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Mensaje de líderes de las Naciones Unidas – en materia humanitaria, de refugiados y de desarrollo – con respecto a la situación en Siria y la región

Comunicados de prensa

Mensaje de líderes de las Naciones Unidas – en materia humanitaria, de refugiados y de desarrollo – con respecto a la situación en Siria y la región

Declaración de Martin Griffiths, Subsecretario General de la Coordinación de Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia; de Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados; y de Achim Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
10 May 2022

Bruselas, Nueva York, Ginebra – Han pasado doce años desde el inicio de la crisis en Siria, y es la población quien paga el precio. Al interior del país y en toda la región, el panorama para las personas sirias va en deterioro. En este momento, las necesidades son más apremiantes que nunca.

La crisis humanitaria y de desplazamiento en Siria es de gran magnitud. Más de 6,9 millones de personas han huido de sus hogares dentro del país y más de 6,5 millones siguen viviendo fuera de él (de los cuales, 5,7 millones son personas refugiadas en la región que han sido acogidas por países vecinos).

Desde 2020, las necesidades humanitarias en Siria han ido en aumento; ahora, se encuentran en la fase más aguda desde que la crisis se desató e incluso conforme el conflicto se va apagando.

Al día de hoy, 14,6 millones de personas en Siria – es decir, 1,2 millones más que el año anterior – dependen de la ayuda humanitaria; en otras palabras, más del 90% de la población siria vive en situación de pobreza. La violencia de género y los riesgos que puede sufrir la infancia van en aumento, mientras la posibilidad de encontrar artillería explosiva sigue siendo alta (una de cada dos personas corre el riesgo). Por otra parte, la inseguridad alimentaria ha llegado a niveles nunca antes vistos: 13,9 millones de personas padecen hambre todos los días, una problemática que se agrava con la escasez de trigo que, en parte, se debe a la guerra en Ucrania. Casi uno de cada dos niños sirios no recibe educación; además, corren el riesgo de explotación infantil, matrimonios forzados, trata de personas y reclutamiento por parte de actores armados.

En Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto, que han dado generosa acogida a las personas refugiadas, la presión socioeconómica ha incrementado el número de personas sirias refugiadas y comunidades de acogida que requieren asistencia humanitaria: de 10,4 millones en 2021 a 20 millones en 2022. Nuestro llamamiento se destinará a alrededor de 12 millones de personas necesitadas.

Para que las personas desplazadas puedan mantenerse a flote, la comunidad internacional se ha mostrado verdaderamente generosa, y se ha logrado mucho para prestar servicios básicos. Para asistir a las personas necesitadas, se requieren inversiones en recuperación temprana, así como asistencia humanitaria. Invertir en comunidades, lo que incluye medios de vida sostenibles, y mejorar el acceso seguro a servicios básicos apoyará la resiliencia socioeconómica y la cohesión social; asimismo, ofrecerá a la población siria la oportunidad de vivir con dignidad y de garantizar un futuro para su descendencia.

Nuestro mensaje principal en esta ocasión es que no es el momento de darle la espalda a Siria ni de permitir que la crisis en ese país pase al olvido. La apatía no es una opción. Millones de personas en Siria y en el resto de la región necesitan nuestra ayuda más que nunca.

En definitiva, la solución a la crisis tendrá que ser política. La ONU, liderada por el Enviado Especial, está trabajando en ese sentido. Sin embargo, la población siria, las personas refugiadas y los países vecinos que les han dado acogida merecen recibir solidaridad y apoyo de la comunidad internacional sin interrupción.

Por tanto, como cabezas de las agencias humanitarias, de refugiados y de desarrollo de la ONU, nos pronunciamos nuevamente este año, el día en que se asumen compromisos en la VI Conferencia de Bruselas “en apoyo a la población siria y a la región”.

De manera conjunta lideramos la implementación de la respuesta coordinada de las Naciones Unidas a la crisis en Siria. En total, nuestros llamamientos – el Plan de Respuesta Humanitaria para Siria (HRP) y el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP) – solicitan $10.500 millones de dólares (USD) para 2022.

En ese mismo año, el 3RP requiere $6.100 millones de dólares (USD), la solicitud más grande que ha hecho desde su creación en 2015, para atender las crecientes necesidades de aproximadamente 7,1 millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y apátridas; entre ellas, 5,7 millones de personas sirias refugiadas que han sido registradas y 12,9 millones de personas en situación de vulnerabilidad en las comunidades de acogida. De los fondos requeridos, el HRP ha recibido apenas 8% y el 3RP, 11%.

De antemano damos gracias a los países que se han reunido el día de hoy para apoyar generosamente la respuesta de la ONU.

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