Cerrar sites icon close
Search form

Search for the country site.

Country profile

Country website

Un legendario atleta y político británico recuerda el Año Mundial del Refugiado

Historias

Un legendario atleta y político británico recuerda el Año Mundial del Refugiado

El ganador del Premio Nansen para los Refugiados, Sir Christopher Chataway, quien actuó tan memorablemente en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, habla sobre su papel en la organización del Año Mundial de los Refugiados.
29 May 2013
Sir Christopher Chataway muestra la medalla Nansen que ganó por su papel en la organización del Año Mundial del Refugiado.

LONDRES, Reino Unido, 29 de mayo de 2013 (ACNUR) – Sir Christopher Chataway llamó la atención de la opinión pública por primera vez en 1952, durante los Juegos Olímpicos de Helsinki, cuando sufrió una caída en la última vuelta de la final de los 5.000 metros mientras se disputaba el título contra su rival, el legendario atleta checo Emil Zátopek.

Dos años después, Sir Chris batió el récord del mundo en los 5.000 metros al derrotar por un estrecho margen al corredor soviético Vladimir Kuts en el estadio White City de Londres. A finales de los años 50 se embarcó en la carrera política tras una breve incursión en el mundo de la televisión. En 1958 fue elegido diputado en la Cámara de los Comunes como miembro de Partido Conservador y contribuyó al lanzamiento de la exitosa iniciativa que se convertiría en el Año Mundial del Refugiado (WRY, por sus siglas en inglés).

Presentada en julio de 1959, esta iniciativa, liderada por Gran Bretaña, duró hasta el 30 de junio del siguiente año y ayudó a sensibilizar sobre la situación de los refugiados en todos los continentes, condujo a encontrar soluciones para muchos refugiados en Europa y Asia, y recaudó el equivalente a más de 600 millones de dólares de hoy. Los gobiernos de Gran Bretaña y muchos países apoyaron esta iniciativa, sin embargo, el mundo comunista la ignoró.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) desempeñó un rol esencial y la campaña ayudó a reforzar su papel. Sin embargo, gran parte del trabajo fue llevado a cabo por organizaciones no gubernamentales, laicas y religiosas. Tuvieron lugar numerosos y variados eventos, y muchos famosos contribuyeron en ellos. Sir Chris y otros tres británicos recibieron en 1960 el Premio Nansen para los refugiados por su importante papel en el lanzamiento del Año Mundial del Refugiado. Posteriormente, Sir Chris tuvo una exitosa carrera política, llegando a ocupar puestos como el de Ministro de Correos y Telecomunicaciones y Ministro de Industria. Abandonó la política en 1974 y entró en el sector de la empresa privada, pero mantuvo el interés por los asuntos humanitarios, como demuestra su puesto en el consejo de administración de ActionAid, una organización que lucha contra la pobreza y la injusticia. Recientemente, Sir Chris se entrevistó n su domicilio de Londres con Leo Dobbs, editor de la página web de ACNUR.

¿Dónde y cuándo surgió la idea del Año Mundial del Refugiado?

Fue idea de Tim Raison, un amigo mío que, como yo, quería ser miembro del Partido Conservador en el Parlamento [el ex ministro Raison murió en 2011]. En aquella época, era editor de Crossbow, el periódico del grupo Bow, una organización de jóvenes conservadores. Él compartió conmigo la idea y pensé que era magnífica. Él y yo, junto a otros dos periodistas, Trevor Philpott y Colin Jones, escribimos un artículo [en la edición de primavera de 1958 de Crossbow titulado "Un plan para salvar a los refugiados"], que marcó el inicio del proyecto. Habían pasado 15 años desde que terminó la Segunda Guerra Mundial y la población se había acostumbrado al hecho de que hubiera cientos de miles de refugiados, de los cuales la mayoría vivía en condiciones deplorables. Se tenía la sensación de que se estaba haciendo muy poco por ellos. Vimos que existía la posibilidad de galvanizar el interés en todo el mundo, apoyándonos especialmente en el idealismo de los jóvenes, porque la gente mayor que había sufrido la guerra, quizá tendiera más a encogerse de hombros y a decir: "Bueno, qué lástima".

