ACNUR preocupado por las condiciones en los campos de desplazados internos en Sri Lanka

A medida que los combates en el noreste de Sri Lanka van llegando a su fin, el alcance de los retos que tiene que afrontar el ACNUR y otras agencias humanitarias en el terreno es cada vez más patente. Se estima que más de 80.000 personas han abandonado la antigua zona de combates durante los últimos tres días, lo que eleva a 280.000 personas el número de total de personas que han huido de los combates en los últimos meses.

Unas 230.000 personas han sido sometidas una revisión y registradas, y en la actualidad han sido instaladas en 41 emplazamientos repartidos a lo largo de cuatros distritos. Otras 50.000 personas están siendo sometidas a revisión y registradas en varios puntos, y se encuentran a la espera de su traslado a dichos emplazamientos.

El Gobierno de Sri Lanka se enfrenta a importantes desafíos para dar asistencia a los desplazados internos. Hay muchas cuestiones que requieren de una atención inmediata, entre otras el hacinamiento y el acceso limitado a los servicios en los campos. Tanto ACNUR como sus socios siguen apoyando al gobierno en este proceso.

La población civil procedente de la zona de conflicto está enferma, hambrienta y sufre de malnutrición y deshidratación agudas. Las condiciones en la escuela de Omanthai, donde se realizan las revisiones médicas y el registro, han sido descritas como por debajo de los estándares de higiene, salubridad y alojamiento.

Esta última llegada masiva de personas, que han soportado condiciones extremas, aumentará aún más la tensión en los campos de desplazados internos en Vavuniya, Jaffna y Trincomalee, que ya se están sufriendo la presión de la población allí presente.

El ACNUR ha levantado 25.000 alojamientos de emergencia y está levantando otros 10.000 más para acoger a las decenas de miles de civiles que han abandonado la zona de combates y a las que se espera lleguen en busca de refugio en los próximos días.

Nuestra prioridad inmediata es apoyar al gobierno en la descongestión de los campamentos y así poder disponer de más espacio donde ofrecer servicios básicos. Nuestros esfuerzos se están viendo dificultados por el gran número de desplazados internos, el alto ritmo de llegada y el limitado espacio para alojarlos.

Por otro lado, las restricciones para acceder a los campos de desplazados internos impuestas por las autoridades durante todo el fin de semana están mermando la capacidad de ACNUR para distribuir la ayuda en los campos de desplazados internos (un vasto área que abarca 1620 hectáreas) en el distrito de Vavuniya, donde se ha instalado la mayoría de la población desplazada. Sin duda esto ha mermado nuestra capacidad para distribuir la ayuda a la población necesitada.

A partir de ahora vamos a centrar nuestros esfuerzos en dar estabilidad a la población, así como en ayudar al gobierno en la preparación de las condiciones para un retorno seguro a sus regiones de origen.