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Los refugiados en Madrid se suman a la campaña de ACNUR contra la violencia de género

Historias

Los refugiados en Madrid se suman a la campaña de ACNUR contra la violencia de género

4 December 2009

El mensaje por la igualdad entre hombres y mujeres y "tolerancia cero" contra la violencia de género, quedó ayer patente durante la obra de teatro que protagonizaron solicitantes de asilo y refugiados del Centro de Acogida para Refugiados (CAR)* en Alcobendas, Madrid. Se trata de una iniciativa de sensibilización organizada por ACNUR en España con el apoyo del CAR, en el contexto de la campaña de los 16 días de activismo contra la violencia de género que se inició el pasado 25 de noviembre y finaliza el 10 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Un nutrido grupo de actores voluntarios, de 11 a 35 años, y procedencias tan distintas como Colombia, Irak, Sáhara Occidental o República Democrática del Congo, interpretaron en clave de humor una obra que describía dos historias familiares paralelas, en la que se invirtieron los papeles: los hombres asumieron los roles estereotipados que generalmente se le asignan a las mujeres, vistiéndose con faldas, mientras que las mujeres se enfundaron los pantalones y las corbatas.

Entre risas y aplausos, el público congregado en el salón de actos del CAR participó activamente mostrando tarjetas rojas cuando los actores traspasaban los límites de la convivencia en igualdad o para manifestar su desacuerdo con cuestiones como el matrimonio forzoso, la restricción del derecho a la educación de las hijas, el machismo o episodios de violencia doméstica.

"El guión ha fluido por sí mismo durante los ensayos porque los intérpretes han aportado muchas ideas de sus experiencias culturales y personales", comentó Donat, el director de la obra. Donat es un refugiado de la República Democrática del Congo que trabajó como actor en su país antes de ser víctima de la persecución y verse obligado a huir por manifestar sus ideas políticas.

"Mi país, Congo es un país muy bello y muy rico, pero hay muchos conflictos y problemas para las mujeres" explicaba Justine**,una de las actrices de la obra que llegó recientemente a España con su hija de dos años. Este inmenso país, que debería ser uno de los más ricos de África, paradójicamente se sitúa en el ranking nº 176 de los 182 países que incorpora el informe 2009 del PNUD sobre el Índice de Desarrollo Humano.

Además de un balance de cinco millones de muertos y decenas de miles de personas refugiadas y desplazadas por las guerras, RDC ostenta también la triste primera posición en el número de agresiones sexuales a mujeres, que en su mayoría quedan impunes. En un reciente comunicado el Alto Comisionado apuntaba que durante los seis primeros meses de 2009 se habían denunciado más de 3.500 casos de violaciones, aunque el número real podría ser mucho mayor ya que muchas mujeres prefieren no denunciar por temor a represalias y a sufrir el rechazo de sus propias familias y comunidades.

Son cada vez más las mujeres que llegan hasta nuestros países huyendo de la persecución por cuestiones de género como la mutilación genital, el matrimonio forzoso, orientación sexual, mujeres que se niegan a acatar normas sociales represivas o víctimas de trata procedentes de diversos países, culturas y religiones. La recientemente aprobada ley reguladora del derecho de asilo y la protección subsidiaria en España, contempla disposiciones específicas sobre la persecución por motivos de género que ACNUR confía sean aplicadas de forma generosa.

Afortunadamente se han producido importantes avances legislativos a nivel internacional y son cada vez más las voces que se escuchan apoyando estas campañas, como las que se han sumado esta semana en el CAR de Alcobendas. Así lo ha entendido también Donat, que no dudó un momento en aceptar la iniciativa que le propuso el ACNUR en España para dirigir una obra sobre la violencia de género.

"Ha sido una experiencia entrañable para todos, de la que hemos aprendido mucho", concluía Donat. Una vivencia que le ha traído a la memoria el recuerdo de tiempos más felices, cuando trabajaba como actor en R. D. Congo. Donat se siente afortunado de poder trabajar ahora en un almacén, pero se presenta a todos los castings que se convocan sin perder la esperanza de poder volver a interpretar algún día el papel de su vida.

Por María Jesús Vega, en Madrid, España

* Los CAR dependen de la Dirección General para la Integración de los Inmigrantes – Ministerio de Trabajo e Inmigración – España.

** El nombre se ha modificado para preservar la identidad de la persona.