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Por medio del trabajo, refugiados colombianos se integran en la sociedad brasileña

Historias

Por medio del trabajo, refugiados colombianos se integran en la sociedad brasileña

La autosuficiencia de los refugiados que viven an zonas urbanas es uno de los principales objetivos de los proyectos implementados por el ACNUR en Brasil y las Américas.
13 April 2012
Ejercer una profesión digna y honesta ha sido fundamental para la integración del refugiados colombiano Juan Pablo* en Brasil. De lunes a viernes él maneja una máquina en una fábrica de componentes de zapatos en el Estado de Rio Grande do Sul.

PORTO ALEGRE, Brasil, 13 de abril (ACNUR) – De lunes a viernes, el refugiado colombiano Juan Pablo* se despierta temprano. De la casa sencilla (dos cuartos, sala, comedor y cocina) y alquilada donde vive, en el interior del Estado de Rio Grande do Sul, sale con el hijo mayor en su carro, un modelo común año 2010, cuyas cuotas todavía están pagando.

Después de dejar al hijo en el trabajo, alas 7h30 Juan Pablo se presenta en la fábrica de componentes de zapatos donde ejerce la función de operador de máquinas. Alrededor de las 6pm sale del trabajo y regresa a su casa, donde lo espera su esposa Johanna*, también colombiana, que está en permiso de maternidad cuidando a Pedro*, su hijo pequeño, brasileño, que nació en diciembre del año pasado. Dentro de poco tiempo, Johanna también regresará a su empleo.

La rutina de Juan Pablo puede parecerle común a la mayoría de los brasileños, pero es una gran conquista para él y su familia, que fueron obligados a dejar Colombia en 2008, debido a las amenazas que sufrían en su pueblo, en el Valle. Reconocidos como refugiados en el Ecuador, siguieron recibiendo amenazas en ese país por parte de agentes de persecución de Colombia, entonces fueron reasentados en brasil, donde llegaron en diciembre de 2009.

Juan Pablo siempre supo que únicamente hubiera podido reconstruir su vida de forma digna teniendo un trabajo decente. Después de unos pocos meses durante los cuales recibió asistencia por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y de la Asociación Antônio Vieira (ASAV), consiguió un empleo como albañil. Luego, trabajó en una empresa metalúrgica y, desde junio de 2010, está trabajando con un contrato regular en una fábrica con 130 dependientes que vende componentes de zapatos en toda la zona sur de Brasil.

En este período, su esposa también consiguió empleo en la misma empresa, mientras el hijo mayor fue contratado en una fábrica de embalajes de cartón. "Sin trabajo no habríamos llegado donde estamos. El empleo trae seguridad, pues tengo los mismos derechos de cualquier trabajador brasileño. Quiero jubilarme y pedir un préstamo para comprar mi propia casa", dijo Juan Pablo, haciéndose eco del sueño de cualquier brasileño.

En otra ciudad cercana a la de Juan de Pablo, también en el Estado de Rio Grande do Sul, otro refugiado colombiano consolida su integración en Brasil trabajando como gerente de un restaurante y bar. De martes a domingo, Ricardo* coordina un equipo de 29 saloneros, seis cocineros y cuatro cajeros de un restaurante y bar muy frecuentado, donde llegan por lo menos 600 clientes por noche.

Armonización: catador y maître, el refugiado colombiano Ricardo* elije cuidadosamente un vino para los clientes del restaurante donde trabaja en el Estado de Rio Grande do Sul. Según él, su integración ha sido facilitada por el trabajo.

Ex policía en su país y enólogo aficionado, Ricardo participó en el proceso de paz entre el gobierno y grupos armados ilegales en su país y, a raíz de las persecuciones sufridas por parte de estos mismos grupos, tuvo que solicitar asilo en el Ecuador a mediados de 2004. Debido a problemas de integración en el primer país de asilo, fue reasentado en Rio Grande do Sul en agosto de 2005. Desde entonces trabajó como salonero en un grande hotel y retomó sus estudios de enología. Se volvió catador y maître de hotel, y luego también empezó a dar clases en cursos para saloneros. Fue durante uno de estos cursos que lo invitaron a asumir la gerencia del restaurante y bar donde trabaja en la actualidad.

