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En Kivu Norte, ACNUR se prepara para ayudar a los retornados de Uganda

Historias

En Kivu Norte, ACNUR se prepara para ayudar a los retornados de Uganda

Once full military control and civilian authority is established, the repatriation of tens of thousands of forcibly displaced people could become a reality. [for translation]
1 November 2013
Refugiados congoleños cruzan la frontera con Uganda en Bunagana. El número de nuevas llegadas ha comenzado a disminuir.

BUNAGANA, Uganda, 1 de noviembre de 2013 (ACNUR) – La agencia de la ONU para los refugiados continúa dando respuesta a la última afluencia de refugiados congoleños al sur de Uganda, preparándose para ayudar a la población a regresar a sus casas, en las áreas ya liberadas del control de los rebeldes a lo largo de la frontera en la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo (RDC).

Más de 10.000 personas han huido al distrito ugandés de Kisoro, tras la última oleada de combates entre las fuerzas armadas de la RDC y el movimiento rebelde M23, que comenzó el pasado 25 de octubre, más de 18 meses después de los primeros combates entre ambas partes.

El Gobierno ha logrado exitosamente expulsar al M23 de algunos enclaves en Kivu Norte, incluido el cruce fronterizo de Bunagana con Uganda, a través del cual pasaron los refugiados. El ACNUR ha transportado a más de 3.000 personas al centro de tránsito de Nyakabande, a unos 20 kilómetros de la frontera, en el que reciben alojamiento, comida y otra ayuda.

Varios miles más se quedaron en el área fronteriza y ACNUR ha visto a muchos de ellos regresar a Kivu Norte desde que el ejército tomó la ciudad el pasado miércoles por la noche. El viernes, la frontera estaba mucho más tranquila pese a que hubo algunas llegadas desde Lunyonyi, donde continúa habiendo combates esporádicos.

Muchas personas han regresado a la RDC esta mañana tras cruzar a Uganda el jueves para pasar la noche. Si la situación en Bunagana y en cualquier otro lugar de Kivu Norte continúa estabilizándose en los próximos días, ACNUR espera el retorno de más personas.

El personal de ACNUR en Goma, la capital de Kivu Norte, no ha podido acceder aún a las áreas liberadas, pero el colapso aparente del M23 ofrece esperanzas de que la agencia para los refugiados pueda alcanzar muy pronto de forma directa a personas de las áreas que han quedado inaccesibles desde que el M23 se levantó en armas contra el ejército congoleño en abril del año pasado, reclamando faltas en la ejecución de los términos de un previo acuerdo de paz.

Una vez obtenido el control militar total y establecida la autoridad civil, la repatriación de decenas de miles de personas desplazadas forzosamente podría convertirse en realidad, tras más de 18 meses de pesados combates intermitentes en Kivu del Norte.

Si bien ha expresado cautela sobre la situación actual y un eventual regreso desde otros países, el representante regional de ACNUR Stefano Severe, ha afirmado: "ACNUR se encuentra ciertamente preparado para recibir y acompañar a los retornados una vez que la situación se haya estabilizado".

Él y otro funcionario de ACNUR han advertido contra los retornos prematuros hasta que la situación sea segura.

Severe ha afirmado que ACNUR ha establecido un pequeño grupo de trabajo para hacer frente a la situación inmediata y hoy, en Goma, el personal de ACNUR se ha reunido con agencias de la ONU y otros socios para discutir la manera de hacer frente a los nuevos acontecimientos y ayudar a las personas afectadas lo más pronto posible.

Por otra parte, ACNUR trabaja con agencias implementadoras que aseguran que la organización tenga una presencia capilar en el terreno. Asimismo, ACNUR cree que será fundamental una solución política para que se produzcan retornos significativos, que cualquier movimiento importante de retorno de población debe ser de carácter voluntario, y que los desplazados deben poder retornar en condiciones dignas y seguras.

Serán esenciales las misiones de evaluación, y las organizaciones de ayuda humanitaria como ACNUR necesitarán garantías de un acceso libre y total a las zonas en las que las personas precisen la protección y asistencia de ACNUR. Esto requerirá la presencia de fuerzas militares disciplinadas.

Sin embargo, tratándose de una provincia en la que se cree que aún queden más de 30 grupos armados, todavía falta mucho por hacer para llevar una paz duradera y soluciones al este de la RDC.

Mientras tanto, Uganda está también dando respuesta a una segunda crisis de desplazamiento en el noroeste del país, desde el mes pasado, en la que más de 4.000 personas huyeron desde la provincia de Orientale, en la RDC, hacia el distrito de Koboko, huyendo de los ataques de un grupo armado poco conocido, llamado M18. A principios de este año, decenas de miles de personas huyeron desde Kivu Norte al distrito ugandés de Bundibugyo para escapar de los ataques del grupo rebelde ugandés Fuerzas Democráticas Aliadas.

Gracias a la Voluntaria en Línea Isabel Zapata por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.