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Guor Marial: El refugiado maratoniano que corre para el mundo

Historias

Guor Marial: El refugiado maratoniano que corre para el mundo

Guor Marial ha corrido desde la edad de ocho años, pero casi dos décadas después de haber huido de la milicia armada en Sudán del Sur, este refugiado es ahora un atleta de clase mundial.
14 agosto 2012
Guor Marial, un refugiado que compite en los Juegos Olímpicos de Londres casi 20 años después de verse obligado a huir de su aldea en Sudán del Sur.

LONDRES, 14 de agosto (ACNUR) – Guor Marial lleva corriendo desde que tenía ocho años, pero casi dos décadas después de haber huido de la milicia armada en Sudán del Sur, este refugiado es ahora un atleta de clase mundial compitiendo en la prueba de maratón de los Juego Olímpicos de Londres.

"La última vez que vi a mi familia fue en 1993, hace casi 20 años," dijo Marial al ACNUR mientras esperaba al inicio de la maratón, que tuvo lugar en el último día de los Juegos de Londres. "Espero que puedan verme correr en la televisión. Tendrán que caminar hasta la ciudad más cercana, Panrieng, que está a una distancia de 30 millas (50km)."

Marial, de 28 años y quien ahora vive en Estados Unidos, quedó separado de su familia en Sudán, que entonces era un único país, devastado por la guerra civil. Su aldea fue incendiada, 28 miembros de su familia fueron asesinados y a él le partieron la mandíbula con la culata de un rifle.

Cuando trataba de escapar, fue capturado y usado como mano de obra forzada. Finalmente logró escapar y encontró a algunos parientes más al norte en Sudán, donde permaneció hasta que partió para Egipto a la edad de 16. Fue aceptado para su reasentamiento en Estados Unidos, donde aún tiene el estatuto de refugiado.

"Correr es algo que comencé haciendo para hacer amigos en el instituto y formar parte de un equipo," cuenta Guor Marial. Allí descubrieron su potencial y le concedieron una beca para estudiar en la Universidad Estatal de Iowa, donde en 2009 recibió su licenciatura en química.

"Después de graduarme de la universidad, (correr) se convirtió en aquello que a lo que quería dedicarme como carrera profesional y para mostrar mi agradecimiento a los que me apoyaron," señaló Guor Marial. Aunque sólo había corrido dos maratones en su vida, logró clasificarse para estar entre los 105 corredores que compitieron en la extenuante carrera del domingo 12 de agosto .

Él fue uno de los pocos atletas que compitieron en los Juegos Olímpicos de Londres bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional. Tenía una bandera cubriendo una de las paredes del cuarto donde estaba alojado durante los Juegos. Guor Marial terminó en el puesto 47º, tras recorrer los 42,19 km en 2 horas y 19 minutos.

"Quiero dar las gracias al Comité Olímpico Internacional por darme la oportunidad de estar aquí y de sensibilizar sobre los refugiados y las personas de todo el mundo que no tienen un país. Correr bajo la bandera Olímpica me hace sentir que estoy representando a todo el mundo".

En la villa olímpica, Guor Marial se mezcló con estrellas deportivas internacionales que antes sólo había visto en los medios de comunicación, ganando una nueva confianza y motivación para lograr aún más retos.

Espera que su historia inspire a los miembros de la próxima generación en Sudán del Sur, el nuevo país que emergió de la guerra civil, para que traten de llegar a los Juegos Olímpicos. El suyo ha sido un extraordinario viaje desde una aldea en llamas hasta lograr correr por las calles de Londres ante las cámaras de televisión.

"En los campos de refugiados es difícil, estás aislado. Sólo piensas en lo que habrá de comer… Ese tipo de resistencia, ser capaz de sobrevivir en esas condiciones críticas, ha tenido un impacto en mi vida diaria y el cómo afronto las cosas," señala Guor Marial.

"Cuando salí de Sudán del Sur para ir al Cairo y después a Estados Unidos, mi mundo se hacía cada vez más y más grande, y aprendí que había otra manera, que las personas podían vivir en paz. En el campamento no estaba interesado en correr, porque correr allí es correr para huir del peligro. Pero ahora, quiero correr todos los días."

Por Laura Padoan en Londres