En Manaos, artesanas venezolanas de la etnia warao participan en taller de innovación para generar ingresos
En Manaos, artesanas venezolanas de la etnia warao participan en taller de innovación para generar ingresos
MANAOS, Brasil - La creatividad y el saber ancestral de la etnia warao pueden convertirse en una fuente de ingresos y de esperanza para las mujeres refugiadas y migrantes de esta población indígena acogida en Manaos. Fruto de la colaboración entre la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) con A Casa, museo del objeto brasileño, se organizó entre los días 18 y 21 de noviembre un taller de innovación para artesanas indígenas que viven en el albergue Alfredo Nascimento, ubicado en la zona norte de la ciudad.
Estos talleres, que cuentan con el apoyo económico de la Unión Europea, forman parte de una estrategia para transformar el potencial artístico indígena en piezas que se puedan vender en mercados de artesanía gracias a la calidad histórica y cultural de las creaciones warao. Para ello, cuenta con el trabajo de orientación del famoso diseñador matogrosense Sérgio Matos.
“La artesanía warao es totalmente distinta a la de las demás comunidades con las que he trabajado. Su gran capacidad para hacer distintos puntos, los diseños que realizan, sus construcciones, todo tiene detrás un trabajo artístico muy sólido. La idea es mostrar este talento, poner en valor la cultura y el trabajo de las artesanas warao que han venido a Brasil, lo que además es una oportunidad para que puedan seguir adelante con autonomía”, destaca Sérgio, que en lo que va de año ha impartido ya talleres en Pacaraima y Boa Vista (Roraima).
La fibra y la cabuya de moriche, llamado ojidu en warao, es la principal materia prima de estos productos. El moriche es un material muy presente en la cultura warao: sus frutos se aprovechan en la alimentación y el tronco y las hojas en la producción de canoas y hasta de casas. En manos de las artesanas, se transforma en objetos como fruteros, cestos, jarras y lámparas.
“El trenzado es algo que aprendemos desde niñas y que se va transmitiendo de generación en generación. Con Sérgio estamos aprendiendo a ver los detalles, tener ideas, y es una novedad para todas las mujeres. Esto puede traducirse en empleo, el dinero podrá llegar hasta nosotras”, dice Josefina Gregoria Jiménez Moraleda, que participó en el curso.
Exposición en São Paulo
Las creaciones se presentarán en una exposición prevista para 2020 en A Casa, museo del objeto brasileño de São Paulo. La idea es promover el intercambio cultural, dar a conocer este trabajo y vender los productos a comerciantes, empresas y público interesado. La exposición será continuación de la muestra que se expone ya desde el día 7 de noviembre y hasta el 20 de diciembre en el museo, y que cuenta con creaciones elaboradas en Boa Vista y Pacaraima.
Todo el dinero recaudado será destinado al apoyo de nuevas acciones de generación de ingresos para las familias productoras.
“Esta iniciativa empodera a mujeres de diferentes generaciones de la comunidad indígena warao para que tengan una mayor autonomía, garantizando unos ingresos para sí mismas y para sus familias. Al trabajar la artesanía de forma colectiva, también fortalecen su cultura y estrechan los lazos comunitarios y familiares”, recalca Catalina Sampaio, jefa de la oficina de ACNUR en Manaos.
Indígenas warao en Brasil
Los warao, conocidos como el “pueblo del agua”, son un grupo étnico conformado hace más de 8.000 años en la región del delta del río Orinoco. En la actualidad constituyen el segundo pueblo indígena más grande de Venezuela, con cerca de 49.000 integrantes.
A partir de 2016 empezaron a verse forzados a abandonar su país como consecuencia de la crisis política y económica y comenzaron a llegar a Brasil. Se estima que al menos 4.500 personas indígenas warao llegados desde Venezuela están asilados en Brasil.
Fortalecimiento de la respuesta
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Unión Europea a través de un proyecto implementado en colaboración con ACNUR y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que invierte en el fortalecimiento de la respuesta a las personas venezolanas en la región norte de Brasil y en la promoción de la protección a las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, como es el caso de los indígenas warao.
Según la Policía Federal, se encuentran en el país cerca de 212.000 personas venezolanas, de las cuales 115.000 son solicitantes de asilo y 97.000, residentes temporales. Según estimaciones de Naciones Unidas, casi cuatro millones y medio de personas venezolanas han abandonado su país.