En Brasil, los refugiados promueven diferentes cursos en línea durante la pandemia de Covid-19
En Brasil, los refugiados promueven diferentes cursos en línea durante la pandemia de Covid-19
La diversidad cultural y los conocimientos que traen consigo después de abandonar su país de origen son rasgos comunes de la población refugiada que ha buscado en Brasil la protección que necesitaba. Después de unos meses de adaptación tras su llegada al país, especialmente aprendiendo portugués, llega la hora de darle valor a su cultura y compartir sus conocimientos, y es así como el alumno se convierte en maestro.
“Tener que abandonar tu país de origen para salvar tu vida y la de tus hijos nunca es fácil. Pero por más sufrido que haya sido mi camino, espero poder compartir lo que sé. La gastronomía congoleña y las conferencias motivacionales me permiten superar las dificultades para enseñar lo que tengo de conocimiento y de valores humanos”, dijo Sylvie Mutiene, abogada de la República Democrática del Congo, que ha vivido en Brasil durante siete años.
Sylvie es una de las participantes de la plataforma OpenTaste, un proyecto creado por la refugiada siria Joanna Ibrahim. Esta es una propuesta innovadora que ofrecía almuerzos temáticos todos los viernes en São Paulo. Cada semana, un chef de diferente nacionalidad era invitado a preparar y servir sus platos.
Con la llegada del nuevo Coronavirus y el cierre del comercio, chefs como Sylvie comenzaron a compartir sus conocimientos a través de la plataforma OpenTaste, con clases de gastronomía virtuales con cita previa para los interesados.
“De esta manera, contamos un poco los secretos de cada chef sobre sus platos tradicionales, compartiendo esta riqueza cultural con las personas a las que les gusta cocinar. Con este aprendizaje, las diferentes culturas también se valoran y muestran cuánto ganamos todos con la llegada de refugiados”, dijo la empresaria Joanna.
Otra propuesta que comenzó a promover intercambios culturales entre refugiados y brasileños en el entorno virtual es la de la startup social Migraflix. Entre las diversas iniciativas presentadas, la del profesor y periodista venezolano Raúl Escalona llama la atención desde el nombre de la propuesta: Teatroterapia.
“Mi propuesta es destacar la comunicación como una herramienta para superar los desafíos. Comunicarse no es solo hablar, sino expresarse y ser entendido de diferentes maneras. Para eso, propongo un viaje en el tiempo a través de las leyendas y técnicas venezolanas que involucran historia oral y percusión corporal”, dijo Raúl, con sus 74 años “bien vividos”.
Para el argentino Jonathan Berezovsky, fundador y director de Migraflix, el momento actual requiere el intercambio de conocimientos a través del plan digital, ampliando así la posibilidad de que las personas en todo Brasil puedan reconocer el conocimiento aportado por los refugiados.
"Esta es una gran oportunidad para llevar las culturas del mundo a todos los rincones del país, involucrando a miles de personas, generando más ingresos para los empresarios refugiados y también nuevos conocimientos para quienes están dispuestos a reinventarse, tal como lo hacen las personas refugiadas" dijo Jonathan.
Otra oportunidad para intercambios culturales entre refugiados y brasileños, centrada en el aprendizaje de idiomas, se refiere al proyecto de la ONG Abraço Cultural. La propuesta de la organización es promover la enseñanza de inglés, español, francés y árabe con maestros refugiados y con una metodología dirigida a intercambios culturales.
“Entre las oportunidades que tuve aquí en Río de Janeiro, lo que realmente me llamó la atención fue la enseñanza de idiomas. Enseño inglés y árabe y los intercambios de conocimiento y cultura dentro de un salón de clases son infinitos, a pesar de que las clases tienen que ser como son ahora, virutales”, dijo el joven Tulin, de 29 años.
Tuvo que abandonar la carrera de astronomía en la Universidad de Damasco en Siria debido a la guerra que ha devastado el país durante más de nueve años. Actualmente, Tulin enseña clases privadas y en la ONG Abraço Cultural, con resultados que refuerzan los múltiples aprendizajes.
“Estudiar en Abraço Cultural es poder aprender sobre la cultura siria incluso cuando estudias español. Mucho más que aprender un idioma, es también un espacio para conocer diferentes culturas, historias de superación y darse cuenta de cuán diferentes somos y al mismo tiempo, cuánto nos parecemos”, dijo la estudiante Kátia Hochberg.
Los profesionales refugiados ya han tenido que adaptarse a la realidad de Brasil a su llegada y ahora, en el contexto de una pandemia y el aislamiento social necesario, han podido adaptar sus conocimientos para continuar con los proyectos en los que están involucrados.
Muchos refugiados emprendedores ajustaron sus negocios frente a esta realidad e incluso demostraron las diferentes maneras en las que contribuyen a la sociedad brasileña, en momentos como este, de crisis, que sus valores y resiliencia se vuelven aún más evidentes.