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Guterres pide mayor apoyo a las víctimas de las inundaciones en Pakistán

Historias

Guterres pide mayor apoyo a las víctimas de las inundaciones en Pakistán

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados solicitó a la comunidad internacional un mayor apoyo para las víctimas de las inundaciones en Pakistán.
16 September 2010
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, habla de las inundaciones con representantes de los refugiados afganos en Azakheil, Pakistán.

AZAKHEIL, Pakistán, 16 de septiembre (ACNUR). El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, solicitó el jueves a la comunidad internacional un mayor apoyo para las víctimas de las devastadoras inundaciones en Pakistán, alegando que son necesarias más medidas para "ajustarse a las necesidades tan dramáticas a las que nos enfrentamos".

Guterres, que llegó a Pakistán el miércoles, hizo la petición tras visitar a los refugiados afganos y ciudadanos pakistaníes afectados por las inundaciones en la provincia de Khyber Pakhtunkwa, al noroeste, gravemente afectada con cientos de víctimas mortales y millones de personas sin hogar desde mediados de julio. Más de 200.000 viviendas han sido destruidas o gravemente dañadas en toda la región.

"Esto no tiene precedentes. Nadie estaba preparado para tal nivel de destrucción y para unas condiciones tan difíciles para los afectados", dijo Guterres a los periodistas tras constatar la devastación por sí mismo. "Todos están haciendo lo máximo posible, pero este gran esfuerzo no se ajusta a las dramáticas necesidades a las que nos enfrentamos".

El Alto Comisionado ha solicitado a la comunidad internacional "un mayor compromiso y apoyo para que todos podamos hacer más y hacerlo mejor".

Guterres se ha reunido a primera hora con representantes de los refugiados afganos del campamento de Azakheil, en el distrito de Norwesha en Khyber Pakhtunkwa, que albergaba a más de 23.000 refugiados antes de quedar completamente destruido. Azakheil es uno de los 16 asentamientos de refugiados afganos en Pakistán gravemente afectados o destruidos por las inundaciones.

Desde que el nivel del agua bajó hace unas semanas, los refugiados afganos han vuelto a sus hogares para salvar lo posible del barro y los escombros, incluyendo los marcos de madera de puertas y ventanas, ladrillos e incluso libros escolares.

Guterres dijo a los representantes de los refugiados que las autoridades pakistaníes le aseguraron que los refugiados afganos desplazados por las inundaciones no serían repatriados. Sentado junto a los representantes de los refugiados en la mezquita de la comunidad, el único edificio del campamento que quedó en pie, Guterres escuchó las preocupaciones de aquellos que lo han perdido todo en las inundaciones y que temen no poder volver a construir allí.

"Millones de nuestras posesiones y objetos de valor se encuentran enterrados bajo los escombros", declaró Mussharafad Hussain, portavoz de los refugiados. "Queremos volver a este lugar. Nuestros hijos han crecido aquí y le tenemos un apego especial. Llevamos viviendo aquí 30 años", añadió.

Guterres afirmó que las autoridades provinciales consideran que la zona es propensa a inundaciones y que las labores de reconstrucción no son oportunas. Añadió que se creará un comité formado por las autoridades locales y federales, representantes de ACNUR y refugiados para debatir el asunto.

El Alto Comisionado también visitó Khat Karoona Saidabad, entre los ríos Swat y Jinda, en el distrito de Charsadda. Esta pequeña comunidad de 56 familias fue arrasada por las inundaciones el 30 de julio. Ni una sola vivienda ha quedado intacta y la mayoría se encuentra totalmente destruida.

Los cultivos de caña de azúcar se amarillean en los campos cercanos. La cosecha estaba prevista para noviembre, pero los aldeanos dicen que lo que pueda salvarse no será suficiente.

Javed es un jornalero que ha perdido su casa de tres habitaciones en las inundaciones. Ahora vive en una tienda de campaña de ACNUR donde antes estaba su casa junto a su padre, su hijo y cuatro hijas. Las inundaciones embravecidas le arrebataron dos búfalos y ahora cuida tres vacas para un vecino por poco dinero: no ha encontrado trabajo desde entonces.

"Las inundaciones se produjeron a la una de la madrugada. El agua nos llegaba al cuello. Mi padre y mi hija tuvieron que ser rescatados ya que la corriente era muy fuerte", comentó a Guterres. "Ahora estoy concentrado en intentar arreglar mi casa".

Javed y su familia fueron de los primeros en recibir un cobijo temporal de ACNUR, mientras la agencia se está moviendo para proporcionar una lugar cálido para el invierno a algunas de las familias más pobres. ACNUR ha distribuido hasta el momento material de cobijo y paquetes familiares provistos de colchonetas, lonas, mosquiteras, equipos de cocina, jabón, edredones, mantas y otros artículos a más de 920.000 personas.

La visita del Alto Comisionado en Pakistán se adelanta a un nuevo llamamiento de fondos por parte de la ONU. ACNUR requirió 120 millones de dólares en agosto. Hasta la fecha, los países donantes han suministrado la mitad de dicha suma aproximadamente.

"Mi esperanza es que la comunidad internacional comprenda las necesidades y responda por completo a esta dramática situación", declaró Guterres. "Todas las entidades que trabajan contra los efectos de las inundaciones necesitan un apoyo mucho mayor por parte de la comunidad internacional".

Por Ariane Rummery, en Azakheil, Pakistán