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Entrevista: Experto de ACNUR analiza qué fuerza a los niños de Centroamérica a huir

Historias

Entrevista: Experto de ACNUR analiza qué fuerza a los niños de Centroamérica a huir

The wave of forced displacement is being caused mostly by disturbing levels of criminal violence, comparable to violence in the region in the 1980s and early 1990s. [for translation]
12 November 2014
José Francisco Sieber, encargado de la unidad de protección del ACNUR en México.

CIUDAD DE MÉXICO, México, 12 de noviembre de 2014 (ACNUR) – La agencia de la ONU para los refugiados hizo público el martes 11 de noviembre un informe importante sobre el número sin precedentes de niños no acompañados que se encuentran en México tras huir de la inseguridad de los países centroamericanos de El Salvador, Honduras y Guatemala. José Francisco Sieber, jefe de la unidad de protección de ACNUR en México, ha comentado el preocupante desarrollo de la cuestión con Isabel Coello, oficial regional de información de la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO), un socio vital de ACNUR en esta región y en el resto del mundo. Lo que sigue son fragmentos de la entrevista:

¿Cuáles son las características de las tendencias de desplazamiento que se están dando en México?

México sigue recibiendo un número creciente de solicitantes de asilo procedentes de los países del triángulo norte de Centroamérica [El Salvador, Honduras y Guatemala]. El cambio significativo es que, además de los movimientos migratorios tradicionales causados por razones económicas, ahora somos testigos, con mayor frecuencia e intensidad, de relatos individuales de violencia y persecución de ciudadanos centroamericanos que buscan asilo y protección en México. Para nosotros está claro que este desplazamiento forzado está causado principalmente por unos niveles preocupantes de violencia criminal, solo comparables con los de los años de conflicto interno y violencia política que se vivieron en la región en la década de 1980 y principios de los 90.

Usted habla de desplazamiento forzado, no de migración.

Esta es una diferencia fundamental que se debe subrayar, ya que conlleva unas consecuencias legales y prácticas significativas. La importancia reside en el hecho de que las personas que son desplazadas por la fuerza tienen derecho a diferentes formas de protección, tanto a nivel nacional como internacional, que serán definidas por las circunstancias concretas que han causado el desplazamiento, y de acuerdo con los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho de los refugiados. En el caso de México, enfatizamos el derecho que tienen los ciudadanos centroamericanos que huyen de la violencia criminal del triángulo norte de la región a tener acceso al asilo y a otros procedimientos de protección en México, tal y como han sido establecidos y definidos por la legislación sobre refugiados tanto mexicana como internacional. Facilitar el acceso a estos procedimientos es la medida más importante que deberían adoptar las autoridades mexicanas.

¿Cuáles son los peligros que enfrentan los niños no acompañados?

La violencia en el triángulo norte afecta principalmente a los más débiles. Ante los intentos de los delincuentes de reclutarlos a la fuerza (mediante diferentes formas de explotación, secuestro, asesinato o violencia sexual, en particular contra las niñas), los niños centroamericanos huyen o se les dice que huyan para escapar y encontrar la seguridad en el extranjero. La violencia es un factor fundamental y recurrente a la hora de desencadenar la huida de los niños. Este hecho ha sido confirmado por los estudios llevados a cabo por ACNUR en la frontera sur tanto de EE.UU. como de México.

¿Cuáles son los derechos de estos niños?

La primera y fundamental medida que los Estados deben adoptar es el establecimiento de mecanismos que permitan a los funcionarios gubernamentales, sobretodo a los que trabajan en las fronteras, identificar de manera efectiva a los niños que requieren protección internacional, es decir, aquellos que no deberían ser devueltos a su país y que deberían ser remitidos a procedimientos específicos y a personal especializado que evalúe su situación individual y, con base en el principio legal que garantiza una actuación que tutele su interés superior, aplique la respuesta de protección adecuada. Este es un mecanismo fundamental para garantizar, entre otras cosas, el respeto del derecho de asilo de los niños. Con esto no estamos diciendo que todos los niños no acompañados sean refugiados. Lo que decimos es que sus casos deben ser evaluados de la manera adecuada.

Aquellos que son perseguidos y amenazados, ¿podrían ser reconocidos como refugiados?

La respuesta es un sí rotundo. Por supuesto, como ya he dicho, dependerá de la evaluación de las circunstancias individuales de cada niño y de las razones que le llevaron a abandonar su país. Pero en la mayoría de los países de Latinoamérica, incluido México, contamos con una definición legal de refugiado [Declaración de Cartagena, 1984] que reconoce como tal no solo a aquellas personas que huyen a causa de un temor fundado a la persecución, sino también a las que han sido desplazadas forzadamente debido a otras situaciones violentas, como una situación de violencia generalizada o un contexto donde se dan violaciones masivas de los derechos humanos. Esta consideración es vital, ya que permite a México y a otros países proporcionar la protección internacional requerida de acuerdo con su legislación nacional.

¿Son los datos de los que disponemos solo la punta del iceberg?

Por desgracia, así es. Uno de los mayores retos que afrontan tanto ACNUR como otras organizaciones humanitarias en este contexto es la invisibilidad. De nuevo, los más débiles son los más afectados por la situación.

¿Hay necesidades humanitarias en términos de protección que no están cubiertas?

Las necesidades de protección de los niños son múltiples. Van desde unos mecanismos de recepción adecuados que tengan en cuenta las necesidades específicas de los niños, como el alojamiento, el ocio o instalaciones sociales básicas, hasta el acceso a la educación y a la atención médica. Pero yo creo que la necesidad humanitaria más importante en este contexto es el acceso a la seguridad y la protección ante esos mismos delincuentes que han provocado este ciclo de desplazamiento. En esto consiste, precisamente, el concepto de asilo y protección internacional. Y este tipo de protección física requiere no solo el apoyo que las organizaciones humanitarias pueden brindar, sino también la voluntad política y el reconocimiento de los estados de la región.

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.