¿Cuál era el propósito?

Los objetivos eran el reasentamiento de muchos refugiados y reavivar el interés por su situación, y recaudar dinero. Para cumplir con el primer objetivo, es decir reasentarlos, era necesario conseguir fondos. Estos vendrían en un primer momento de parte del público y de las organizaciones de voluntarios, pero también estábamos intentando hacer que los gobiernos contribuyeran a la campaña.

¿Cuáles eran las crisis de refugiado en ese momento?

El Año Mundial del Refugiado no surgió por una crisis . . . sino por las regiones donde todavía había problemas de refugiados, incluida Europa. Existía un gran número de personas, como los supervivientes de los campos de concentración, que vivían en campos de refugiados, muchos de ellos bastante desagradables. Además en Oriente Medio, con el conflicto árabe-israelí se habían generado muchos refugiados que no tenían muchas posibilidades de ser reasentados. También estaba Hong Kong. Todavía había un gran flujo de refugiados saliendo de China y de otras regiones del extremo oriente. Éstas eran las tres regiones que teníamos entonces en mente.

¿Quién estaba detrás de la organización? ¿Crearon una organización global?

Sí. En primer lugar, nos centramos en conseguir que el gobierno británico apoyara el proyecto. No hacía mucho de la crisis del Canal de Suez y la reputación de Gran Bretaña no era tan buena en el plano internacional. Había al menos algunas personas en el Ministerio de Asuntos Exteriores a los que les parecía muy interesante la idea. David Ormsby-Gore fue nuestro paladín, era el Ministro de Asuntos Exteriores. Su ayuda fue realmente valiosa. Hubo mucha oposición dentro del gobierno. El Ministerio de Hacienda no era muy partidario de abrir otra vía de gastos. Interior fue especialmente poco receptivo, de hecho se opuso rotundamente porque pensaba que esto supondría acoger a más refugiados en Gran Bretaña. Estos fueron los principales actores. Los medios no corrieron a decir "¡Qué gran idea!". Pero a medida que transcurrieron los meses y continuamos presionándoles, los medios poco a poco empezaron a interesarse y nos fueron de ayuda.

Después, ¿el proyecto se extendió fuera de Reino Unido?

Creo que uno de los pasos siguientes fue la propuesta del gobierno británico presentada ante la Asamblea General de Naciones Unidas [en diciembre de 1958] y, aunque China y Rusia votaron en contra, tuvo un apoyo abrumador.

¿Estuvo usted en contacto con otras organizaciones en el extranjero?

Una vez que la propuesta fue adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas, me pidieron que hablara en un gran número de organismos en el extranjero para recabar apoyos. Me acuerdo especialmente de Canadá. Gradualmente la gente se fue uniendo y muchos gobiernos donaron dinero. Era mucho dinero y realmente tuvo mucho éxito. [El académico británico Peter Gatrell, en un libro de 2011 sobre el Año Mundial del Refugiado, escribió que el proyecto recaudó unos 92 millones de dólares de la época, que hoy en día equivaldría a unos 620 millones de dólares. Gatrell precisó que más de la mitad, 57 millones, fueron donados por particulares o asociaciones].

A mi edad, cuando pienso en las distintas cosas que he hecho, malas y buenas, en conjunto, trabajar al lado de Tim Raison en esta aventura es sin duda lo mejor que he hecho.

Aparte de los gobiernos, ¿quién apoyó la iniciativa?

Las más importantes organizaciones de voluntariado. Se trataba principalmente de organizaciones seculares, aunque las iglesias ayudaron mucho. Nos esforzamos mucho en conseguir fondos por todo el país y las iglesias estaban muy a menudo en el centro de todas las actividades. Recuerdo que participaron cientos de ciudades y pueblos . . . Fue hace mucho tiempo, pero recuerdo que esa maravillosa actriz, Ingrid Berman, apoyó la iniciativa. [Entre los famosos que colaboraban directamente con ACNUR, se encontraban los actores Yul Brynner y Brigitte Bardot, el músico Larry Adler y el artista Ronald Searle. Las familias reales europeas también apoyaron el Año Mundial del Refugiado, incluida la Reina Isabel II]

¿Hubo alguna oposición al Año Mundial del Refugiado?

