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Verano en la ciudad: becas para refugiados en el King's College de Londres

Historias

Verano en la ciudad: becas para refugiados en el King's College de Londres

Mediante la colaboración con ACNUR se ofrecieron becas para los refugiados.
17 agosto 2016
King's College, Londres.

LONDRES, Reino Unido, 17 de agosto de 2016 (ACNUR) – Este verano una de las universidades más prestigiosas del Reino Unido ha ofrecido a los refugiados que se encuentran en el país la oportunidad de "ponerse las pilas" académicamente al asistir a cursos de verano becados.

Por tercer año consecutivo, el King's College de Londres ha trabajado en colaboración con ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para ofrecer plazas durante el verano a aquellas personas que han huido de la persecución y el conflicto en sus países de origen. En el caso de los refugiados, la universidad está prescindiendo del cobro de £1.590 que se aplica normalmente. A cambio, personal docente de ACNUR imparte clases especializadas en protección de refugiados y cuestiones humanitarias en el módulo de derecho internacional de los derechos humanos.

Este año seis personas reconocidas como refugiados en el Reino Unido aceptaron la oportunidad de pasar tres semanas en el King's College estudiando a tiempo completo a un nivel de licenciatura. A pesar de venir de países diferentes, de las diferentes experiencias de vida y de haber sufrido las consecuencias del desplazamiento en circunstancias muy distintas, los estudiantes son unidos por un mismo impulso por mejorar su situación y sus credenciales académicas, e integrarse en el Reino Unido.

"Creo que es una buena oportunidad para volver a introducirme en el ámbito académico" dijo Adam*, que huyó de su país en el sur de Asia tras las revueltas políticas que se produjeron en él. Ex periodista y funcionario público, Adam, quien está ahora cerca de los 50, obtuvo un master en su país de origen. Espera cumplir su anhelada ambición de completar un doctorado, pero es solo ahora, tras seis años en el Reino Unido, cuando siente que está lo suficientemente asentado como para empezar este proceso.

En el año 2010, Adam solicitó y consiguió asilo en el Reino Unido. Desde entonces ha seguido trabajando como periodista independiente y ha sido capaz de ganar lo suficiente como para mantenerse a sí mismo. Pero, tal y como él dice, ha llegado el momento de seguir adelante y la beca de verano del King's College ofrece ese camino.

"Es bueno para mí y para otros refugiados tener nociones generales, conocer a otra gente, hacer contactos y quizás conseguir un trabajo", dijo.

Eso también fue lo que Eric* pensó. Con 37 años, quiere reanudar una vida que fue interrumpida cuando realizaba un doctorado en Cuba. Ex docente universitario en su país natal, la República del Congo, el científico del deporte (que también era un líder para sus compatriotas en Cuba) tuvo problemas con la misión diplomática de su país en La Habana y le enviaron a casa.

Fue durante una escala en el Reino Unido cuando solicitó asilo. Le concedieron la condición de refugiado unos meses más tarde y ha pasado gran parte de su tiempo aprendiendo inglés hasta llegar a un nivel impresionante. Eric lleva en el país desde el año 2011 y, desde que se mudó a Londres en 2013 y consiguió trabajo como ayudante de cocina y ha estado trabajando día y noche para llegar a fin de mes.

Sin embargo, dijo que ahora es el momento de mejorar su situación. Comparte un apartamento con otras seis personas, una de las cuales es su esposa, una compatriota congoleña que conoció en Londres, y aún trabaja como ayudante de cocina, aunque ahora en un hospital de Woolwich, donde reside.

"Cuando veo lo que estoy haciendo y lo que he hecho . . . ". Eric realiza una pausa. "Solía enseñar en la universidad. He enseñado deportes, francés y español . . . Ahora mi propósito es cambiar lo que estoy haciendo. Pensé que este curso me ayudaría a encaminarme. Tengo que construir mi CV. Por eso hice este curso".

Es el tipo de motivación que el equipo de los programas de verano del King's College quería inspirar mediante sus becas.

"Lo que esperamos conseguir es proporcionar un primer paso que conduzca tanto a la reinserción en el ámbito educativo como a la reconstrucción de una carrera profesional" dijo el Dr. Alexander Heinz, Tutor Principal de los programas de verano del King's College.

Rose*, otra de las estudiantes con condición de refugiada, también posee educación con nivel de posgrado, pero no pudo trabajar o estudiar durante los años en los que estuvo esperando una decisión acerca de su solicitud de asilo en el Reino Unido. Ahora está decidida a recuperar el tiempo perdido y ha tomado la decisión de volver a empezar una carrera especializada en salud y asesoramiento.

"Durante esos tres años mi vida estuvo suspendida. No podía trabajar, no podía hacer nada. Fue una época terrible en mi vida . . . Cuando leí el anuncio de este curso sentí que para mí suponía dar un paso en la dirección correcta".

Rose eligió hacer un curso de salud pública, uno de los más de 30 cursos que se imparten en dos sesiones durante seis semanas en verano. La experiencia, dijo, ha sido muy valiosa: "Quiero adentrarme en ese campo y este curso me ha proporcionado una base fundamental".

Adam eligió hacer un curso sobre guerra y diplomacia, ya que considera que es su campo, y él mismo se reveló un valioso recurso para otros estudiantes gracias a su amplia experiencia en el ámbito político del sur de Asia.

Su tutor del Departamento de Estudios de Guerra, el profesor Jack Spence, describió a Adam como "una persona muy aplicada y entusiasta que no quiere un trato especial". Y añadió: "La escuela de verano ha sido una experiencia beneficiosa para él. Le recomiendo por sus notas y le apoyo para que se dedique a su doctorado".

Todos los estudiantes de los cursos de verano conseguirán un certificado y un historial de logros con su nota. Por su parte, Heinz dijo que asistir al curso no es un aspecto de menor importancia, ya que es un signo de dedicación.

En el King's College se concibe a los alumnos como un grupo que enriquece el programa y la universidad tiene la intención de repetir el proyecto el año que viene. El centro también ha empezado a ofertar este año dos programas, las Becas Sanctuary, totalmente financiadas para refugiados y solicitantes de asilo.

Mientras tanto, la atención se sitúa en los estudiantes que han asistido este verano.

"Las vidas de los refugiados se han visto interrumpidas de una forma muy dura" dijo Heinz. "No formaba parte de su plan venir a este país. Creo que el aprendizaje académico que ofrece la escuela de verano del King's College es una gran oportunidad para todos. Los contactos que la gente hace en estos cursos tienen una importancia enorme tanto para involucrarse como para sentirse integrados".

*Los nombres se han modificado por motivos de protección.

Por Omar Karmi

Gracias a la voluntaria Raquel Melgar Hernández por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.