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Agencias de la ONU fortalecen acciones con el sector privado para la empleabilidad de mujeres venezolanas en Brasil

Comunicados de prensa

Agencias de la ONU fortalecen acciones con el sector privado para la empleabilidad de mujeres venezolanas en Brasil

Una investigación realizada por ACNUR, ONU Mujeres y UNFPA, con el apoyo del Gobierno de Luxemburgo, muestra que solo una de cada tres oportunidades de reubicación interna con ofertas de empleo está ocupada por mujeres.
15 September 2022
En los dos últimos años en Brasil, la venezolana Lisbeth ha conseguido capacitarse para el mercado laboral y hoy mantiene a su familia con un empleo formal.

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BRASILIA, Brasil – Desde que personas refugiadas y migrantes venezolanas que viven en Roraima han recibido apoyo para ser reubicadas voluntariamente en otros estados de Brasil, a través de la estrategia de reubicación interna, han podido tener más acceso a derechos básicos como trabajo, salud y educación. Sin embargo, las mujeres siguen teniendo menos acceso al mercado laboral formal y, cuando consiguen encontrar un empleo, es más probable que lo hagan de manera informal y que reciban salarios más bajos.

Los datos fueron revelados por una investigación realizada por el programa conjunto Moverse, ejecutado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con el apoyo del Gobierno de Luxemburgo. Tomando como base esta información, las agencias han estado trabajando con organizaciones y empresas para que más mujeres refugiadas y migrantes puedan entrar en el mercado laboral formal.

De acuerdo con la investigación Oportunidades y Desafíos para la integración local de las personas de origen venezolano reubicadas internamente en Brasil durante la pandemia de COVID-19 (disponible en portugués), los hombres venezolanos refugiados y migrantes en Roraima tienen casi tres veces más probabilidades que las mujeres de ser reubicados internamente en otros estados de Brasil con una vacante de empleo, a pesar de que las mujeres cuentan con niveles educativos más altos. Del total de personas reubicadas internamente en esta modalidad, los hombres representan el 72,6%, mientras que las mujeres solo el 27,3%. Por otro lado, entre las mujeres venezolanas reubicadas internamente, el 17,5% ha completado estudios superiores, una media superior a la encontrada entre los hombres reubicados internamente, del 12,7%.

La encuesta también indica que, tras la reubicación interna, la utilización de la mano de obra de las mujeres es 3,5 veces mayor que la de los hombres: un 41,3% frente a un 11,8%, respectivamente.

Las mujeres han sufrido más la informalidad, de acuerdo con la encuesta: mientras que el 29,4% de los hombres reubicados internamente trabajan de manera informal, la tasa es del 37,3% entre las mujeres. Y, cuando las mujeres consiguen un trabajo formal, sus salarios son más bajos: entre los hombres reubicados internamente, el salario mensual es de 1.612 reales ($311 dólares USD, aproximadamente), mientras que las mujeres reciben solo 1.177 reales ($227 dólares USD, aproximadamente), es decir, casi la mitad del salario promedio pagado a las mujeres brasileñas, 2.215 reales al mes ($428 dólares USD, aproximadamente).

Acción integrada – Los datos que señala la investigación muestran la necesidad de una acción conjunta y articulada entre las agencias de la ONU, los gobiernos, la sociedad civil y las empresas para que se destinen más empleos a las mujeres venezolanas. Así, a través del programa conjunto Moverse, ACNUR, ONU Mujeres y UNFPA se han propuesto no solo la movilización de las empresas para crear vacantes, sino también la capacitación de estas mujeres para el mercado laboral, el apoyo a las empresas empleadoras y el seguimiento de estas tras la reubicación interna.

La principal acción del programa Moverse en este sentido es apoyar a las empresas para que desarrollen y apliquen un plan de acción y firmen una carta de compromiso centrada en el empoderamiento económico de las refugiadas y migrantes venezolanas, que incluya cursos de desarrollo profesional, ofrezca guarderías, apoye la educación de hijas e hijos, y la inclusión de estas mujeres en la cadena de suministro y en los productos de comunicación que las empoderen.

Con la firma de la carta de compromiso, se pueden establecer objetivos y proporcionar orientación de expertos para supervisarlos y alcanzarlos. Moverse puede ayudar a entender las posibilidades e intereses de la institución y a desarrollar el plan de acción.

Por medio de esta iniciativa, también se ofrece a las empresas la integración con otras iniciativas de las agencias de las Naciones Unidas dirigidas a esta población, como el Foro de Empresas con Refugiados y el Empowering Refugees, que se llevan a cabo en colaboración con el Pacto Mundial de la ONU en Brasil.

Fue a través de Empowering Refugees que la venezolana Lisbeth logró salir de Roraima hacia Río de Janeiro, ya con una vacante de trabajo. Llegó con su esposo a Brasil hace poco más de un año. Mientras estuvo albergada en Boa Vista, inició los cursos de capacitación para mujeres refugiadas. “Los cursos fueron importantes para mi vida y para mi CV. Hice cursos de geografía bilingüe, portugués, desarrollo profesional. Estos fueron los cursos que me ayudaron a llegar a donde estoy hoy”, comparte.

Al final de su capacitación, participó en una entrevista de trabajo en Unidas, una empresa de alquiler de autos, y fue contratada para trabajar en el servicio al cliente en una de sus tiendas en Río de Janeiro (RJ).

“Trabajo con el servicio de atención al cliente y me encanta hablar con la gente, atenderla. Pero, además, también trabajo en el área administrativa y ha sido una experiencia muy bonita, porque Empowering Refugees te empodera como profesional, te empodera como mujer”.

Fabiana Lima es Gerente de la tienda donde Lisbeth fue contratada y cuenta cómo es tener en el equipo a una persona de otro país. “Creo que otras empresas podrían incorporar a sus equipos a personas como Lisbeth, refugiadas, independientemente de su procedencia. Son personas muy comprometidas que quieren tener su lugar en la sociedad. Tienen ganas de aprender y tienen mucho que enseñarnos, no solo como profesionales, sino también como personas, y esto supone un crecimiento mutuo. Ha sido una gran experiencia. Aprendemos cada día”, celebra.

Para recibir más información sobre Moverse y la agenda de las mujeres refugiadas y migrantes en Brasil, suscríbete al boletín del programa en http://eepurl.com/hWgjiL.