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La educación abre puertas para los refugiados afganos en Irán

Historias

La educación abre puertas para los refugiados afganos en Irán

Nasibah decidió estudiar obstetricia para ayudar a marcar una diferencia y apoyar a sus compatriotas afganos, un logro que tanto ella como su familia nunca creyeron posible.
16 June 2014
La refugiada afgana Nasibah Heydari en su despacho. Con trabajo duro y determinación, ha conseguido el sueño de formarse para ser cirujana obstétrica en Irán.

TEHERÁN, República Islámica de Irán, 16 de junio de 2014 (ACNUR) – La refugiada afgana Nasibah es ahora cirujana obstétrica en Irán, un logro que tanto ella como su familia nunca creyeron posible. Esta mujer de 32 años ha tenido que enfrentarse a tremendos obstáculos en la lucha por su sueño.

"Recorrer largas distancias para llegar a la escuela, escasez de dinero, largos períodos separada de la familia, discriminación cultural y presión social de mi propia comunidad, que tenía un acceso limitado a la educación. Sí, todo ha valido la pena: se abre ante mí un camino prometedor y gratificante", dice.

Viendo el futuro de Afganistán y las duras y desafiantes condiciones del país, incluyendo la elevada tasa de mortalidad materna, Nasibah decidió estudiar obstetricia para ayudar a marcar una diferencia y apoyar a sus compatriotas afganos. "Ahora trabajo en Shahr-e-Rey, al sur de Teherán, y desde que me incorporé hace pocos meses he tratado a más de 700 pacientes, muchas de las cuales eran compatriotas mías", nos cuenta.

Tras la invasión soviética de Afganistán en 1979, el padre de Nasibah, agricultor, su madre y su hermana mayor huyeron a Irán desde un pequeño pueblo en la provincia de Kandahar. Tras varios días atravesando a pie montañas, ríos y desiertos, buscaron refugio en el nordeste de Irán. Llegaron con las manos vacías y se asentaron en la ciudad de Mashhad, donde Nasibah nacería más tarde.

Con ocho años, cuando apenas había comenzado la escuela, Nasibah y su familia se mudaron de Mashhad a Damavand, donde su padre trabajaba el campo día y noche para mantener a su creciente familia.

"La oportunidad de tener acceso a una educación desde primaria hasta la universidad es el mayor servicio que la República Islámica de Irán nos ha brindado a mí y a muchos otros refugiados en este país", comenta Nasibah. Su historia es solo un ejemplo de cómo el Gobierno iraní, con el apoyo de ACNUR, trata de dar apoyo a los refugiados con educación, sanidad, formación profesional y oportunidades para que, en su momento, estén en condiciones de ayudar a reconstruir su propio país.

En la actualidad, más de 840.000 refugiados afganos viven en Irán. El Gobierno iraní les presta asistencia con servicios médicos, educación, clases de alfabetización y también para buscar trabajo. Más del 95% de todos los refugiados viven en zonas urbanas o semiurbanas. Entre enero de 2002 y 2013, ACNUR ayudó a más de 915.000 afganos a regresar voluntariamente a su país.

Nasibah espera que la paz y la estabilidad prevalezcan en Afganistán para poder volver. "Cuando vuelva me llevaré conmigo muy buenos recuerdos de Irán y estaré agradecida por haber tenido la oportunidad de haber vivido y estudiado en paz y seguridad durante tanto tiempo. Espero que en el futuro sea capaz de ayudar a las mujeres de mi país gracias a los conocimientos que he adquirido en Irán", dice.

Por Sharareh Jalali en Teherán, República Islámica de Irán