Ninguno de los países del Bloque del Este se unió. Creo que ni siquiera pretendían atender a los refugiados de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, un gran número de refugiados huían del comunismo (en China y en Europa del Este). Se le restó importancia. Nosotros no hicimos política en absoluto en torno a esta iniciativa. El partido Laborista se sumó completamente al proyecto en Gran Bretaña y apoyó enormemente el Año Mundial del Refugiado.

No creo que China y la Unión Soviética estuvieran activamente en contra. No estaban preparados para apoyarlo, pero no recuerdo que hubiera una oposición frontal.

¿Cuáles fueron los principales desafíos?

La apatía representó el mayor desafío. Los refugiados habían existido desde hacía mucho tiempo y estaban sucediendo muchos acontecimientos en el mundo que estaba generando más refugiados. ¿Por qué deberíamos involucrarnos? Esa actitud fue la principal oposición.

¿Diría que en general fue un éxito?

Obviamente no soy el juez más objetivo, pero creo que fue un éxito. Las cifras presentadas por Gatrell son una prueba bastante evidente de ello.

Esta iniciativa consiguió recaudar dinero pero, ¿contribuyó a encontrar soluciones para los refugiados?

Creo que ayudó a crear una actitud pública más solidaria hacia los refugiados. En Estados Unidos, aunque su participación fue modesta, se incrementó de manera bastante significativa la cuota de refugiados que estaban dispuestos a acoger. Lo mismo ocurrió en Reino Unido; hemos acogido a más refugiados, a pesar de la oposición del ministerio del Interior. Creo que el cambio de actitud ayudó a otros países a hacer más.

No creo haber pretendido jamás que nosotros hubiéramos cambiado la actitud hacia los refugiados para siempre o que la iniciativa hubiera tenido un enorme impacto en la opinión pública de manera duradera. Pero, para nuestra sorpresa, tuvo un gran impacto durante ese año y probablemente se mantuvo durante un año o dos después, con un poco más de interés y solidaridad.

Recuerdo que nuestro objetivo no era sólo cerrar los campos de refugiados en Europa, lo que más o menos se logró (y creo que el Año Mundial del Refugiado jugó un importante papel en eso) . . . Se hizo mucho en Hong Kong para mejorar la situación de los refugiados y trasladarlos a alojamientos más adecuados. En Oriente Medio, esto no se tradujo en el cierre de los campos por las continuas dificultades y conflictos políticos.

¿Jugó ACNUR un papel importante?

¡Oh sí! La persona con la que tuve más relación fue Peter Casson [Representante especial de ACNUR en Canadá]. Era magnífico. Nos ayudó enormemente a que el proyecto avanzara en Gran Bretaña. Y creo que después desempeñó un importante papel en la creación del evento en torno al proyecto en todo el mundo. Era pura energía y estaba lleno de ideas, logrando nuevos apoyos. Por lo que yo vi, este hombre y ACNUR realmente hicieron mucho . . . Desde mi punto de vista, ACNUR estuvo al frente de la mayoría de las iniciativas. [Peter Casson también logró 30.000 dólares para la causa tras desafiar a un pulso a un millonario dedicado al petróleo en Calgary, omitiendo informar a su oponente de que había sido luchador amateur durante casi 20 años].

¿Qué significó para usted ganar el Premio Nansen para los Refugiados y la medalla?

Estaba muy agradecido. Nunca antes había oído hablar del premio. Había oído hablar de Nansen. Estaba emocionado y todavía tengo la medalla en mi escritorio.

Finalmente, háblenos de ese momento en Helsinki cuando estuvo tan cerca del oro.

Al salir de la última curva, después de 12 vueltas y media, estaba a la altura del gran Zátopek y entontes me golpeé el pié con el borde de la pista y me desplomé. No creo que hubiera ganado . . . En total, creo que corrí con el equipo británico durante siete años. Corrí con Roger Bannister y logré seguir su ritmo cuando hizo su primera milla en menos de cuatro minutos. Fue un gran momento de mi vida.