"El trabajo es todo. Sin un sueldo es imposible mantenerse e integrarse a la comunidad donde se vive. Tengo mi propio carro y vivo en un departamento alquilado a mi nombre", afirmó orgullosamente Ricardo.

La autosuficiencia de los refugiados que viven en zonas urbanas es uno de los principales objetivos de los proyectos implementados por el ACNUR en Brasil y en las Américas. El ACNUR y sus socios apoyan los esfuerzos de los refugiados para encontrar un empleo y actúan con las autoridades locales y el sector privado para facilitar su inserción laboral.

En Brasil, los refugiados tienen acceso a clases de portugués, cursos de formación profesional y ayuda para empezar pequeños negocios. Además, la avanzada legislación brasileña en materia de asilo garantiza a los refugiados la documentación necesaria para buscar empleos formales, con libreta de trabajo, cédula de identidad y número de contribuyente.

"El empleo es un camino seguro para la autosuficiencia, asegurando soluciones duraderas para los refugiados tanto en el primer país de acogida, como en los países de reasentamiento. Asimismo, es una poderosa herramienta de integración.", afirmó el representante del ACNUR en Brasil, Andrés Ramírez, recordando también que el ACNUR lanzó en 2009 una política específica para la protección de los refugiados en zonas urbanas. "Actualmente, más de la mitad de los refugiados en todo el mundo vive en zonas urbanas, las ciudades son un espacio legítimo para la protección y los derechos de los refugiados", concluyó Ramírez.

Según estadísticas oficiales, viven en las ciudades de Brasil cerca de 4.500 refugiados procedentes de 77 diferentes países. En Rio Grande do Sul se encuentran alrededor de 250 refugiados, en su mayoría de origen colombiano y palestino. Esta populación es atendida por la Asociación Antônio Vieira (ASAV) en 13 municipios del Estado.

Los refugiados que viven en el Estado de Rio Grande do Sul se han beneficiado del Programa de Reasentamiento Solidario implementado por el Gobierno federal con el apoyo del ACNUR y de la sociedad civil.

El programa fue creado para responder a las necesidades de protección de los refugiados que siguen sufriendo persecución o no están en condición de integrarse en el primer país de asilo. Cerca del 10% de los refugiados que viven en Brasil se han beneficiado de un programa de reasentamiento y la mayor parte de los refugiados reasentados en el país vive en Rio Grande do Sul.

Para identificar oportunidades de empleo y mecanismos que favorezcan la calificación profesional y el microcrédito, así como el acceso de la población refugiada al mercado laboral en Rio Grande do Sul, el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE) y el ACNUR realizarán los próximos 16 y 17 de abril, en Porto Alegre, el 3º taller sobre Trabajo y Empleo para Solicitantes de asilo y Refugiados.

El evento cuenta con el apoyo de la ASAV y de la Comisión Nacional para Refugiados (CONARE) y tendrá lugar en el auditorio de la Superintendencia Regional de Trabajo y Empleo en Rio Grande do Sul (Avenida Mauá, 1013, 10º piso, Porto Alegre, Centro), con apertura a las 3pm de este lunes (16/04). Participarán al taller funcionarios públicos, sindicalistas, empresarios, refugiados y expertos en asilo.

La integración de Juan Pablo y Ricardo proporcionada por el trabajo y a la convicción de que quieren vivir en Brasil se confirman cuando se les pregunta si quisieran volver a su país de origen. "No queremos ir a ningún lado. Si Dios lo permite, moriré en Brasil", dijo Juan Pablo. "Aquí somos muy respetados", afirmó Johanna, su esposa. "Quiero volver a Colombia, pero sólo para visitar a mis amigos y parientes. Es en Brasil que soy valorizado y mi trabajo es reconocido", dijo Ricardo.

*Nombres cambiados por motivos de protección.

Por Luiz Fernando Godinho en Porto Alegre, Brasil