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ACNUR refuerza el despliegue de ayuda en Bangladesh ante el azote del monzón

Notas de prensa

ACNUR refuerza el despliegue de ayuda en Bangladesh ante el azote del monzón

4 May 2018
Obras para prevenir inundaciones por la estación de lluvias en el centro de tránsito Rohingya de Ukhia, en el sureste de Bangladesh.

GINEBRA, Suiza, 4 DE MAYO DE 2018 (ACNUR).- ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha enviado con urgencia ayuda adicional a Bangladesh, donde las primeras lluvias del monzón están afectando al distrito de Cox’s Bazar y a centenares de miles de refugiados Rohingya que se encuentran allí.

El primero de los tres puentes aéreos humanitarios programados con materiales de albergue adicionales llegó a Bangladesh el martes 1 de mayo con 1.400 tiendas de campaña, que forman la primera partida de un lote de 10.000 tiendas más que ACNUR enviará antes de finales de mayo. El objetivo es que estas tiendas proporcionen refugio de emergencia a unos 60.000 refugiados que actualmente residen en áreas con alto riesgo de desprendimiento de tierras e inundaciones. Se están enviando también por vía marítima artículos como tiendas de campaña, 170.000 lonas impermeables y otros materiales básicos de ayuda humanitaria.

Las organizaciones humanitarias calculan que entre 150.000 y 200.000 refugiados Rohingya podrían estar en riesgo durante la temporada del monzón, pues viven en zonas propensas a desprendimientos de tierras e inundaciones, por lo que necesitan ser reubicados con urgencia. De estas cifras, 24.000 personas se encuentran en situación de alto riesgo debido a la gran inestabilidad de los terrenos sobre lo que se han construido sus refugios.

Desde agosto del 2017 más de 670.000 Rohingya han huido a Bangladesh, uniéndose a más de 200.000 refugiados que ya se habían desplazado con anterioridad. En un enorme esfuerzo por dar alojamiento a estos refugiados y satisfacer sus necesidades básicas, Bangladesh les ha asignado generosamente extensiones de terreno destinadas a este propósito.

Además, el gobierno ha asignado nuevas tierras para el asentamiento de refugiados. Los equipos de ingenieros de ACNUR, la OIM y el PMA trabajan día y noche para acondicionar estos terrenos de cara a la reubicación de aquellos refugiados que se encuentran en zonas de mayor riesgo. A pesar del uso de maquinaria pesada y de que cientos de trabajadores están trabajando en esta tarea, el trabajo va despacio dada la inestabilidad del terreno. Para finales de mayo ACNUR espera haber recolocado a unas 5.000 personas en estos nuevos terrenos.

A falta de más tierras disponibles y habitables, ACNUR ha planificado ya algunas reubicaciones de emergencia temporal que se activarán en caso de necesidad. Aproximadamente, 35.000 refugiados podrían ser alojados por otros refugiados que viven en áreas más seguras; 34.000 en estructuras comunitarias de asentamientos para refugiados y 66.000 podrían alojarse en tiendas u otros refugios de emergencia dentro o cerca de los asentamientos actuales. No se trata de medidas pensando en el largo plazo sino de soluciones de emergencia que pueden salvar vidas a corto plazo.

En apoyo a los grandes esfuerzos realizados por Bangladesh para preparar asentamientos de emergencia por las lluvias del monzón, ACNUR está reforzando su propia capacidad de respuesta para esta emergencia con el objeto de salvar vidas, preservar el bienestar de los refugiados, reducir los riesgos de desprendimientos e inundaciones así como mantener el acceso a los asentamientos.

Para finales de mayo, ACNUR tiene previsto distribuir a todas las familias de refugiados paquetes con materiales para refugio que incluyen varas de bambú, cuerdas, lonas, sacos de arena y herramientas. Además, ya está distribuyendo 80.000 paquetes previos al monzón para reforzar los refugios en caso de tormentas, y está preparando en sus almacenes 160.000 kits con materiales que podrían ser necesarios tras el paso del monzón , para distribuir entre los refugiados, así como otros 30.000 paquetes para distribuir entre cualquier familia que se vea afectada en la comunidad de acogida. Así mismo, ha instalado cinco hospitales de campaña y botiquines de emergencia en Cox’s Bazar y solicitado más medicamentos y suministros.

Los propios refugiados están colaborando con ACNUR en la preparación para el monzón. Los trabajadores sanitarios han finalizado la formación en primeros auxilios y ciclones, y algunos de ellos han sido formados para participar en los equipos de búsqueda y rescate. ACNUR y sus socios están trabajando estrechamente con los refugiados para desarrollar sistemas de alerta temprana y campañas de información para situaciones de emergencia.

Hace seis semanas, el 16 de marzo, ACNUR y sus socios lanzaron el Plan de Respuesta Conjunta para la Crisis Humanitaria Rohingya, que buscaba recaudar más de 950 millones de dólares en 2018 para cubrir las necesidades más inmediatas de 880.000 refugiados Rohingya y más de 330.000 bangladesíes en las comunidades afectadas por la crisis. La cantidad de esta suma correspondiente a la operación de respuesta de ACNUR asciende a 180 millones de dólares.

Hasta mayo, sólo se ha recaudado el 16% de los fondos necesarios. Si bien ACNUR agradece la generosidad y el apoyo brindado por los donantes, y especialmente las aportaciones no dirigidas a proyectos específicos, que nos han permitido continuar con nuestro trabajo, es fundamental que ACNUR y sus socios cuenten con más recursos para salvar vidas y mejorar las condiciones de los refugiados durante la estación del monzón, así como para seguir proporcionando la asistencia y protección necesarias para afrontar esta crisis.