Venezuela: familias refugiadas comienzan 2010 con más derechos laborales

En comunidades receptoras de refugiados, colombianos y venezolanos emprenderán actividades productivas con la ayuda micro-financiera del Estado

CARACAS, Venezuela, 29 de enero (ACNUR) – Al contrario de quienes migran por razones económicas, la mayoría de los refugiados experimenta un marcado deterioro en sus condiciones de vida al perderlo todo y cruzar una frontera internacional. Muchas veces se ven obligados a ejercer un nuevo oficio o a trabajar bajo condiciones indignas. Los micro-créditos les ayudan a ganarse un sustento, al tiempo que les permiten contribuir al desarrollo de las comunidades que los reciben.

En Venezuela el Banco del Pueblo Soberano (BPS), la institución micro financiera más grande del Estado ha convenido con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, otorgar créditos en las comunidades fronterizas con Colombia, que continuamente reciben a personas en necesidad de protección internacional.

Jacinta* y su esposo José*, un maestro rural del Sureste de Colombia llegaron a Apure hace 4 años luego que él fuera amenazado por el grupo armado que controlaba su localidad, desde entonces han tenido que dedicarse a diversas actividades para sobrevivir.

José dejó el pizarrón para trabajar de albañil, mientras en su tiempo libre tallaba la madera, para tener un ingreso extra ocasionalmente. Con un micro-crédito del BPS, él y Jacinta compraron equipos y ahora pueden vivir de la artesanía "esta casita, la nevera y todo lo que nosotros tenemos, lo hemos logrado con la artesanía", dice Jacinta. Así como José y Jacinta hay otras 38 familias en Apure que podrán dedicarse a una actividad productiva en condiciones dignas.

Por segundo año consecutivo, el BPS ha coordinado con ACNUR la entrega de créditos en los estados fronterizos donde la agencia humanitaria labora, a fin de impulsar o fortalecer proyectos de familias venezolanas y colombianas en necesidad de protección internacional producción, servicios y comercio.

En 2009 se aprobó un monto equivalente a unos 500 mil USD para micro-créditos para Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, de los cuales cerca de 38% fue destinado a apoyar a familias refugiadas o solicitantes de esta condición, dando prioridad a mujeres cabezas de hogar.

Una de las beneficiadas en el estado Zulia fue Cristina, quien tras perder a su pareja a manos de un grupo armado en Colombia, cruzó la frontera para proteger a sus tres hijos.

Antes de recibir apoyo del BPS Cristina trabajaba en una hacienda, lo cual implicaba salir de su comunidad, atravesar varios puntos de control militar con un documento provisional y pasar menos tiempo con sus hijos. El micro-crédito le permitirá retomar la misma actividad que desempeñaba en Colombia: la peluquería, en la comodidad de su casa.

Durante los últimos años, familias refugiadas que han recibido apoyo micro-financiero han creado o fortalecido peluquerías, granjas avícolas y agrícolas, talleres artesanales, carpinterías, centros de fotografía, y ventas de alimentos en las comunidades fronterizas donde viven; retribuyendo así en parte la generosidad de quienes les reciben en sus comunidades.

*Los nombres han sido cambiados por protección

Por Ligimat Pérez en Caracas, Venezuela