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Iraquíes desesperados acaban en Hungría después de tener que salir de Ucrania

Historias

Iraquíes desesperados acaban en Hungría después de tener que salir de Ucrania

Yusuf y Omar huyeron de la guerra en Iraq, solo para encontrar un conflicto diferente que englobe su refugio en Ucrania. Ahora están en Hungría y esperan seguridad en Europa occidental.
5 March 2015
Yusuf (derecha) y Omar, en el Centro Estatal de acogida para solicitantes de asilo en Debrecen, Hungría. Huyeron de Irak para escapar de la guerra y fueron a Ucrania antes de ser llevados a Hungría por traficantes de personas.

DEBRECEN, Hungría, 5 de marzo de 2015 (ACNUR/UNHCR) – Cuando Yusuf* y Omar* se conocieron en octubre en la furgoneta de un traficante de personas a las afueras de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, creyeron que se dirigían a Eslovaquia, en busca de una nueva vida en Europa occidental.

Los dos iraquíes estaban desesperados buscando un lugar seguro. Primero, huyeron de la guerra en su país a mediados de 2014, poniendo rumbo a Ucrania, donde ambos habían estudiado. Como los conflictos aumentaron allí durante la segunda mitad del año, decidieron encaminarse hacia el oeste, pero su optimismo se desplomó cuando cruzaron la frontera y se dieron cuenta de que estaban en Hungría, donde fueron detenidos por la policía fronteriza.

"No teníamos que haber entrado a través de Hungría, pero nosotros no sabíamos lo que estaba pasando", dice Omar, un dentista de 24 años. "Los traficantes nos quitaron nuestros teléfonos móviles y amenazaban a todo aquel que hacía preguntas", explica, añadiendo que la ruta que normalmente siguen los traficantes para llegar a Europa occidental desde Ucrania es a través de Eslovaquia.

En Hungría solicitaron asilo y fueron trasladados a un Centro Estatal de acogida para refugiados en la ciudad de Debrecen, al este del país, mientras el gobierno considera sus solicitudes. En el centro hay gente de Siria o Afganistán, entre otros, con una cifra récord de casi 43.000 solicitantes de asilo en 2014, de los cuales 512 fueron reconocidos como refugiados, mientras que muchos otros prosiguieron su viaje.

Los dos iraquíes han tenido mucho tiempo para meditar su decisión. Yusuf, con 42 años, admite que huir al este de Ucrania, donde los conflictos se habían propagado con intensidad desde la primera mitad del año pasado, fue una medida desesperada. Pero ambos tenían buenos recuerdos de Járkov -donde los dos estudiaron-, y contaban con visas ucranianas reglamentarias.

Yusuf completó allí un curso universitario de negocios y Omar se graduó en Odontología en la facultad de Medicina. Se encontraba visitando a su familia en Irak cuando las milicias invadieron en junio su zona natal, obligándole a huir.

Los dos hombres sabían que Járkov podía ser su refugio sólo temporalmente dada la proximidad con el conflicto en el este de Ucrania, que ha forzado a más de un millón de personas a buscar un lugar seguro en otras partes del país, y a 670.000 a huir a Rusia.

"Me encanta Ucrania", dice Omar. "Me ha dado una educación, amigos y recuerdos muy bonitos. Pero ya no era seguro quedarse. Járkov está a solo dos horas en coche del conflicto y las cosas pueden cambiar muy rápidamente". Yusuf se mete en la conversación: "Me daba mucha pena . . . pero no había otra solución. Tuve que hacer las maletas y huir de nuevo".

Esta fue su segunda dramática huida en 2014. Cuando el pasado junio las milicias tomaron Mosul, su ciudad natal y la segunda ciudad más grande de Irak, la vida se convirtió en un infierno.

"Si me hubiera quedado allí, hubiera muerto sin ninguna duda", dice Omar. Comenzaron a intimidar a los ciudadanos de Mosul, dice, con campañas a través de internet mostrando ejecuciones masivas de soldados y estudiantes iraquíes.

Yusuf está de acuerdo: "Nadie está a salvo allí. Si te apartas de su forma de pensar, ellos te persiguen y entonces ya nadie puede salvarte". Después de que varios hombres armados le amenazaran en su propia casa, decidió llevar a su familia a Turquía, un país que acoge a más de 1,6 millones de refugiados de Siria e Irak. Dejó a su familia en una pequeña ciudad de la zona central de Turquía cuando él se marchó a Ucrania.

"Crecí bajo el régimen de Saddam Hussein; no podría soportar otra dictadura", afirma Yusuf. Omar cuenta que su padre, un líder local acaudalado, fue asesinado justo después de que las milicias entraran en la ciudad. El resto de la familia encontró refugio cerca de Erbil, la capital de Kurdistán iraquí, que se convirtió en el hogar de más de 300.000 iraquíes desplazados en 2014.

Él todavía estaba estudiando odontología en Ucrania cuando su madre le llamó para comunicarle la muerte de su padre. "Una parte de mí también murió aquel día", dice Omar inclinando la cabeza. "Al principio me quedé paralizado. Después recordé lo mucho que quería mi padre que acabara mis estudios, así que auné todos mis esfuerzos y aprobé mis últimos exámenes. Lo hice por él".

A pesar de que los dos hombres hacen frente a la incertidumbre, están a salvo y nunca pierden la esperanza. "Nacimos y crecimos con la guerra. Simplemente hemos olvidado qué significa la palabra felicidad", dice Omar, añadiendo que quizá Hungría acabe siendo un punto de inflexión.

*Los nombres han sido cambiados por razones de protección de datos

Por Balint Linder en Debrecen, Hungría