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Un trabajador de salud liberiano asiste a los refugiados marfileños

Historias

Un trabajador de salud liberiano asiste a los refugiados marfileños

Two decades ago, Theo Neewrayson fled war-torn Liberia and found refuge in neighbouring Côte d'Ivoire. Now back home, he is returning the favor to displaced Ivorians. [for translation]
22 December 2011
Theo Neewrayson pasó parte de su juventud como refugiado en Costa de Marfil. Ahora, de vuelta a Liberia, es un trabajador social de la salud y asiste a personas quienes huyeron de aquellas mismas regiones de Costa de Marfil done una vez encontró alojamiento, asistencia y protección.

MONROVIA, Liberia, 22 de Diciembre (ACNUR) – Theo Neewrayson es un trabajador social en la rama de salud que colabora con la organización de ayuda humanitaria Tiyatien Health (Justicia en materia de salud). Esta organización, asociada a ACNUR, se especializa en la atención médica y psicológica a los refugiados. Liberiano de nacimiento, de 33 años de edad, pasó parte de su juventud como refugiado en la vecina Costa de Marfil. Hoy en día la situación ha cambiado y Theo está ayudando a personas de regiones donde él fue acogido y donde le proveyeron de vivienda, asistencia y protección. Se ocuparon de él, y ahora él se ocupa de ellos. Neewrayson habló recientemente con el reportero de ACNUR Geoffrey Marc Carliez. Extractos de la entrevista:

¿Qué le motiva a trabajar para los refugiados?

Yo fui un refugiado liberiano en Costa de Marfil – los marfileños eran mi pueblo. Cuando comparten sus experiencias, les escucho y me pongo en su lugar. Tenía 12 años cuando me escapé a Costa de Marfil con mis tres hermanos y empecé a trabajar en las granjas. Mi madre había muerto en la crisis de Liberia, pero los marfileños nos acogieron y ahora nosotros nos ocupamos de ellos.

Cuando yo estaba en Costa de Marfil, no había ninguna organización que tratara los problemas de salud mental. Sabiendo qué se siente por los traumas de la guerra y por la depresión, me alegro de poder trabajar con una organización que puede encontrar soluciones a los problemas de salud mental de los refugiados.

¿Con qué se enfrenta a diario?

Como trabajador social de la salud, mi trabajo no se limita a los problemas de salud mental; también incluye el asesoramiento, la participación en campañas de sensibilización contra la malaria, en campañas que fomenten el conocimiento del VIH, etc. Un día puedo participar en una obra teatral en un instituto para informar a los estudiantes sobre el VIH, otro día puedo asesorar a alguien con depresión . . . O puedo instalar redes antimosquitos en los centros de refugiados o suministrar medicamentos a epilépticos o a personas con depresión.

¿Cómo ayuda a los refugiados que sufren de traumas asociados al conflicto?

Ayuda comunicar a las personas que sufren que no están solos. Se organizan sesiones de grupo en las que compartimos nuestras experiencias. En estas sesiones, a veces comparto mi propia experiencia de huida de mi país, ya que ayuda a otros a abrirse. Las historias compartidas en nuestros grupos pueden ser desgarradoras: una señora vio asesinar a su marido a tiros delante de ella, otra mujer sobrevivió a una masacre en una iglesia porque estaba enterrada debajo de cadáveres.

Cuéntenos una historia que haya quedado grabada en su memoria

Un día, una mujer de apariencia enfermiza vino a vernos y dijo que un dragón le había succionada la sangre durante la noche. La trajimos a la clínica y resultó ser seropositiva. Aunque le informamos sobre su estado, la mujer se negaba a aceptarlo. Seguí hablando con ella y, aunque ella seguía convencida de que un dragón le había hecho enfermar, aceptó mi sugerencia de seguir un tratamiento antirretroviral diario [que puede retrasar la aparición del SIDA]. Su salud mejoró enormemente: aumentó de peso, abrió un pequeño negocio y empezó a bromear otra vez. Hizo pequeños cambios en su estilo de vida, tomaba su cóctel de pastillas regularmente y su vida volvió a la normalidad.

¿Qué aspecto considera fundamental en su trabajo?

Si tuviera que elegir una sola cosa, sería nuestro papel en ayudar a concienciar sobre la importancia de la salud entre las comunidades de refugiados. La prevención es mejor que la curación. Las sesiones de sensibilización ayudan a los refugiados a presentarse y hablar de sus problemas. Algunos refugiados son demasiado tímidos para hablar sobre su estado, otros pueden no saber dónde encontrar medicamentos vitales [a bajo coste o gratis]. La sensibilización sobre salud puede ayudar a resolver estos temas adecuadamente.

¿Cuáles son algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta?

Caminos y vehículos en mal estado – la logística sigue siendo un desafío importante. La lluvia y el barro hacen que el viaje hasta los refugiados en el terreno resulte imposible a veces. Tenemos que pasar mucho tiempo viajando en motocicletas hasta sitios remotos y aislados para visitar a los refugiados que viven en comunidades de acogida y nuestras motos se rompen mucho. Otro desafío es cómo asegurar que los refugiados que necesitan tratamientos puedan acceder a las clínicas para conseguir la ayuda o medicinas que requieren. Es similar al problema que acabo de mencionar. Podemos dar a los refugiados las prescripciones que deben llevar a la clínica para el seguimiento médico, pero no tenemos los medios para transportarlos entre sus hogares y los hospitales.

¿Qué cree que es lo más necesario para los refugiados?

Los refugiados marfileños en Liberia no sólo necesitan vivienda, alimentos y atención médica – también necesitan dinero, ingresos para sobrevivir. La capacitación es una forma de ayudar a las personas a encontrar empleo y tener un medio de vida e ingresos. Si los refugiados aprenden a gestionar un negocio, a construir o a arreglar algo, esto es más sostenible que recibir asistencia en un campamento. El trabajo también mejora la salud mental. Te da energía y te hace sentir parte de una sociedad.