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"Los colegas caídos son héroes"

Historias

"Los colegas caídos son héroes"

Mensaje del Alto Comisionado Adjunto, Alexander Aleinikoff, durante la conmemoración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
19 agosto 2010
El Alto Comisionado Adjunto Alexander Aleinikoff observa cómo el Jefe del Consejo de Personal, Bayisa Wak-Woya deposita flores en honor a los trabajadores humanitarios heridos o caídos en cumplimiento del deber, durante el acto conmemorativo que se realizó en la Sede del ACNUR en Ginebra.

"Vivimos en tiempos peligrosos y trabajamos en lugares peligrosos. Aquellos días en que la bandera y el logo de la ONU nos protegía en nuestra labor humanitaria, han quedado atrás. El año pasado, 102 trabajadores humanitarios perdieron sus vidas ayudando a los demás.

"El Día del Trabajo Humanitario", lanzado el año pasado por la Asamblea General de la ONU, honra a nuestros colegas caídos. Conmemora una fecha que bien recuerda el ACNUR: el día de la trágica destrucción del Canal Hotel en Bagdad hace siete años, que terminó con la vida de Sergio Vieira de Mello y 21 funcionarios más.

"El dolor de las familias de nuestros colegas y la pérdida que esto implica para las organizaciones humanitarias, es grande. Pero el daño va mucho más allá porque cada vez que un trabajador humanitario es detenido, secuestrado o asesinado, el trabajo que realizamos para los demás, disminuye. Cada atentado contra un funcionario del ACNUR es un ataque a la idea de que la comunidad internacional tiene la obligación moral de ocuparse de los menos afortunados entre nosotros.

"Los colegas caídos son héroes. Intuyo que mucho de ellos se opondrían a este rótulo y dirían, creo, que sólo estaban cumpliendo con su trabajo, tratando de mejorar las vidas de las personas sin hogar, de aquellas con hambre, de los más vulnerables, los enfermos, tratando de darles a otros la seguridad y el bienestar que muchos de nosotros damos por sentado.

"El trabajo humanitario no es un trabajo, es una ocupación. Es un llamado. Algunos de los que atendieron ese llamado ya no están con nosotros. Hoy los recordamos, en solidaridad con sus familias y aquellos a quienes han ayudado. Para los que aún seguimos – los que estamos aquí hoy y los que están alrededor del mundo – tomemos el sacrificio de los otros para renovar nuestra dedicación a la enorme labor que enfrentamos en este mundo problemático. Procedamos con orgullo en el trabajo que hacemos y con humildad y respeto por el sufrimiento que cargan los demás, con la seriedad del propósito y con sentido del humor, con el reconocimiento de que todas las personas están conectadas por una única humanidad que infunde nuestro trabajo con un propósito. Les agradezco a todos ustedes por los esfuerzos que realizan día a día para que otros puedan tener la vida que todo ser humano desea – vidas con dignidad, alegría y paz."