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COVID-19: ACNUR y sus socios apoyan a refugiados y comunidades de acogida en Brasil

Historias

COVID-19: ACNUR y sus socios apoyan a refugiados y comunidades de acogida en Brasil

Las acciones incluyen la difusión de información sobre prevención, la distribución de kits de higiene y limpieza y la coordinación con las autoridades que lidian con la pandemia.
24 March 2020
Sesiones informativas en albergues y asentamientos informales hacen parte de la estrategia de contención del COVID-19 entre la población refugiada, migrante, y brasileña.

Las acciones de prevención y respuesta ante la pandemia del nuevo coronavirus implementadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y sus socios en Brasil están beneficiando tanto a las personas refugiadas, como a las comunidades de acogida, previniendo la transmisión del COVID-19 en estos grupos de población.

Dentro de las actividades se encuentran la difusión de información sobre como protegerse del COVID-19, la distribución de kits de higiene y limpieza para las personas más vulnerables, y el fortalecimiento de la capacidad de los servicios de salud para la población.

La Agencia de la ONU para los Refugiados también está brindando asesoría técnica a las autoridades que se encargan de gestionar la respuesta a la pandemia, además de apoyar a sus socios en todo el territorio brasileño con la preparación de sus planes de contingencia, con el objetivo de mejorar la seguridad de las personas refugiadas y de las comunidades donde viven.

En el marco de la respuesta humanitaria de emergencia, que ya se ejecuta para apoyar a las personas refugiadas y migrantes venezolanas en Brasil, el ACNUR está realizando sesiones informativas con la población albergada en los estados de Roraima (Boa Vista y Pacaraima) y Amazonas (Manaos). Además, se diseminan contenidos en español e idiomas indígenas a través de grupos de WhatsApp y otras redes de apoyo, inclusive en el estado de Pará. El mismo contenido, en portugués, se compartió con las comunidades urbanas aledañas a los albergues, donde viven refugiados y migrantes venezolanos.

“Un plan de acción rápido y coordinado es fundamental para la prevención del COVID-19”.

Todas estas actividades se realizan en coordinación con la Operación Acogida, que bajo el liderazgo del Gobierno Federal de Brasil brinda apoyo a las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, en conjunto con otras agencias de la ONU y organizaciones de la sociedad civil, como parte de la iniciativa R4V (Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela).

Se estima que alrededor de 10.000 refugiados y migrantes venezolanos ya recibieron la información distribuida por ACNUR y sus socios. Estas personas se encuentran en los albergues de la Operación Acogida y de otras organizaciones de la sociedad civil, así como en asentamientos espontáneos, en particular en Boa Vista.

Los materiales informativos se basan en contenidos producidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se distribuyen en los albergues de Roraima y Amazonas, al igual que en comunidades indígenas brasileñas en frontera, asentamientos informales y otros lugares de frecuentados por la población de interés, como las estaciones de autobuses y los centros de atención.

Alrededor de 15.000 personas refugiadas y migrantes venezolanas en Pacaraima, Boa Vista, Belém y Manaos ya se beneficiaron con la distribución de unos 8.300 artículos de ayuda humanitaria de emergencia, como kits de higiene y limpieza, colchones, mosquiteros, hamacas, ropa, y pañales para niños y adultos mayores. Kits adicionales se distribuirán en las próximas semanas.

Para fortalecer la capacidad de respuesta de salud, ACNUR está apoyando la construcción de un área de protección y cuidados para personas venezolanas y brasileñas en Boa Vista. La construcción es dirigida por la Fuerza de Tarea Logística y Humanitaria de la Operación Acogida y tendrá una capacidad de 1.200 camas, con un área para casos sospechosos. La estructura iniciará a funcionar esta semana y sus servicios también podrán ser usados por los residentes de otras ciudades de Roraima que no tengan donde quedarse en Boa Vista.

Para apoyar esta iniciativa de la Operación Acogida, ACNUR donó 200 unidades habitacionales de las que se usan en los albergues para que se utilicen como locales de atención y aislamiento, además de colchones y kits de higiene.

Con el cierre temporáneo de la frontera entre Brasil y Venezuela y la disminución de la afluencia de refugiados y migrantes al país, los equipos de ACNUR se están sumando a los esfuerzos de prevención de la alcaldía de Pacaraima mediante voluntarios venezolanos que distribuyen folletos informativos en portugués y español en los barrios de la ciudad. Además, se están realizando sesiones informativas con las comunidades indígenas en la frontera.

“Actuar de manera preventiva es la mejor forma de garantizar la salud de todos”.

“Un plan de acción rápido y coordinado es fundamental para la prevención del COVID-19 en el contexto de una emergencia nacional, dentro de la emergencia que ya estamos atendiendo con relación a los refugiados y migrantes venezolanos. Con nuestros socios y el apoyo de la comunidad internacional, estamos colaborando con las autoridades para garantizar que las personas refugiadas sigan siendo incluidas en las acciones de contención del nuevo coronavirus. Este enfoque también pretende proteger la salud de la población brasileña”, resaltó el representante de ACNUR en Brasil, José Egas.

Alcance nacional – A nivel nacional, ACNUR y sus socios están ajustando sus actividades para mantener una atención adecuada a la población refugiada, y no solamente en lo que concierne la prevención de los riesgos relacionados con el COVID-19. Mientras la atención presencial se ha reducido en todo el país, los servicios esenciales se mantienen. ACNUR también ha estado trabajando para brindar orientación a los gobiernos locales en la elaboración de planes de contingencia y en la preparación de albergues para la población en situación de calle y otros grupos de personas más vulnerables.

A través del monitoreo continuo de fronteras y aeropuertos, los equipos de ACNUR y sus socios trabajan para contener otros potenciales riesgos relacionados con la llegada de personas refugiadas y solicitantes de asilo. De la misma forma, también es posible identificar y tomar acción con respecto a casos de trata de personas, violencia de género y niñez no acompañada.

Mientras el contexto de la pandemia pone a prueba las capacidades de respuesta de emergencia en el norte de Brasil, las soluciones digitales ayudan en la diseminación de información para la población refugiada en todo el país. Por medio de la plataforma Help, ACNUR comparte contenidos informativos en 5 idiomas (portugués, español, inglés, francés, árabe) con indicaciones claras sobre medidas de prevención, compartidas de manera oportuna.

El esfuerzo para combatir el COVID-19 se produce en medio de llamados a la comunidad internacional para una mayor cooperación de los Estados y la inclusión de poblaciones vulnerables en sus respuestas, lo que garantiza una mejor protección de la salud de las personas desplazadas y de sus comunidades de acogida.

“En este contexto, actuar de manera preventiva es la mejor forma de garantizar la salud de todos”, aclaró José Egas. “Es la manera en que el ACNUR contribuye a no sobrecargar el sistema de salud pública y, al mismo tiempo, reafirma que nuestros valores son inclusivos”, afirmó.

Esta pandemia es un desafío global que debe ser enfrentado mediante la solidaridad y la cooperación en diferentes niveles. También es un recordatorio de que, para combatir efectivamente cualquier emergencia de salud pública, todos – incluyendo a las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes – deben tener acceso a las instalaciones y los servicios de salud de manera no discriminatoria.