Crisis en Libia: Argentina suma su apoyo al ACNUR

BUENOS AIRES, Argentina, 17 de marzo (ACNUR) – "Trataremos de hacer una diferencia", expresó con optimismo uno de los miembros del contingente de Cascos Blancos de la Argentina que mañana parte en misión humanitaria a la región fronteriza de Túnez con Libia.

Una vez allí, el equipo asignado por el Gobierno argentino desempeñará tareas relacionadas con el manejo de campamentos de desplazados, situaciones de emergencia en aeropuertos y demás especialidades que puedan contribuir al equipo de emergencia que han desplegado el ACNUR, otras agencias de Naciones Unidas y la OIM en la zona de frontera. La delegación, integrada por 5 personas, estará basada en la localidad tunecina de Ras el Jedir, en la frontera entre Túnez y Libia.

Antes de su partida al norte de África, los miembros de la delegación de Cascos Blancos participaron de un taller de capacitación realizado por integrantes de la Oficina Regional del ACNUR en Buenos Aires, con el fin de abordar los principales aspectos del derecho internacional para la protección de las personas refugiadas así como conocer en detalle la operación que la Agencia está desplegando en Túnez, Libia y Egipto.

Cascos Blancos es una iniciativa de la República Argentina, adoptada por la Asamblea General de la ONU en el año 1994 y por la Organización de Estados Americanos en el año 1998. Constituye un modelo de cooperación entre países, con apoyo financiero internacional y participación organizada de equipos de voluntarios. Además de operar sobre situaciones de catástrofe, puede hacerlo ante las consecuencias de coyunturas de colapso económico y social que hayan generado problemas de carácter permanente.

Durante la capacitación, los expertos destacaron que ésta constituye una gran oportunidad para Cascos Blancos de ponerse al servicio del ACNUR ya que si bien han desplegado un vasto expertise en diversas misiones vinculadas principalmente a desastres naturales, esta realidad los pone frente a un desafío distinto. "Uno trabaja a fin de reducir las vulnerabilidades, y es en ese escenario donde se encuentran la mayor parte de las personas refugiadas. El desplazamiento en general implica una gran vulnerabilidad y el espíritu de todo voluntario que acerca su ayuda es tratar de minimizar esta fragilidad", sostuvo Fernando de Ferraris, uno de los miembros del contingente.

Tras un encuentro mantenido a finales del año pasado entre el Presidente de los Cascos Blancos, Embajador Gabriel Fuks, y la Representante Regional del ACNUR, Eva Demant, ambas partes expresaron la voluntad de avanzar con un acuerdo de entendimiento que posibilitara el despliegue de ayuda técnica y humanitaria en situaciones de emergencia. Pero ante la inminencia de la crisis en Libia, la rapidez de respuestas por parte de la comunidad internacional fueron clave, y Argentina, a través de un contingente de expertos, sumó su apoyo a tales necesidades. El Alto Comisionado, António Guterres, expresó su agradecimiento a la Argentina, sosteniendo que éste es otro impulso a la cooperación entre la República Argentina y el ACNUR.

Según las últimas cifras, desde que se iniciara la crisis en Libia, un total de 287.905 personas han abandonado ese país: 154.186 han salido hacia Túnez, 120.986 a Egipto, 9.153 a Argelia y 3.580 a Níger.