Niños y adolescentes mexicanos se ponen en los zapatos de los refugiados

MÉXICO, D.F., 8 de septiembre (ACNUR) – Por cuarto año, la Agencia de la ONU para los Refugiados en México, junto con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se reunieron para premiar a los ganadores del concurso de cuento "¿Y si yo fuera una persona refugiada . . . ? Comenzar de nuevo en otro país".

En esta ocasión, 1.714 chicos y chicas entre 13 y 18 años de edad de 26 diferentes Estados de la República Mexicana enviaron sus cuentos para participar en este certamen que tiene como propósito sensibilizar y concientizar a la población mexicana sobre la situación en que viven millones de personas en el mundo. Asimismo, el concurso es una oportunidad para escuchar las voces de las y los jóvenes sobre lo que para ellos significa ser un refugiado, vivir en el exilio, dejarlo todo atrás.

El Representante del ACNUR en México, Fernando Protti Alvarado, reconoció el esfuerzo de todos los participantes de permitirse imaginar cómo sería su vida si fueran refugiados, ocasión especialmente significativa "especialmente si pensamos que 44% de las personas refugiadas y 31% de las personas que solicitaron asilo el año pasado comparten con casi todos ustedes su edad: todos ellos son menores de 18 años", les dijo en su mensaje.

En su intervención, el Presidente del Conapred, Ricardo Bucio Mújica, señaló que la empatía es un elemento fundamental para combatir la discriminación y contribuye a la aceptación de las personas refugiadas. "Ponerse en los zapatos del otro, del solicitante de refugio o asilo, es indispensable para evitar la discriminación hacia aquellas personas que la han sufrido en grado extremo, y por ello han tenido que abandonar su lugar de origen y su proyecto de vida", aseguró.

Durante la ceremonia se premiaron los tres primeros lugares de tres categorías por edad (13 y 14 años; 15 y 16 años; y 17 y 18 años de edad), y se hizo entrega de menciones honoríficas para otros cuentos destacados.

En representación del jurado, tomó la palabra Tania Ramírez Hernández, directora de la licenciatura en derechos humanos y gestión de la paz de la Universidad del Claustro de Sor Juana, quien destacó que la acción de escribir e imaginar significa tomar las riendas, ser actores de nuestra sociedad y realizar una acción a favor de las personas refugiadas. "La cantidad de cuentos recibidos indica que hay un interés por hablar de estos temas, pero también que existe una imperiosa necesidad de decir, de gritar, de ser escuchados y escuchadas", afirmó, resaltando el hecho de que en la mayoría de los cuentos el efecto de "ponerme en sus zapatos" estuvo presente.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia de premiación fue la lectura de los primeros lugares por parte de los propios chicos y chicas, que lograron conmover a todos los asistentes.

Los ganadores fueron premiados con computadoras portátiles, reproductores de mp3 y colecciones de libros, además de que sus cuentos serán publicados en la revista DFensor de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y en una compilación de cuentos.

Por Mariana Echandi, en la Ciudad de México