la llena de emoción. Es que no fueron pocos los años (1973-1988), que su familia se vio obligada a dejar Chile a raíz de la situación política y enfrentar el desafío de rearmarse y comenzar de cero.

Según cuenta, la imagen “representa algo muy típico del exilio que es que todos nos juntábamos en las casas, vivíamos en comunidad. Éramos todos una familia”. Es en este gran grupo en donde se aprendía historia de Chile y a bailes tradicionales chilenos, como la cueca, a modo de mantener las costumbres de su añorado país natal.

El retrato de Vicky es una de las 30 fotos que son parte de la muestra “A 50 años del Golpe: La relevancia de la solidaridad internacional, el exilio y la reconstrucción de la vida lejos de Chile”. Su historia es uno de los testimonios del doloroso proceso que vivieron 73 mil chilenos y chilenas que obtuvieron el reconocimiento de condición de refugiados en diversos países entre 1974 y 1990.  

“Es súper duro salir de tu familia, de tu hogar, de tu país y empezar todo de nuevo. Para mis padres fue muy difícil, yo la verdad no vi mucho porque era pequeña, casi nací y crecí en Austria como si fuera mi país, pero en la casa se mantenían las costumbres chilenas”, recuerda Vicky. Hoy, de regreso en Chile, trabaja en la Embajada de Austria.

Igual de claro es el recuerdo de Juan Parra, quien se vio obligado a dejar Chile con destino a Argentina, logrando obtener una tarjeta de identificación por parte del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Sin embargo, prontamente, también debió salir de ese país a raíz de un nuevo escenario político de persecución. Fue allí cuando ACNUR intercedió para su llegada a Canadá.

“Canadá nos recibió con los brazos abiertos, nos otorgó la posibilidad de vivir, estudiar, trabajar, de casarnos, tener hijos, hoy nietos y de volver. Yo volví a Chile, añorando parte de lo que dejé en Canadá también. El exilio no se termina, eso es lamentable, el exilio siempre lo vive uno. Los que fuimos refugiados vamos a ser refugiados toda la vida. Por eso solidarizo con los refugiados que llegan a este país hoy día”, comenta Juan.

Vicky Bown, chilena que vivió exiliada en Asutria, posa junto a una imagen de su infancia que es parte de la exposición.

Vicky Bown, chilena que vivió exiliada en Asutria, posa junto a una imagen de su infancia que es parte de la exposición.

Solidaridad internacional

La muestra busca relevar el dolor de la partida obligada, pero, a la vez, la esperanza que entrega una cadena de solidaridad y las redes de apoyo que se van formando. El cómo las personas refugiadas chilenas fueron integrándose a los países que les acogieron y aportaron a sus nuevas comunidades desde una perspectiva humana, social, cultural y laboral.

“Con esta muestra buscábamos encontrar y converger la gran relevancia de los países en abrir las puertas de las comunidades que los acogieron, no solamente en los países, en hacer posible una segunda oportunidad para las personas que llegaban allí en búsqueda de protección, sino también de cómo estas personas han contribuido activamente al desarrollo de los países”, destacó Rebeca Cenalmor-Rejas, jefa de la Oficina de ACNUR en Chile.

En tanto, para María José Torres, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Chile “la muestra simboliza lo que significa desde un punto de vista personal, ese momento en que tuvieron que salir, pero también la emoción de recuperar esa historia que es tan relevante para que sigamos construyendo sociedades justas, democráticas, que tengan respeto a la memoria, pero también que construyen hacia el futuro”.

Por su parte el Subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano, comentó que “en el caso chileno la solidaridad internacional fue fundamental. Sabemos de embajadas que recibieron a personas en sus dependencias, que salvaron vidas, sabemos de gente que ayudó al traslado de personas, sabemos de declaraciones políticas de gestiones en las organizaciones internacionales, como Naciones Unidas etc. La solidaridad es una parte elemental de lo que fue este gran capítulo trágico de nuestra historia. Es uno de los tantos capítulos luminosos donde la humanidad pudo ser.

La muestra, organizada por la oficina de ACNUR en Chile, el Sistema de las Naciones y los ministerios de Relaciones Exteriores y de Cultura, Artes y Patrimonio, la cuenta además con el apoyo de la Embajadas de Argentina, Austria, Canadá, México y Suecia, las cuales ayudaron a identificar fotografías personales de personas refugiadas chilenas en sus respectivos países.

“México tiene una muy sólida tradición de asilo y refugio y este año, que es un año muy especial en Chile, queremos ser muy activos conmemorando la solidaridad que México expresó para personas chilenas que tuvieron que buscar en otros países para poder sobrevivir y poder desarrollarse en diversos ámbitos, y que además contribuyeron a enriquecer muchísimo la vida cultural, académica y la sociedad en general de mi país”, señaló Enrique Romero, Encargado de Asuntos Políticos de la Embajada de México en Chile.

Fernanda García, directora del Museo invita a visitar la muestra que estará abierta hasta fines de septiembre de manera gratuita para todo público. “Es muy honor acoger esta exposición, además en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos que es como la casa donde está las memorias del exilio, del refugio. En estos muros que los hacen muy visible y que están a la vista de quienes visitan el museo (…) Espero que la recepción de la gente sea muy buena, (…) es muy simbólico que esté en nuestro museo, abierta a todos los estudiantes, la gente adulta y las familias que nos visitan”.