Los bombardeos obligan a una familia ucraniana a moverse de casa en casa

DONTESK, Ucrania, 29 de abril de 2018 (ACNUR) - Cerca de la primera línea del conflicto en Donetsk, al este de Ucrania, la madre de tres, Marina Baban, se vio obligada a mudarse dos veces para escapar de las bombas.

Su propia casa, en la ciudad de Krasnohorivka, fue atacada varias veces y se mudó a la casa de un vecino a unas calles de distancia. Después de dos años, esta también fue dañada por los bombardeos y la familia tuvo que irse.

El dueño de  una propiedad destartalada en un área casi abandonada a las afueras de la ciudad les permitió usarla y Marina reunió a cuatro generaciones de la familia, desde la abuela hasta el nieto, bajo un mismo techo en una casa sin agua potable ni ventanas sin daños.

“Gracias a Dios, todos estamos vivos”, dijo Marina al ACNUR.

Encontró un trabajo, con una jornada de 12 horas al día y gananado 75 dólares por mes. Ella trabaja arduamente para proporcionarle un hogar confortable a su familia. El apoyo de ACNUR ha ayudado a Marina a cubrir los costos de la vida cotidiana.

Marina es parte de 1,5 millones de personas desarraigadas de sus hogares por un conflicto que la mayor parte del mundo ha olvidado.