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El Alto Comisionado Filippo Grandi pide soluciones urgentes para las personas desplazadas por la fuerza en las Américas

Comunicados de prensa

El Alto Comisionado Filippo Grandi pide soluciones urgentes para las personas desplazadas por la fuerza en las Américas

19 December 2022
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, se entrevistó con emprendedores refugiados y migrantes en Guayaquil, Ecuador.

GINEBRA – En vista de que una quinta parte de los 100 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo se encuentra en las Américas, se requieren acciones urgentes para dar respuesta y resolver su situación, aseveró Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, al terminar una visita a la región de una semana, durante la cual se entrevistó con personas desplazadas, líderes comunitarios, y autoridades nacionales y locales.

Entre el 12 y el 16 de diciembre, el Alto Comisionado fue testigo de los esfuerzos estatales, de la sociedad civil y de otras partes interesadas para coordinar su respuesta y solucionar los complejos movimientos poblacionales, en los que están presentes diversas nacionalidades en situación de movilidad humana en todo el continente.

Entre las personas desarraigadas se encuentran millones de refugiados y migrantes de Venezuela, así como otras personas desplazadas en Colombia y Centroamérica. Para las personas desplazadas por la fuerza resulta difícil encontrar estabilidad y, por tanto, se embarcan en peligrosas travesías debido a la creciente violencia en algunos países, el costo de vida que va en aumento, las dificultades económicas provocadas por la pandemia de COVID-19, y la profundización de la pobreza a causa del desempleo y los bajos sueldos.

En Honduras, Filippo Grandi se entrevistó con organizaciones de la sociedad civil que se esfuerzan por prevenir el desplazamiento forzado en sus comunidades; también se entrevistó con familias que abandonaron sus países – en América Latina y el Caribe – buscando seguridad y protección de forma desesperada. En Colombia, el Alto Comisionado escuchó cómo, a pesar del proceso de paz, la violencia sigue provocando desplazamientos; asimismo, le indicaron cuán importante es incluir la perspectiva de las comunidades afectadas en el proceso de paz. En Ecuador, Grandi fue testigo de diversas iniciativas para abordar los desafíos que supone integrar a miles de personas refugiadas y migrantes (incluido el proceso de regularización de refugiados y migrantes de Venezuela), y presenció actividades con el sector privado que benefician a personas refugiadas de Colombia, Venezuela y otras nacionalidades.

“Los países de América Latina y el Caribe están haciendo grandes esfuerzos no solo para prevenir el desplazamiento, sino también para ofrecer protección y soluciones a millones de personas, de diversas nacionalidades, que han sido desarraigadas por conflictos, violencia y violaciones a los derechos humanos. Son extraordinarios el compromiso y la solidaridad mostrados, sin embargo, las comunidades locales y de acogida también necesitan ayuda”, indicó Grandi. “Ha llegado el momento de reproducir, ampliar y vincular todas estas acciones para maximizar el impacto”.

“Insto a los gobiernos donantes, a las agencias de desarrollo, a las instituciones financieras internacionales y al sector privado a invertir más en los países de origen, tránsito y destino para apoyar las ejemplares respuestas al desplazamiento forzado que se han dado en la región”, comentó Grandi. “Entre las respuestas se encuentran iniciativas de regularización, integración e inclusión social de personas refugiadas y desplazadas”.

Durante su visita a las Américas, en Tegucigalpa, Honduras, Grandi asistió a la reunión anual del Marco Regional Integral de Protección y Soluciones (MIRPS), un mecanismo regional para impulsar la cooperación y la distribución de responsabilidades, en materia de desplazamiento forzado, entre Centroamérica y México.

“Estoy convencido de que el desarrollo – sobre todo facilitando la integración y la inclusión de personas refugiadas y desplazadas por la fuerza – es la mejor forma de prevenir el desplazamiento, de contribuir a las economías locales y de mitigar la necesidad de emprender peligrosas travesías”, aseveró Grandi. “Ayudar a las personas forzadas a huir a encontrar estabilidad, protección y medios para reconstruir sus vidas es clave al abordar movimientos de este tipo”. 

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