Esmeraldas, Ciudad Solidaria con la población refugiada, abriendo espacios de integración y educación

ESMERALDAS, Ecuador, 31 de enero de 2013 (ACNUR) – Alrededor de 55.000 botellas recicladas recolectadas por la comunidad local construyeron las bases de lo que ahora es la Biblioteca Municipal Adalberto Ortíz Quiñónez de la ciudad de Esmeraldas. Un esfuerzo conjunto que ahora representa un nuevo espacio de integración para la población refugiada y local de la ciudad.

La provincia de Esmeraldas actualmente alberga al 11% de la población refugiada del total nacional del Ecuador; de acuerdo a las cifras oficiales, es la provincia con el mayor número de solicitudes pendientes de resolución y con más casos registrados en el último trimestre del 2012. A pesar del recrudecimiento del conflicto colombiano y la constante llegada de población refugiada, Esmeraldas continúa caracterizándose por promover la solidaridad y la convivencia pacífica entre sus habitantes, apoyando siempre a la población en situación de movilidad humana.

Gracias al importante apoyo del Municipio de Esmeraldas, ACNUR, RET, HIAS, PUCESE, OXFAM, FEPP y otras organizaciones, este proyecto que inició en el 2011, es ahora una realidad para los y las jóvenes de la provincia, quienes se verán beneficiados al contar con un espacio gratuito e idóneo de investigación, formación y estudio donde aprender y desarrollar sus aptitudes. Este espacio contará con el equipamiento tecnológico adecuado para asegurar el aprendizaje de sus asistentes.

La Biblioteca Municipal que lleva el nombre de un famoso escritor y poeta esmeraldeño, es únicamente el inicio de un trabajo que ayudará a fortalecer los espacios de integración, pues en este lugar se buscará brindar y facilitar servicios de acceso a Internet, procesos de alfabetización informática y construcción de iniciativas de emprendimiento tecnológico, además de aprovechar el espacio para realizar ciclos de cine, lectura de poesía y libros, para de esta forma garantizar el desarrollo social de la comunidad.

"Teniendo en cuenta que la educación es un derecho básico de todos y todas, este importante proyecto está enfocado en apoyar a los y las jóvenes víctimas del conflicto armado en Colombia y jóvenes esmeraldeños en situación de vulnerabilidad, contribuyendo en la lucha de la pobreza y proporcionándoles habilidades emprendedoras para ayudarles a rehacer sus vidas y construir un futuro mejor". Comenta Oscar Sánchez jefe de la Oficina de ACNUR Esmeraldas.

"Estoy contenta de contar con un espacio donde podamos realizar nuestros deberes del colegio y donde podamos aprender nuevas cosas que aumentará nuestro conocimiento" asegura Doris, una estudiante.

Gracias a los fondos proporcionados por la Unión Europea, institución ganadora del Premio Nobel de la Paz 2012, el ACNUR continuará apoyando a las actividades que se emprenderán en la Biblioteca, para mejorar así el efectivo acceso a la tecnología y promover el involucramiento de niños y jóvenes en actividades constructivas, como parte de la iniciativa "Niños de Paz".

Durante la ceremonia de inauguración el Alcalde de la ciudad manifestó: "Esmeraldas es una ciudad que alberga a una importante cantidad de población refugiada, nuestro pueblo es hospitalario y solidario y abre sus puertas a los hermanos colombianos. ¡Esto es parte de nuestra expresión cultural!".

"Nosotros los jóvenes refugiados muchas veces no tenemos oportunidad de educarnos, nos niegan un derecho que tenemos, estoy feliz de que ahora exista un lugar donde podamos compartir con jóvenes ecuatorianos y juntos aprender". Dice Pedro*, un joven refugiado.

"Para el ACNUR es muy importante este tipo de colaboración entre los municipios, las autoridades locales, el Gobierno nacional y el pueblo ecuatoriano, que demuestran un espíritu solidario para la creación de una sociedad donde convivimos juntos con aquellas personas que han tenido la tragedia de tener que huir de su tierra por el conflicto interno", asegura John Fredrikson, Representate del ACNUR en el Ecuador.

La tarde de la inauguración culmina, las puertas de la biblioteca se abren para recibir a la gente de su ciudad, los niños y niñas que ingresan emocionados al centro no pueden esconder su alegría, sus rostros son el vivo reflejo de que siempre hay esperanza.

Por: Andrea Escalante en Esmeraldas, Ecuador

* Nombre cambiado por seguridad