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El hambre amenaza a los yemeníes desplazados por el conflicto

Notas de prensa

El hambre amenaza a los yemeníes desplazados por el conflicto

11 December 2020
Un niño yemení desplazado de 12 años se encuentra dentro de la carpa que comparte con su familia en el lugar de acogida de los desplazados internos en Marib, Yemen, en marzo de 2020.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, advirtió hoy de que cientos de miles de yemeníes desplazados internamente corren un mayor riesgo de inseguridad alimentaria, ya que perdieron sus medios de vida por los efectos combinados de la incesante violencia y la pandemia de COVID-19.

Según la última encuesta de seguridad alimentaria de las Naciones Unidas en Yemen, la inseguridad alimentaria prevalece en las zonas de conflicto, donde reside la mitad de los cuatro millones de desplazados en el país, que viven en los 16 distritos más afectados por inseguridad alimentaria aguda y en sus alrededores, en particular, en las provincias de Marib, Al Bayda, Abyan, Taizz, Hadramautand y Al Jawf.  Cada vez corren más riesgo de sufrir condiciones similares a la hambruna.

Casi el 40% de las familias desplazadas más vulnerables indicó que no tiene acceso a ingresos y el 37% que estaba comiendo menos.

ACNUR está especialmente preocupado por las repercusiones en los más vulnerables entre los desplazados internos. Hoy en día, una de cada cuatro familias desplazadas está encabezada por una mujer o una niña, ya que una de cada cinco es menor de 18 años.

Las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada, en un país donde las normas socioculturales suelen restringir su acceso al trabajo. Muchas mujeres desplazadas, incluidas las mujeres solas y las viudas, informaron que se sienten excluidas de la ayuda humanitaria en Yemen debido a los obstáculos culturales y sociales que les impiden salir a trabajar para mantener a sus familias. Para muchas de ellas, el conflicto, el desplazamiento y la desigualdad de género no hacen más que agravar las dificultades y los problemas a los que se enfrentan.

Con una inflación galopante y pocas oportunidades de generar ingresos, las familias ya no pueden costear las comidas básicas. Para poner comida en la mesa, muchas familias desplazadas se ven obligadas a vender sus pertenencias, a sacar a los hijos de la escuela para enviarlos a trabajar, a mendigar en las calles o a comer solo una vez al día.

El personal de ACNUR informó que a menudo la comida diaria no es más que un tazón de arroz, o una taza de té con un trozo de pan. Las estrategias de lidiar con esta situación, como la limitación de las porciones de comida, son más frecuentes entre los desplazados. Se estima que cuatro de cada cinco familias desplazadas encabezadas por mujeres recurren ahora a esas medidas.

Los padres de familia desplazados se ven obligados a tomar decisiones difíciles entre proporcionar alimentos a sus familias y protegerlos de enfermedades transmisibles, como el cólera y el coronavirus.

ACNUR, a pesar de la escasez de fondos, está intensificando su apoyo a las familias desplazadas y a las comunidades de acogida en Yemen mediante la asistencia directa en efectivo este invierno. En lo que va de año hemos proporcionado ayuda en efectivo a más de 900.000 yemeníes desplazados.

Nuestros datos muestran que casi todos los hogares que reciben ayuda, alrededor del 97%, también utilizan esta ayuda para comprar alimentos. Los esfuerzos de ACNUR necesitan apoyo internacional continuo para prestar asistencia a los yemeníes desplazados más expuestos al riesgo.

Seis años de conflicto han cobrado un precio brutal a la población civil, empujando a uno de cada ocho yemeníes al desplazamiento. Es necesario actuar ahora para protegerlos de la hambruna.

 

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